La Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid expondrá hasta el 14 de enero de 2024 la muestra dime quién eres Yo, una exposición que reúne las obras que Luis Gordillo ha creado en los últimos 20 años. Comisariada por Bea Espejo, analiza las líneas de investigación más destacadas del artista centrando la atención en la pintura, pero otorgando un papel importante a la fotografía, el collage y el dibujo, un territorio muy característico donde la imagen en proceso define configuraciones internas que construyen su obra.
Esta exposición enlaza con la muestra que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó en 2007, año en el que el artista fue galardonado con el Premio Velázquez de Artes Plásticas. Para ello, dime quién eres Yo comienza con la pieza que cerraba aquella muestra para adentrarnos después en el corpus artístico que ha ido configurando desde entonces.
Con el pulso agitado y activo que transmite la energía de un artista que a los 89 años sigue en activo y con una clara influencia en nuevas generaciones, la Sala Alcalá 31 organiza la mayor retrospectiva de su obra en Madrid desde entonces.
“Mi obra ha ido creciendo. En los 80 tuvo un momento de consagración y de maduración y ese proceso de cambio no ha parado nunca. No soy un artista que se acomoda en una manera de trabajar y se dedica a copiarse a sí mismo. Supone un gran esfuerzo cada día porque la pintura, si se toma en serio, es un trabajo muy duro. Con esta exposición mi obra está terminando”, apunta Luis Gordillo.
El objetivo es implicar al visitante en la exposición y mostrarle las tensiones y energías que desprende el trabajo del artista desde dentro, ofreciendo una doble perspectiva: por un lado, una visión macroscópica de familias afines de cuadros y temas recurrentes de su carrera y, por otra, una observación detenida de las convulsiones, exploraciones y derivas de su proceso creativo.
En este sentido, las obras de esta exposición “se entienden como contenedores cuya función es dar una forma externa a lo que fluye, a lo que se acaba. Aunque todo en su pintura última está a punto de empezar”, destaca Bea Espejo.
DESDE EL POP AL INFORMALISMO
La larga carrera artística de Luis Gordillo muestra un personal eclecticismo que funde desde el pop al informalismo o la geometría. La ironía, el uso del color y la investigación tecnológica de la imagen y sus usos, dejan ver la disyuntiva entre un trabajo directo y expresivo y una realización controlada, limpia y perfeccionista. Inclasificable y personal, su obra ha recibido importantes premios nacionales e internacionales.
Luis Gordillo nace en Sevilla en 1934, segundo hijo de ocho hermanos. Estudia derecho y música y posteriormente decide ser pintor. Asiste durante dos años a la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.
De 1958 a 1960 reside en París donde estudia a fondo museos, cinemateca, y, sobre todo, vive un clima de libertad de vida y de lecturas entonces difícil en España. Al abandonar París, entra en crisis y no vuelve a pintar hasta 1963, regresando dentro de una estética pop, con su famosa serie Cabezas. A partir de 1970 tras su profunda crisis, empieza a pintar cuadros llenos de color y con un elemento nuevo, la ironía.
En los ochenta, su pintura se hace más abstracta y menos colorista, pero sigue conservando la influencia que desde los años setenta tienen en su trabajo técnicas mecánicas como el offset, la fotografía o, más recientemente, el ordenador, como parte de su amplia investigación en torno a la transformación de las imágenes y los media.
Premio Velázquez a las Artes Plásticas 2007, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981, Premio de la Comunidad de Madrid a la Creación Plástica y el Premio Andalucía de Artes Plásticas en 1991, Premio de la CEOE a las Artes Plásticas en 1992, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1996, Premio Tomás Francisco Prieto de la Casa de la Moneda en 1999, Premi Ciutat de Barcelona d’Arts Plàstiques en 2000, Premio Aragón-Goya de Pintura en 2003 y Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2004. Ha sido distinguido en 2008 con la Orden de Caballero de las Artes y las Letras de Francia por el ministerio francés de Cultura y Comunicación.
LUIS GORDILLO. J + C (Jirafas y caballos), 2021.
La exposición, titulada dime quién eres Yo, reúne un centenar de obras y analiza las líneas de investigación más destacadas del artista.
UNA ESPECIE DE VANGUARDIA REGRESIVA
BEA ESPEJO, comisaria de la exposición
Preguntarle a Luis quién es Gordillo tiene mucho de viaje épico. Lo mismo ocurre al pensar su obra. Implica poner en juego todas nuestras capacidades y ampliar el punto de vista desde el cual miramos el mundo. A su lado, perderse conlleva encontrarse y esconderse implica exponerse.
En ese lugar impreciso es donde aparece el acoplamiento de sus ideas, allí donde llega el discurso y donde reposa el lenguaje sin capacidad de aguantarse, esa pintura como un amigo íntimo al que contarle todo, con más dudas que certezas. Ahí empieza todo, en un dilema titulado dime quién eres Yo.
Una duda existencial y una exposición de su trabajo reciente que se adentra por ese laberinto psíquico, emocional y artístico de su personalidad. Un ejercicio del artista por sorprenderse a sí mismo en cada sala y en cada planta, pensadas como una forma incierta pero eficaz de conocerse y, ya puestos, de darse a conocer.
Eso es tarea fácil para quien sabe que Luis Gordillo es un artista fundamental del arte español y un referente en las nuevas perspectivas de la imagen pictórica y de la naturaleza fotográfica. Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981 y Premio Velázquez en 2007, entre muchos otros.
También, una de las mentes más jóvenes, rápidas, lúcidas y curiosas del contexto del arte.
A los 89 años, Luis Gordillo sigue jugándosela como siempre, pero con más libertad. La obra más antigua es de 1998 y la más nueva de 2023. La que da la bienvenida en la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid se titula Martirologio cromático (2006) y cerraba la muestra Iceberg tropical en el Museo Reina Sofía en 2007, la más grande celebrada hasta ahora en la capital.
En el contexto de esta exposición funciona como un impulso, como quien camina dos pasos atrás para coger carrerilla. Como una especie de mapa que dice “vengo de allí y voy hacia aquí”.
En las últimas dos décadas, su modo de pintar sigue siendo el mismo: el artista está en la pintura, pero no siempre está pintando. Todas las obras reunidas aquí tienen algo de aventura y de prueba, como cuando él coge la cámara de fotos y todo se vuelve claro y divertido. Ese es el espíritu que persigue esta exposición de pintura, aunque en ella además de cuadros veamos instalaciones, fotografías, dibujos o collages.
Gordillo ha tenido cierta aversión a situarse dentro de un cauce único, no solo en relación con una cuestión teórica o de concepto, sino más bien con una cuestión de carácter, de manera de ser y, sobre todo, de manera de sentir. El artista ha sabido conciliar sus gustos e intereses con un lenguaje único capaz de entroncar lo moderno con lo contemporáneo.
La suya es una especie de vanguardia regresiva. Algo así como una pintura rebobinada. Pinta los cuadros casi diferenciando cada uno de sus latidos psíquicos, segregando las partes, cada una por su lado. Un duelo entre afectos primordiales y acuerdos culturales que primero ordena en su cerebro, luego desordena, y crea, entonces, una dinámica llena de tensiones. En esa pelea sigue.
Una obra reciente donde no hay cambios radicales, pero sí matices. Donde antes había una duda constante sin tregua, ahora hay una especie de conciliación, un soltar lastre de las indecisiones, las crisis, los retornos, la supervivencia final que supone pintar un cuadro, de la que parece que cada vez se recupera antes. Una batalla con lo pictórico que parece ser menos cruda y más amable.
No es que ceda, sino que parece que acepta. Gordillo ha llegado a ese punto en que la pintura es una prueba (casi) superada de resistencia. Hay un salto ahí. Él sabe de su lugar en el mundo de la pintura. Esta exposición es una celebración de ello.
Luis Gordillo ha sabido conciliar sus gustos e intereses con un lenguaje único capaz de entroncar lo moderno con lo contemporáneo.