Por Cambio16
17/11/2016
La retórica electoral del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría convertirse en una nueva herramienta de propaganda para que los yihadistas capten a miles de adeptos, particularmente entre la juventud descontenta de Occidente, según estiman varios comandantes talibanes y el Estados Islámico (EI).
El magnate, quien llamó a suspender la entrada de cualquier musulmán a EE.UU. para velar por la seguridad de sus conciudadanos, facilitará el trabajo de los islamistas más radicales porque «es todo un maniaco«, según ha asegurado un alto comandante del EI en Afganistán, Abu Omar Jorasani, a la agencia Reuters.
Jorasani ha precisado que seguían atentamente las elecciones presidenciales norteamericanas, aunque no se esperaba que los estadounidenses «se cavaran sus propias tumbas» al sustituir al mandatario saliente, Barack Obama, —al que definió como un infiel moderado, pero con un poco de cerebro— por Trump.
Los terroristas de Al Qaeda todavía no han comentado la victoria de Donald Trump, pero es muy probable que reaccionen porque «su estrategia de reclutamiento» se suele basar «en las citas de los discursos» de los inquilinos de la Casa Blanca y otros políticos occidentales destacados, según ha opinado Hisham al Hashemi, que asesora al Gobierno iraquí sobre los movimientos yihadistas sunitas.
«Un punto clave en el cual los grupos terroristas como el EI y Al Qaeda basan sus estrategias de reclutamiento es convencer a los musulmanes que viven en Occidente de que los odian y nunca serán aceptados como parte de la sociedad», ha asegurado Matthew Henman, experto en terrorismo e insurgencias del grupo analítico IHS Janes’s.
Víctimas mortales
Según una evaluación de la agencia AP, unas 15.000 personas han perdido la vida a manos del Estado Islámico y han sido enterradas en fosas comunes en Siria e Irak. Una investigación ha permitido identificar 72 sitios en los cuales los yihadistas enterraron a civiles muertos como consecuencia de sus propias atrocidades.
Además, según un análisis de The New York Times, en total más de 1.200 personas han muerto en ataques inspirados o coordinados por el Estado Islámico fuera de Siria e Irak.