Por Iñigo Aduriz
16/06/2017
La crisis política, económica y humanitaria por la que atraviesa Venezuela ha situado a sus ciudadanos como los principales solicitantes de asilo en España. Por primera vez, el sudamericano fue el país de origen del mayor número de peticiones. Fueron 3.960 solicitantes, mientras que en 2015 apenas 596; en 2014, 124; en 2013, 35; en 2012, 28; en 2011, 52; y, en 2010, apenas 19.
Tal y como explica el Informe 2017 Las personas refugiadas en España y Europa (ver PDF) hecho público este viernes por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), «el recrudecimiento de la convulsa situación política y la crisis de la economía nacional» explican este éxodo, que también se ha dirigido a Estados Unidos, donde igualmente encabezaron la demanda de protección internacional en 2016. Y es que de acuerdo con los datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración estadounidense, 18.155 venezolanos solicitaron asilo el año pasado, un aumento del 150% respecto a 2015 y del 600% en relación a 2014.
Llama la atención que en España abundaron las solicitudes de personas de clase media (docentes, periodistas, funcionarios, empresarios) que, según explica la CEAR en su informe, generalmente «alegan una posición política contraria al Gobierno». También abundan las solicitudes que argumentan «una persecución por motivo de la orientación sexual».
El incremento ha sido de tal magnitud que los venezolanos han desbancado a los sirios en sus peticiones. En 2016 el número de solicitantes naturales de Siria se redujo casi a la mitad, al pasar de 5.724 de 2015 a 2.975. «Esta caída se explica por la acusada disminución de las solicitudes formalizadas en Melilla, 2.440 frente a las casi 6.000 de 2015, debido a las crecientes dificultades para llegar a la oficina de asilo del puesto fronterizo de Beni Enzar y a la ausencia de otras vías legales y seguras para acceder al procedimiento», explica el informe.
El tercer país de origen fue Ucrania, con 2.570 solicitantes, frente a los 3.420 de 2015. El texto apunta que, «a pesar del descenso, persiste una cifra elevada de personas de este país puesto que prosigue el conflicto armado que comenzó en 2013». En este caso destacan las solicitudes de familias monoparentales, así como de personas provenientes de las regiones de Donetsk y Lugansk que alegan temor a ser reclutadas tanto por el Gobierno como por las fuerzas opositoras.
A los ucranianos le siguieron los argelinos, con un ligero aumento de 675 solicitantes en 2015 a 740 en 2016. Una parte formalizaron su solicitud en Ceuta y, entre los motivos de persecución esgrimidos, fue comunes la discriminación por razones de género y orientación sexual.
A continuación les siguieron los colombianos a pesar de la culminación del proceso de paz, con un sensible aumento, al pasar de 129 solicitantes de 2015 a 615. «Abundaron las solicitudes de personas desplazadas que fueron objeto de extorsión por grupos criminales y por los actores del conflicto y no lograron protección por parte de las autoridades de su país», apunta la CEAR.
En sexto lugar, figura El Salvador, con 425 solicitudes y, en el séptimo, Honduras, con 385 debido, en ambos casos, «a la violencia de las maras y otros grupos organizados, que ejercen una actividad criminal generalizada (extorsión, reclutamiento forzado, violencia sexual, violencia contra niños, niñas y adolescentes…)», apunta el informe.
Pero según denuncia la CEAR, a pesar de que ACNUR asume que es un motivo de protección internacional y de que CEAR ha detectado la llegada de personas con este perfil, «la respuesta del Gobierno ha sido la denegación sistemática de la protección internacional o la prolongación sine die de la instrucción de los expedientes». No obstante, la organización considera que «es una de las crisis de personas refugiadas más invisibles de la actualidad».
Durante 2016 también se produjo un notable descenso de las peticiones de asilo de las personas procedentes de Palestina, desde las 809 registradas en 2015 a 355, en gran parte por las dificultades de acceso a la oficina de asilo del puesto fronterizo de Beni Enzar. No obstante, volvieron a ser numerosas las de personas palestinas que ya estaban refugiadas en Siria y que retomaron el camino del destierro por la gravísima situación de este país. En noveno lugar, quedó Marruecos, con 340 solicitudes frente a las 409 de 2015, y después Nigeria, con 285 solicitudes, frente a las 217 del año anterior.