Las redes sociales suelen utilizarse, a veces a la ligera y a veces rigurosamente, como un medidor de la opinión pública. Sin embargo, si de algo sirvieron los casos de intervención de Facebook en las campañas para el Brexit y las presidenciales de Estados Unidos, es para saber que las redes sociales son altamente manipulables. Tanto que incluso se pueden valer de una película para crear matrices de opinión favorables a ciertas tendencias políticas.
Así lo ha demostrado un estudio académico estadounidense que encontró que la mitad de los mensajes negativos que se publicaron en Twitter sobre la película Star Wars: Episodio VIII – Los últimos Jedi correspondían a programas, troles o activistas políticos, entre los que podría haber algunos rusos.
«Los últimos Jedi», que se concentró en la reticencia de un envejecido Luke Skywalker a volver a luchar contra el lado oscuro, recibió ataques online después de su estreno en diciembre del 2017. La mayoría de las críticas eran sobre los papeles interpretados por las mujeres y los actores de minorías raciales.
Los troles al ataque
El estudio, publicado este lunes, fue liderado por Morten Bay, de la University of Southern California (USC). En él se analizó el lenguaje, los nombres de las cuentas en Twitter y las direcciones IP de más de 1.200 mensajes enviados a la cuenta del director Rian Johnson en los siete meses posteriores al estreno de «Los últimos Jedi».
«En general, un 50,9 por ciento de quienes enviaban tuits negativos posiblemente tenían motivaciones políticas o ni siquiera eran humanos», escribió Bay. Agregó que parecieron utilizar el debate en torno al filme «para propagar mensajes políticos en apoyo a las causas de grupos de extrema derecha y a la discriminación de género, raza o sexualidad».
«Varios de esos usuarios parecían ser troles rusos», afirmó Bay en el texto, llamado «Armando a los resentidos: Los últimos Jedi y la politización estratégica de la cultura pop a través de la manipulación de las redes sociales» (Weaponizing the Haters: The Last Jedi and the strategic politicization of pop culture through social media manipulation).
Disney no respondió a una solicitud de comentarios sobre la investigación, pero Johnson dijo en Twitter que los hallazgos en general eran «consistentes con mi experiencia en línea».
«Esto no se trata de si a los aficionados les gustó o no la película -he tenido toneladas de conversaciones con grandes aficionados en línea y por otros medios a los que les gustaron y no les gustaron cosas, de eso se trata ser aficionado. Esto es específicamente acerca de una cepa virulenta de acoso en línea«, escribió Johnson el martes en Twitter.
And just to be totally clear: this is not about fans liking or not liking the movie – I've had tons of great talks with great fans online and off who liked and disliked stuff, that's what fandom is all about. This is specifically about a virulent strain of online harassment.
— Rian Johnson (@rianjohnson) October 2, 2018