La fiabilidad de los test de detección del SARS-CoV-2 ha estado en la mira en España, después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dio a conocer las fallas de un importante lote adquirido en China.
A través de un comunicado, Shenzen Bioeasy Biotechnology, la empresa responsable, afirmó que se habían dado cuenta que “nuestra compañía no ha comunicado con la debida reiteración a los clientes los detalles del procedimiento en la fase inicial de la verificación».
“Debido a la rapidez de la epidemia, los países europeos y otras áreas del mundo no se han dotado de un procedimiento único y estándar para el uso de los test rápidos», indicó al tiempo de agregar que se pueden presentar desviaciones y “falsos negativos” si no se aplican bien.
Todo esto ha despertado en los ciudadanos preguntas sobre ¿cuáles son los tipos de test que se comercializan?, pues si hay test de respuesta rápida también ¿hay test lentos?, ¿cómo es eso de un “falso negativo”? o ¿cómo es el proceso para detectar si se tiene o no la COVID-19?.
Los PCR y los test rápidos
Los test que realizan los sanitarios son llamados PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa). Permite comprobar si en las células del paciente hay fragmentos del material genético de un específico microorganismo que pueda causar alguna enfermedad.
En este caso, los especialistas buscan la presencia de una molécula de ARN del virus SARS-CoV-2, aunque la prueba también detecta la presencia de otros patógenos (herpes, virus del papiloma humano, neisseria gonorrea o VIH, entre otros).
Su realización implica los siguientes pasos:
- Tomar una muestra de células del paciente
- Para ello se introduce un hisopo en ambas fosas nasales o se lleva hasta el fondo de la garganta.
- Guardar la muestra en un contenedor
Después, a través de un proceso muy complejo, se convierte el ARN del virus SARS-CoV-2 en ADN.
«Detectan el ácido nucleico ARN del virus en la muestra del paciente. Si hay ARN lo más probable es que también esté el virus. Se necesita un aparato especial llamado termociclador», indicó José Ramos Vivas, del laboratorio de Microbiología Celular del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla Idival.
Un elemento clave para contener el contagio es el tiempo que dura el proceso. Desde el momento que se toma la muestra hasta que se obtienen los resultados el lapso puede llevarse dos, tres o cuatro horas, aproximadamente, dependiendo del volumen de trabajo. En estos tiempos pueden ser altos.
¿Pueden fallar los test de detección del SARS-CoV-2?
Sí. Al igual como puede suceder con otras como las de embarazo o las que identifican presencia de drogas siempre hay margen de error. Si fallan se presenta un falso negativo (se tiene el virus pero el test indica que no) o falso positivo (no se tiene el patógeno pero el resultado dice que sí). Es fundamental que la sensibilidad del test sea superior al 80%.
En el caso de los test rápidos se detectan antígenos (presencia de patógenos a través de las partes del virus) y los resultados se arrojan en minutos.
Rafael Cantón, jefe del servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, señaló que estas pruebas rápidas muestran los resultados con bandas de colores.
«La sensibilidad y especificidad es menor que los test de PCR. Los resultados positivos no habrá que confirmarlos, pero pueden darse casos dudosos, porque a lo mejor la carga viral es baja. En esta situación habrá que repetir la prueba», agregó.
Al igual que los PCR existen los test de Anticuerpos. Buscan identificar en la sangre los anticuerpos producidos por el sistema inmunitario como respuesta a la infección. Si se detectan es porque la enfermedad (en este caso COVID-19) ha sido superada. Son muy útiles para determinar el nivel de población afectada por el virus.
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