En las grandes ciudades están de vuelta los discos de vinilo y los relojes analógicos, lo vintage surge con fuerza no solo en las ropas y en los suburbios. ¿Una manera de ir a contracorriente? La tecnología antigua también está de moda porque muchos encuentran en esos espacios olvidados una conexión cierta, manejable, predecible y, sobre todo, una manera de desintoxicarse digitalmente, como ocurre con los ‘teléfonos tontos’ de principios de la década de 2000. Aunque montados en el último iPhone resulte todo un desafío mirar a otro lado.
Estos teléfonos son una forma más simple de teléfono móvil y se está volviendo popular nuevamente. A diferencia de los teléfonos inteligentes, los ‘tontos’ admiten principalmente llamadas y mensajes de texto. Algunos incluyen servicios minimalistas como música y mapas. Hashtags #bringbackfliphones en TikTok han obtenido millones de visitas, especialmente de chicos de la Generación Z y los millennials que crecieron con la primera generación de teléfonos plegables.
A la gente le gustan porque son fáciles de usar, las baterías duran más y ayudan a evitar distracciones de las redes sociales y las aplicaciones. También son más baratos y duraderos. Un grupo usuarios prefiere teléfonos móviles más simples y menos sofisticados en un esfuerzo por desconectarse de la sobrecarga de información, el desplazamiento infinito y las notificaciones. En sentido contrario a la tendencia predominante de creciente sofisticación tecnológica, los teléfonos tontos apoyan comportamientos de desintoxicación digital.
Compañías como Punkt y Light han atajado ese furor y están vendiendo esos dispositivos antiguos con algunas actualizaciones, como GPS. Pero librando al usuario de la adicción y el bombardeo de las redes.
Teléfonos tontos pero añorados
Artistas como Camila Cabello y Dove Cameron ya se apuntado a esa tecnología vintage. La cantante la catalogó de ‘revolucionaria’. Y la actriz de la serie ‘Liv and Madle’ de Disney confió que ya no se siente a gusto con las redes sociales.
«Vemos que el mercado de teléfonos plegables ha subido un 5%», comentó Lars Silberbauer, director de marketing de Nokia Phones y HMD Global a Euronews Next. «Hemos duplicado nuestra cuota de mercado de estos celulares en el último año, lo que es bastante importante para nosotros. Y vemos que ahora está repuntando en Europa», comentó. «Creo que la tendencia consiste en que la gente tome las riendas de su vida, de su vida digital en el momento en que lo desee”.
Benjamin Crudo, director ejecutivo de Diff -fabricante de software para minoristas en línea- maneja la tecnología a su conveniencia personal y profesional. Llama y envía mensajes de texto desde un bloque de 4,6 por 2 pulgadas con botones llamado Punkt MP02. Envíe un correo electrónico o un mensaje de Slack y Crudo, de 41 años, no responderá hasta que esté frente a su computadora.
“Definitivamente, esto genera cierta disrupción porque todos a mi alrededor se comunican de una determinada manera y yo elijo comunicarme de otra”, contó a Wall Street Journal. “Por suerte, soy el jefe”.
Para los ejecutivos, incluso aquellos que se están enriqueciendo con la alta tecnología, usar cosas del pasado puede ser una estrategia de poder. Sí, en plena competencia por los dispositivos ultra, de mayor capacidad y herramientas.
A los empleados más jóvenes puede molestarles tener que hacer malabarismos para contactarlo. Por no hablar de tener que estar localizables en todo momento. Pero una de las ventajas de tomar las decisiones es poder hacer que los demás esperen. O confiar en los asistentes para que les avisen de asuntos verdaderamente urgentes.
Inteligentes vs tontos, ¿pueden competir?
Regresar a los teléfonos tontos también supondría volver a la tranquilidad pero también al distanciamiento y lentitud de décadas atrás. ¿Será posible?
Algunos manifiestan que pueden concentrarse mejor en el trabajo y estar completamente presentes en las reuniones. Silberbauer cree que el auge de los teléfonos tontos pone de manifiesto la creciente concienciación de los adolescentes sobre el impacto de la tecnología en su propia salud mental.
«Los estudios demuestran que los jóvenes tienen problemas de salud mental, por lo que optan por alejarse de las redes sociales», señaló. Y confió que él mismo se ha sumado a esta tendencia, abandonando su smartphone y recurriendo al «tonto» durante los fines de semana.
En esa sintonía está José Briones. «Influencer» de los teléfonos tontos y moderador de subreddit ‘r/dumbphones’, una comunidad sobre teléfonos inteligentes simplificados y teléfonos con funciones básicas. «Creo que se puede ver con ciertos grupos de la Generación Z: están cansados de las pantallas», afirmó a CNBC.
Además, las personas que saben del tema reconocen que los equipos de baja tecnología también pueden ser costosos. Es el caso del Light Phone III, que se lanzará en 2025 a 799 dólares, el precio inicial del recién presentado iPhone 16.
Es difícil deshacerse por completo de la tecnología moderna. Tom Patterson, cofundador de la marca de ropa interior Tommy John, dijo a WSJ que hace unos meses compró un teléfono tonto con la esperanza de que le permitiera
reducir el tiempo que dedicaba a los correos electrónicos. Pero que todavía no lo ha usado porque no se anima a volver a enviar mensajes de texto con un teclado T9.
Tecnológicos que prefieren el pasado
Crudo exalta las bondades de su teléfono tonto, un Punkt MPOZ2. Le ayuda a tratar la tecnología como una herramienta en lugar de una distracción.
Reconoce que su trabajo y sus hábitos parecen incongruentes. La tecnología, en su opinión, es una herramienta valiosa que se debe guardar cuando no se la necesita. Utiliza un teléfono inteligente para obtener indicaciones en la carretera y la autenticación de dos factores en el trabajo. Pero confiesa, pese a las críticas que ello implicaría, que su teléfono tonto es su dispositivo principal.
Revisa su correo electrónico tres veces al día y no entre medias. Asegura que sus compañeros y clientes saben que deben llamarlo en caso de emergencia fuera del horario laboral. Si la ocasión amerita rapidez ¿a cuál de sus dispositivos ubicarlo?
Otro caso entre muchos es el de Michael Lynton, presidente de Snap. Tiene un aprecio por la tecnología antigua no solo los teléfonos tontos sino por los fax. Ya obsoletas y descontinuadas esas máquinas, para él, siguen siendo muy útiles.
Lynton, como Crudo, son muy paradójicos. Lynton preside el directorio de Snap (creador de una aplicación móvil para intercambiar mensajes que desaparecen) y depende del papel y la tinta. Considera que los faxes son más seguros que los correos electrónicos, ¿y quién podría culparlo? En 2014, sufrió un ciberataque masivo como director ejecutivo de Sony, con sede en Japón, donde estas máquinas siguen siendo más populares que en Estados Unidos.
Un correo electrónico importante puede quedar enterrado en la bandeja de entrada de alguien. Un mensaje enviado por fax puede ser el único que una persona reciba este mes. Estamos ante el regreso del pasado.