Por Alejandro Tovar
23/11/2015
Las palabras de Al Jean, uno de los productores de la serie, cayeron como una bomba amarilla. “Es muy posible que no sigamos adelante tras la renovación por la que sería la 30 temporada”. ¡Catapum! Las redes comenzaron a bullir y se inundaron de comentarios que pasaban del estupor al enfado, algunos con resignación, otros con entereza y, los menos, (tres o cuatro a lo sumo) con alivio. Hubo incluso quien afirmó no poder imaginar un mundo sin ellos.
Homer, Bart, Marge, Lisa y Maggie. Cinco nombres llamados a hacer Historia de la televisión desde su primera aparición, allá por 1987, primero como tira cómica animada y, poco más tarde, como serie autónoma de capítulos de 22 minutos. A España llegaron discretos, sin molestar, como si supieran que conquistarnos iba a ser una carrera de fondo. Corría el año 1991 cuando Televisión Española se interesó por ellos. No así la audiencia, que comenzó a prestarles atención cuando cambiaron a Antena 3 en 1994. Y, desde entonces, millones de fans, premios que se cuentan por decenas y, el mayor reconocimiento, audiencias millonarias en cualquier franja de edad, lo nunca visto con una serie de animación. Por eso cabe preguntarse: ¿cuál es la clave de su éxito?
Pocas voces habrá más autorizadas para desentrañar los porqués que la del propio Homer Simpson: “El trabajo de guion es fantástico. Se atreven con todo, con la religión, la política, el arte, la homosexualidad. Son iconoclastas y lo impregnan todo de un humor cáustico, sarcástico, que consigue enganchar a todo el mundo”. En España, detrás de Homer está el actor de doblaje Carlos Ysbert, que ya puede presumir de conocerlo como a cualquiera de sus hermanos.
Un personaje con el que todos nos habremos sentido identificados en algún momento. Pero, ¿cómo es capaz de seguir cautivando al público después de tantos años? Ysbert lo tiene claro: “tanto Homer como el resto de personajes conforman un ‘plantel’ muy equilibrado y establecen distintos niveles de lectura. Los niños captan unas bromas y disfrutan viendo a muñecos de colores vivos chillando; los jóvenes van un poco más allá y entienden mejor los argumentos y los adultos somos capaces de captar la esencia plena de cada capítulo”. Ello, sumado a que todos los episodios están trufados de referencias, hacen que las repeticiones sigan siendo líderes de audiencia. “Después de 27 años siguen igual. Aunque quizá haya bajado el nivel de humor de algunos capítulos, el listón no baja. No son como esas series que se emborrachan de éxito y terminan por relajarse. Y 27 son muchos años”.
Aparentemente, Los Simpsons es una serie dirigida al público adulto. No obstante, también son capaces de hacer disfrutar a los menores. La Profesora de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Zaragoza y autora de “La televisión en la mirada de los niños”, Carmen Marta Lazo, considera que sus colores vivos y su morfología tienen mucho que ver en ello: “Los trazos triangulares, como los del pelo de Bart, Lisa o Maggie, y los redondeados, como los de los ojos y las bocas de la mayoría de los personajes, son muy atractivos para los niños. Además, el ritmo y los constantes cambios de secuencia acaban por atraparles, haciéndoles disfrutar con una caravana constante de personajes”. No es necesario captar todas las bromas y los sarcasmos para disfrutar con ellos: “El repertorio crítico, los argumentos de fondo… Todo eso queda para el público adulto”, asegura Carmen Marta.
Y si Homer es una voz autorizada, mucho tiene también que decir su hijo Bart. Desde el principio de la serie, la dobladora Sara Vivas ha sabido mimetizarse con el personaje y, todavía en muchas ocasiones, tiene que interrumpir la sesión de doblaje por un ataque de risa: “El humor de Los Simpsons es aplicable a la vida real, y esa es otra de las claves de su popularidad. No cansan, porque aunque hayas visto un capítulo 100 veces, siempre terminas por captar algún chiste que antes habías pasado por alto”.
Ni la edad, ni el sexo, ni la clase social ni nivel de preparación. Nada es un impedimento para disfrutar con las tramas de la familia de Springfield. “No sé si en el momento de su creación se confeccionó de esta manera o su evolución ha sido fruto de las circunstancias, pero Los Simpsons es, tal vez, la única serie de animación creada para un público generalizado, con temas de referencia internacional y personajes de todo tipo”, completa la Profesora Carmen Marta.
Entonces, ¿nos dirán Los Simpsons adiós en su temporada 30? Las palabras del productor Al Jean respondían únicamente a una intuición. No obstante, completó diciendo que, en los inicios, también creyó que “cinco temporadas serían suficientes”. Lo que está claro es que “La mejor serie del siglo XX” según la revista Time tendrá que despedirse a lo grande y dejará huérfanos a millones de seguidores en todo el mundo. Conviene que todos los fans vayan mentalizándose pero, tranquilos, todavía pueden aferrarse a las malas dotes de pitoniso de Jean.