Los silencios de Leonardo Padura y la literatura desde el espejo retrovisor
La insistencia de Leonardo Padura en el ayer finaliza en una confesión inconsciente de su programada ceguera ante el hoy. Así no existen, son fantasmas, los cotidianos prisioneros de conciencia, miserias, hambre y desnutrición, golpizas y torturas a pacíficos manifestantes, incluidas las Damas de Blanco, sucesos habituales donde el autor reside en medio de privilegios que ningún otro escritor ha merecido por parte de la revolución, vocablo que se debe buscar con lupa en su narrativa, precaución por si en un desliz el trono se ofende.
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