Hablan varios idiomas, detectan fiebre, determinan si las personas usan máscaras faciales correctamente o desinfectan centros de salud. Están listos para presentarse como la primera línea de control ante el coronavirus en los hospitales y hogares de cuidado. Pueden trabajar donde y cuando se les necesite. Y no temen enfermarse. Son los robots, que se colocan al frente como defensa contra la COVID-19.
Puede ser un desafío que todas las superficies de una habitación de hospital se desinfecten completamente cuando se limpia y se prepara ese espacio para el próximo paciente. También hacer rondas para monitorear a los enfermos. Esto plantea riesgos obvios para la salud, especialmente durante una pandemia. Pero no para estos aliados cibernéticos.
Zorabots en Bélgica
Las personas que lleguen al Hospital Universitario de Amberes a partir del martes responderán preguntas en línea o en un quiosco interactivo. El robot escaneará un código QR, revisará sus respuestas, verificará su temperatura y determinará si están usando una máscara correctamente.
Estos sanitarios robóticos fueron desarrollados por la empresa Zorabots, con sede en Bélgica. Desde 2013 han estado en hospitales, residencias y hoteles pero ahora encontraron encontrado un nuevo rol.
En marzo, ZoraBots anunció su decisión de poner sus robots a disposición de hogares de ancianos y profesionales de la salud, de forma gratuita para que las personas mayores y sus familias puedan mantenerse en contacto.
“Creamos nuestra empresa porque estamos absolutamente convencidos de que los robots pueden ser beneficiosos para los humanos y proporcionar servicios reales. Nuestros robots se han implementado en muchos establecimientos de salud durante más de cinco años. Ya están participando en programas de atención médica ”, explican Fabrice Goffin y Tommy Deblieck, dos CEO de ZoraBots.
“Nos sentimos impulsados a actuar dada la propagación de COVID-19 y la creciente sensación de aislamiento para nuestra población de ancianos. La idea de prestar gratuitamente nuestros robots para ayudar a las personas mayores a mantener el contacto social con las mejores condiciones de higiene posibles surgió de forma natural”.
Los limpiadores de Xenex
Xenex, una empresa con sede en San Antonio, fabrica robots de eliminación de gérmenes UV de espectro completo para acabar con bacterias dañinas, virus y esporas que pueden causar daños en el entorno del paciente. En última instancia, la compañía quiere convertirse en el nuevo método estándar para la desinfección en los centros de salud de todo el mundo.
«La misión desde el principio era reducir el dolor, el sufrimiento y las muertes innecesarias causadas por infecciones hospitalarias», dijo el CEO Morris Miller.
A medida que la pandemia se ha intensificado, Xenex ha recibido «cientos» de pedidos de su robot desinfectante de todo el mundo, en particular Asia e Italia, según Miller. Además de los nuevos pedidos, la compañía también ha visto un aumento en las compras de sus clientes existentes.
De esta manera, desde la atención, el cuidado, la vigilancia y la protección, los robots están siempre dispuestos a asumir nuestra defensa y protección ante la propagación de la COVID-19.
Lea también:
La pandemia abre paso a los robots trabajadores