Por Benito Guerrero
27/11/2015
El Papa visita estos días Kenia, Uganda y República Centroafricana, regiones que se encuentran en un conflicto complejo y que reciben al pontífice con los brazos abiertos. En República Centroafricana llevan tres años sumidos en un conflicto humanitario que, sumado al bélico, ha provocado una situación sin precedentes.
Las etnias nacionales están cada vez más separadas. La situación es tan inestable que un asesinato en una zona de conflicto puede provocar el desplazamiento de 10.000 personas, según explica Enrica Picco, de Médicos Sin Fronteras. El bajo nivel sanitario del país provoca que las causas de mortalidad en la población se deben mayoritariamente a enfermedades que en otros lugares del mundo podrían curarse fácilmente.
Ante este panorama, la sociedad centroafricana recibe al Papa Francisco con muchas expectativas. Llenos de esperanza de que, por uno u otro motivo, la comunidad internacional pondrá la vista en esta región tan castigada por la guerra y la crisis humanitaria.
La seguridad durante la visita del pontífice está asegurada por las fuerzas nacionales. El único riesgo que corre el Papa es que llega al país con unas elecciones a punto de celebrarse y con una inestabilidad política acentuada por los acontecimientos. Los centroafricanos esperan la visita del papa Francisco con júbilo, pues su visita será una excusa para que la comunidad internacional ponga a República Centroafricana en el punto de mira.
Con la visita del Papa, el país demostrará que la crisis que sufren no tiene nada que ver con temas religiosos. Francisco va a reabrir la mezquita de Bangui, un acontecimiento que sellará la buena relación entre las dos religiones que conviven en el país.
República Centroafricana se encuentra en una etapa preelectoral. El próximo 13 de diciembre se celebrará un referéndum para que la población apruebe la nueva constitución. Posteriormente y con una relevancia nunca antes experimentada, se celebrarán elecciones presidenciales el 27 de diciembre. Pero, ¿cómo se pueden llevar a cabo unas elecciones tan decisivas en esta situación?
Desplazarse dentro del país es muy complicado, pues las carreteras -en el mejor de los casos- solo llegan hasta los primeros 80 kilómetros fuera de Bangui. Esto hace imposible poner en marcha la logística necesaria para que se celebren los comicios. Además, se acerca la temporada de lluvias que empeora el estado de las carreteras en un país con una superficie más grande que Francia. A día de hoy todavía no se conoce el censo y no se sabe quién podrá votar y quién no, una dificultad que se suma al reparto y la localización de los colegios electorales.
Esta es la labor que realiza Médicos Sin Fronteras en República Centroafricana: