Por Joaquín Robles
17/2/2017
Analista de XTB
Arabia Saudí parece estar cambiando el enfoque de su política energética durante este periodo de dificultades para el petróleo. A partir de este año, planea desarrollar casi 10 gigavatios de energía renovable para 2023, comenzando con plantas eólicas y solares en su vasto desierto del noroeste. El esfuerzo podría reemplazar el equivalente a 80.000 barriles de petróleo al día consumidos para la demanda local, que se ha incrementado en el último año un 10%. Eso podría suplantar todo el crudo consumido en el reino durante sus meses de invierno. En total, Arabia Saudí pretende invertir en energías renovables entre 30.000 y 50.000 millones de dólares a partir de este año.
El esfuerzo va de la mano con un impulso de la familia real para ampliar la economía después de dos años de déficit presupuestario vinculados a los bajos precios del petróleo. A pesar de tener el menor porcentaje de deuda sobre el PIB del mundo, 5.90%, es el país que mayor déficit presupuestario ha tenido en el último año, con un -8.20%. De hecho durante el pasado año, el principal productor de la OPEP acudió al mercado para realizar su primera emisión de bonos en dólares. Finalmente colocó alrededor de 17.500 millones de dólares en bonos a distintos plazos, mientras la demanda superó los 65.000 millones.
El Gobierno ya ha elevado los precios internos de la energía para frenar el crecimiento de la demanda y ha pedido una mayor eficiencia. El hecho de no aprovechar más fuentes, incluidas las energías renovables, el gas natural o incluso los reactores nucleares podría erosionar las exportaciones de petróleo, que sigue siendo vital para la economía. Mejorar la eficiencia energética del país en sólo un 4% anual podría ahorrar el equivalente a 1 millón de barriles por día de crudo para el año 2030.
El miembro más grande de la OPEP, es el eje de los esfuerzos del grupo para apuntalar los precios del crudo reduciendo la producción para equilibrar el exceso de suministro mundial. Arabia Saudita dijo que redujo la producción en 717.600 barriles diarios el mes pasado, su mayor recorte en más de ocho años, a 9,748 millones al día, según un informe mensual de la OPEP. El Brent continúa oscilando en el estrecho rango de entre los 53.5 y los 57 dólares por barril a medida que se están cumpliendo los recortes pactados y los productores estadounidenses no disparan su producción.