Por Manuel Domínguez Moreno
“Ojalá este domingo regrese la decencia”. La sentencia la realiza el filósofo sevillano de Triana Emilio Lledó (1927), una de las mentes más tolerantes, preclaras y sabias de este país en el mundo entero y recién condecorado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015. El acta del jurado, presidido por el director honorario de la RAE Víctor García de la Concha, ha galardonado a Lledó por ser un “pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar en el ámbito de las humanidades […] que concibe la filosofía como meditación sobre el lenguaje y subraya la tendencia natural del ser humano hacia la comunicación. De este modo, hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia”.
“Creo en la importancia de la palabra y la comunicación para construir ese concepto que los seres humanos llaman hoy las humanidades y que, para los griegos, simbolizaban la idea de justicia, de verdad, de solidaridad y filantropía”, ha dicho Lledó tras agradecer el premio.
Otra premiada en la edición de 2015, los primeros premios que se conceden con el formato de Princesa de Asturias, ha sido la economista franco-estadounidense Esther Duflo, galardonada con el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2015. Parisina de nacimiento, Duflo se ha especializado en economía del desarrollo. Lleva más de una década liderando desde el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) una nueva manera de estudiar las causas de la pobreza y plantear soluciones para su erradicación desde el ámbito de la microeconomía. Ha sido pionera a nivel internacional en la adaptación y aplicación de los métodos de selección aleatoria que la investigación científica emplea para probar medicamentos y vacunas –grupos de control y de tratamiento– al ámbito de los estudios económicos.
Más de 150 personalidades integran la totalidad de los ocho jurados (uno por cada galardón), cuyas reuniones comenzaron el pasado 5 de mayo y que son los encargados de conceder los Premios Princesa de Asturias. Este año se cumple la trigésimo quinta edición de los galardones que otorga anualmente la Fundación Princesa de Asturias.
El primero en hacerse público en esta edición ha sido el galardón de las Artes, que ha recaído en el famoso cineasta estadounidense Francis Ford Coppola. Nacido en el seno de una familia italoamericana en Detroit (Michigan, EEUU) el 7 de abril de 1939, Francis Ford Coppola creció en Nueva York en un hogar vinculado a la música y el cine, con un padre, Carmine Coppola, instrumentista y compositor.
Su niñez estuvo marcada por la poliomielitis, que lo postró en la cama durante más de un año, pero también por el juego con marionetas y la manipulación de las películas familiares en Super8, que le sirvieron de distracción y aprendizaje. Se formó en Arte Dramático en la Universidad Hofstra (Nueva York) y en la Escuela de Cine de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde obtuvo su posgrado en Bellas Artes con la cinta Ya eres un gran chico, en 1966. Su dilatada obra, en la que se encuentran películas reconocidas como clásicos de la historia del cine, incluye más de una treintena de filmes como director, 27 como guionista y 74 como productor –en 1969, creó la productora American Zoetrope, de las que salieron, entre otras, las primeras obras de George Lucas–.
Francis Ford Coppola está considerado hoy en día como un maestro del arte cinematográfico. Visionario e innovador, Coppola ha hecho suyo el concepto wagneriano de obra de arte total, donde nada se escapa a su atenta mirada de director y “a su empeño genuino por hacer cine de autor dentro de la maquinaria de los grandes estudios”, a juicio de los especialistas. Su postura ha chocado, en ocasiones, con los intereses de la industria hollywoodiense, causándole problemas económicos y rodajes difíciles.