Los precios del petróleo cayeron bruscamente este lunes. El West Texas Intermediate cruzó momentáneamente la frontera de los 20 dólares, mientras el Brent llegó a su nivel más bajo de los últimos 18 años.
La estrepitosa caída se produjo en medio de los temores crecientes a una extensión del cierre global del coronavirus por varios meses que disminuya aún más la demanda de combustible.
Hacia los 20 dólares
El crudo Brent, el marcador de los mercados mundiales, perdió 2,19 dólares (-8,78%) para ubicarse en 22,74 dólares por barril. En los primeras transacciones de día llegó hasta los 22,58, su nivel más bajo desde noviembre de 2002.
El West Texas Intermediate, el crudo de referencia en los Estados Unidos, retrocedió 1,41 dólares (6,5%), para ubicarse en 20,10 dólares por barril. No sólo se acercó a la frontera de los 20 dólares, sino que la cruzó a principios de la sesión. Descendió hasta los 19,92 dólares por barril.
Te compartimos los precios del petróleo al día de hoy 30/03/20.
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Avanza la guerra de precios
Además de la caída de la demanda, los mercados del petróleo también se han visto afectados por la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, que inunda los mercados con un suministro adicional. En este contexto se aleja la posibilidad de un acuerdo entre Riad y Moscú que ayude a equilibrar el mercados.
Ahora que se pronostica que la demanda mundial caerá 15 millones o 20 millones de barriles por día, una baja del 20% respecto al año pasado, los analistas dicen que se necesitarán recortes masivos de producción más allá de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Amenazada producción de alto coste
El precio del petróleo está tan bajo que no resulta rentable que muchas empresas petroleras permanezcan activas. Los productores de mayor coste tendrán que cerrar la producción, especialmente porque las capacidades de almacenamiento están casi llenas.
Un sector particularmente sensible es el de los productores de petróleo bituminoso de esquisto. La técnica del fracking, utilizada para extraer este hidrocarburos en yacimientos rocosos, eleva significativamente el coste de producción.
La industria estadounidense del esquisto ha sido elogiada por cambiar el juego mundial del petróleo. Se le reconoce el éxito de reducir sus costos lo suficiente como para sobrevivir a la crisis de 2014-2016. Sin embargo, el punto de equilibrio para este sector está entre los 39 y los 48 dólares por barril.
Un precio menor, echa al traste el desarrollo de la producción en la Cuenca Pérmica. Sobre estos yacimientos Estados Unidos ha asentado la estrategia que le ha permitido ser en la actualidad el mayor productor mundial de crudo.
Nigeria is opening a new front in the oil price war.
The West African producer is offering its crude at massive discounts to the Dated Brent benchmark. Nigeria and other WAF countries could truly break the North Sea market #OOTT #OilPriceWar Full story on @TheTerminal pic.twitter.com/LZ9naRfDjw
— Javier Blas (@JavierBlas) March 23, 2020
La estrategia de Rusia
Es precisamente el notable impacto de los precios bajos para los productores de los Estados Unidos, lo que explicaría la estrategia de Rusia de inundar el mercado para deprimir aún más las cotizaciones.
«Tan pronto como el esquisto de los Estados Unidos salga del mercado, los precios se recuperarán y podrían alcanzar los 60 dólares por barril», dijo recientemente Igor Sechin de la empresa rusa Rosneft.
Algunos analistas no creen que una recuperación de ese nivel sea posible en medio de la actual caída de la demanda. Pero Rusia lograría por lo menos eliminar la dura competencia que representa la producción estadounidense. Donald Trump dijo que hablará con Vladimir Putin sobre la lucha petrolera entre Rusia y Arabia Saudí.
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