Antiguos ecosistemas británicos consistían en prados de flores silvestres, que prosperaron durante siglos con la ayuda de la agricultura y la ganadería tradicional. Desde 1930, el uso de fertilizantes industrializados y un pobre manejo de la tierra destruyeron 97% de los prados de flores silvestres británicos. Efectivamente, la biodiversidad y la vida silvestre se resintieron con el cambio. Un nuevo enfoque conservacionista en Reino Unido propone que las redes de carreteras se utilicen como corredores de vida silvestre.
Recuperar los prados de flores silvestres tendría un doble buen impacto. Primero se recuperaría el eslabón perdido de la cadena de la vida, las flores y las plantas. Segundo, las administraciones también se verían beneficiadas. En el condado inglés de Dorset un equipo que mantenía la limpieza de las carreteras se enfrentó a las consecuencias de dos eventos climáticos: un invierno templado y una primavera cálida. Ambos contribuyeron al crecimiento y enmarañamiento del césped en las carreteras del condado.
Un verde caos
Fue el caos. Comenzaron a llegar las quejas. Apenas si había fondos para hacer los más básicos trabajos de limpieza. Finalmente cuando terminó lo peor de la temporada de crecimiento del césped en 2014, el consejo de Dorset se asesoró con Philip Sterling, un ecologista. Sterling junto a Giles Nicholson, el administrador de campo y espacio verde del consejo, aplicaron principios centenarios de la fabricación de heno a espacios públicos. Transformaron en corredores de vida silvestre los márgenes de las carreteras, los callejones sin salida y el césped urbano.
Solo se corta el césped en primavera y al final del verano, cuando las plantas ya hayan florecido. Se deben retirar los recortes, pues de otra forma la fertilidad del suelo aumenta y con ello la enorme cantidad de césped. Si se recorta solo dos veces al año y se recogen los restos y desechan, resurgirán las flores, las mariposas, la vida silvestre.
En Reino Unido, los recortes de césped generalmente se dejan a lo largo de miles de kilómetros de márgenes de carreteras, lo que incrementa la fertilidad del suelo y contribuye a que el césped crezca más rápido, más abundante y con mayor vigor. Dos cortes de césped al año y la recolección del heno, rompe el ciclo. Pero lo mejor es que le ahorra a las administraciones los costes de gestionar los caminos. La aplicación del método de los prados de flores silvestres bajó el presupuesto anual en la gestión de autopistas de 1 millón de libras esterlinas a 650.000 libras esterlinas con la aplicación de cinco años.
Un país lleno de prados de flores silvestres
Si el proyecto se adoptara en todo el país, alrededor de 75 kilómetros cuadrados se convertirían en corredores de vida silvestre. 700 especies de flores silvestres prosperarían a lo largo de toda la red de carreteras y se estaría más cerca de los objetivos de restauración de tierras para 2040 en Reino Unido. Casi dos kilómetros de carretera en el condado de Dorset se transformaron en el hábitat natural de vida silvestre.
Un botánico de PlantLife – una organización benéfica de vida silvestre que busca implementar el método- señala que las plantas son necesarias para la vida. Son las únicas que reciben la energía del sol y la transforman en productos y servicios para la cadena alimenticia. Las plantas son necesarias, porque de ellas se obtiene la diversidad para las otras formas de vida silvestre.
En los márgenes de las vías en Dorset se ven racimos de vulneraria, una planta cuya flor es la cuna de los huevos de la mariposa más pequeña de toda Gran Bretaña. Pero no es solo cuna de biodiversidad, sino que tiene una semilla que los comerciantes locales venden en 2.000 libras esterlinas el kilo.
Desde que los prados de flores silvestres llenaron los espacios verdes públicos del condado de Dorset, se han registrado más de la mitad de las mariposas que hay en Reino Unido. Para el ecologista Philip Sterling es un camino de esperanza. No todo está perdido si hablamos de cambio climático y biodiversidad, si un camino de diez años ha hecho aparecer la mitad de todas las mariposas en Reino Unido.
Otros condados como Lincolnshire aplican el método de los prados de flores silvestres. El método despertó el interés de los gobiernos europeos.
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