Por Cambio16
Fotos: Albert Masias / MSF
«Localizamos cada día más y más refugiados, cada vez más personas muertas en el mar. Hace cinco años la corriente arrastró los primeros 12 cuerpos hacia la playa y tuvimos que enterrarlos. Incluso hemos visto cadáveres atrapados en nuestras redes de pesca», cuenta Nourdin Achourmtent, pescador en el puerto de Zarzis, en Túnez. Un testimonio no menos impactante que el del mecánico de barcos Yanes Bechiryanes: «En una ocasión encontramos una pequeña barca hundiéndose con gente dentro. No podíamos abandonarlos en esas situación. Estaban muy asustados«.
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Durante años, los pescadores tunecinos se han encontrado con botes llenos de migrantes y refugiados en situación de peligro a los que han salvado la vida rescatándolos con sus barcos de pesca. En la actualidad, ante la crisis migratoria que se ha apoderado de Europa, cada día es más habitual que los pescadores locales tropiecen con varias de estas embarcaciones.
Por este motivo, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha llevado a cabo una formación de seis días con 116 pescadores tunecinos en la ciudad de Zarzis con el objetivo de incrementar la capacidad y los conocimientos de los pescadores locales para realizar rescates. Después de finalizasen el entrenamiento, estos héroes anónimos se han familiarizado con todos los pasos que son necesarios seguir en una operación de salvamento y así lograr que su ayuda sea todavía más efectiva.
“Realizar una acción de salvamento de un bote que se hunde y está totalmente lleno de personas desesperadas que no pueden nadar conlleva una gran cantidad de riesgos, es una operación peligrosa”, dice Wiet Vandormael, coordinador de formación de MSF. “Los cuerpos de las desdichadas personas que han fallecido en el mar deben ser atendidos con dignidad y sin poner en peligro la salud de quienes intervienen en la acción. A través del intercambio de experiencias entre nuestra organización y los ciudadanos tunecinos y libios involucrados, estamos incrementando la capacidad para ayudar a la gente en peligro y manejar las desastrosas consecuencias de los naufragios. Me siento realmente conmovido por la motivación de los pescadores y su reacción ante las difíciles situaciones a las que se están enfrentando.”
El pasado 27 de agosto, 200 personas perdieron la vida cuando un bote de madera volcó frente a las costas de Zuwara, Libia. Según explica MSF, La Media Luna Roja Libia, que escasos días antes había recibido formación por parte de esta organización sobre el tratamiento de cadáveres, se hizo cargo de los cuerpos, mientras que MSF facilitaba material para el control de infecciones. Una segunda embarcación, con 130 personas a bordo, fue rescatada el 30 de agosto por pescadores tunecinos que también habían recibido entrenamiento a cargo de dicha organización en materia de operaciones de rescate. Las personas rescatadas fueron trasladadas por los pescadores a la localidad de Zarzis donde se les brindó atención médica.
Desde MSF también aseguran que están facilitando capacitación a miembros de la Media Luna Roja en Libia y Túnez, del Servicio de Protección Civil Tunecino y de la Guardia Nacional Tunecina sobre la recepción de las personas rescatadas y su traslado a la costa así como sobre el manejo adecuado de los cadáveres.