Por Cambio16
Treinta minutos de comparecencia le han bastado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para hacer balance del 24M con autocrítica -asegura que han «pagado un precio muy alto por la corrupción»-, arremeter con dureza contra el PSOE -al que considera su principal adversario- y anunciar los esperados cambios en la cúpula del partido.
Finalmente, las novedades se han visto reducidas a unos retoques que se han materializado en cambios de segundo nivel en las vicesecretarías, que ascienden a cinco (dos nuevas), y en el nombramiento de Jorge Moragas como director de la campaña del PP en las próximas elecciones generales. Carlos Floriano ha sido sacado del círculo más próximo de Rajoy y relegado a nuevas responsabilidades en el Congreso. Rajoy también ha apartado de su vicesecretaría a Esteban González Pons.
Los cambios no afectan a María Dolores de Cospedal, que continuará como secretaria general del partido, y tampoco incluyen la hipótesis que se venía barajando de crear un puesto de coordinador general.
Los cinco vicesecretarios:
- Fernando Martínez Maíllo, vicesecretario de Organización
- Javier Maroto, vicesecretario Sectorial
- Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas
- Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación
- Javier Arenas, vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos
Hasta ahora había tres vicesecretarías, la de Organización (que dirigía Carlos Floriano), la de Estudios y Programas (González Pons), y la encargada de autonomías y ayuntamientos (Javier Arenas).
Arenas se mantiene al frente de la que dirigía hasta ahora mientras que habrá cambios en las otras dos.
Floriano será sustituido por el actual presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, y González Pons entrega el testigo a Andrea Levy, que ostenta en la actualidad el mismo cargo de vicesecretaria en el PP catalán.
Se crea la vicesecretaría sectorial, que estará a cargo del exalcalde de Vitoria Javier Maroto, y se recupera la vicesecretaría de Comunicación, un puesto que será para el diputado Pablo Casado, que fue el portavoz de la campaña del partido para las elecciones del 24 de mayo.
Rajoy ha agradecido su labor en momentos difíciles a los vicesecretarios que dejan de serlo y ha dicho que mientras que González Pons seguirá siendo el portavoz de los eurodiputados del PP y, como tal, se mantendrá en el comité de dirección del partido, Floriano pasará a asumir una responsabilidad en el comité de dirección del grupo popular en el Congreso.
«Estoy convencido de que su dedicación y experiencia les será de gran utilidad en el futuro a ellos y a nuestro partido», ha añadido.
El presidente del Gobierno ha anunciado la celebración de una Conferencia Política del PP para los días 11 y 12 de julio, en la que se fijarán las líneas básicas del programa para las elecciones generales.
No habrá adelanto electoral
Rajoy también ha avanzado que antes de que acabe el mes de septiembre el Ejecutivo presentará en el Parlamento el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, lo que ratifica su intención de no adelantar las elecciones generales.
En su intervención, ha explicado que la presentación de ese proyecto de ley la hará antes de 30 de septiembre, que es el plazo legal fijado para ello.
Pese a que es imposible que se apruebe ese proyecto porque las Cortes tendrán que disolverse casi de forma inmediata a la presentación del mismo, con esta decisión Rajoy pretende dejar claras cuáles son sus intenciones en política económica porque se comprometerá a sacar adelante esos presupuestos si es reelegido como presidente del Gobierno.
En esa línea, ha avanzado su propósito de seguir con las rebajas fiscales y volver a bajar el IRPF, y, «si la recaudación lo permite», ha dicho que no descarta «hacer más cosas». «No voy a entrar en más detalles», ha señalado.
Rajoy había venido negando que tuviera intención de adelantar las elecciones generales al mes de septiembre frente a algunas voces que aseguraban que lo estaba barajando, como la del líder del PSOE, Pedro Sánchez. El adelanto de esa convocatoria debería llevar aparejado que las Cortes tuvieran que disolverse ya en julio, lo que imposibilitaría presentar el proyecto de ley de presupuestos.