Mientras los sectores industriales, empresariales, políticos, científicos y hasta deportivos se esfuerzan por mostrar cada vez más diversidad e inclusión, surgen nuevas evidencias de que la resistencia al cambio puede frenar las buenas iniciativas. Y es que no basta con que los dirigentes y responsables de las organizaciones públicas y privadas avancen en los cambios necesarios. También es indispensable que la gente deje atrás algunos prejuicios. No siempre es posible.
La industria aeronáutica es un buen ejemplo. Por un lado, crece el número de mujeres y representantes de minorías étnicas que asumen cargos de importancia en estas empresas. Pero por el otro, el sesgo se mantiene entre los propios trabajadores del sector e, incluso, los consumidores.
A esta conclusión llegó una investigación de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, que acaba de ser publicada en Technology in Society. El estudio pone de manifiesto el sesgo que enfrentan las mujeres y los grupos minoritarios que aspiran aspiran a ser pilotos comerciales.
Una percepción generalizada
La investigación mostró que los consumidores responden más favorablemente a los pilotos hombres blancos que a los pilotos de minorías y mujeres. Y hay algo más, esta percepción también la tienen los otros pilotos. No se trata ya de cambiar las políticas de las empresas, los gobiernos o los sindicatos. Es la percepción misma del común de la gente la que debe cambiar.
Este estudio presenta una mirada científica a las percepciones de los consumidores sobre la calidad de los pilotos en función de su género o raza. Los investigadores creen que los resultados podrían proporcionar una sólida orientación a la industria de la aviación.
“La industria de la aviación debe ser consciente de que existe este sesgo porque necesita asegurarse de que su proceso de contratación sea justo para las mujeres y las minorías”, dijo Stephen Rice, profesor del Departamento de Factores Humanos y Neurobiología del Comportamiento en Embry-Riddle. “Deben hacer todo lo que sea necesario para ayudar a las mujeres y las minorías a superar estos problemas sociales”.
Parcialización inconsciente
El experimento consistió en mostrar fotografías de pilotos masculinos y femeninos a los participantes, y luego pedirles que calificaran qué tan bien pensaban que se desempeñarían. Los encuestados otorgaron calificaciones más altas a los pilotos varones blancos.
Nadine Ragbir, estudiante y autora principal del artículo, dijo que la parte más valiosa de la investigación fue demostrar que existen prejuicios implícitos o inconscientes.
“Si bien algunas personas saben que están siendo parcializadas o tienen prejuicios contra un individuo, es posible que otras ni siquiera sepan que se sienten así”, explicó. «El solo hecho de poder hacer que las personas se den cuenta de que existen prejuicios inconscientes, que podrían influir en sus pensamientos y acciones, es un paso adelante».
Un problema de vieja data
No se trata de un tema nuevo. Hoy en día, las mujeres pilotos comerciales constituyen solo el 5,14% de la fuerza laboral activa de pilotos de aerolíneas en los Estados Unidos, según las estadísticas de la Sociedad Internacional de Mujeres Pilotos de Aerolíneas (ISA). Las capitanas de aerolíneas en América del Norte representan un ínfimo 1,38%.
Menos de 150 mujeres negras tienen licencias de piloto de transporte de línea aérea (ATP), comerciales, militares o de instructor de vuelo certificado, según Sisters of the Skies, Inc., una asociación predominantemente de mujeres negras.
Entre los estadounidenses de origen asiático, las cifras son aún peores. Para las mujeres hispanas o latinas, una estimación basada en las estadísticas del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos coloca a las ATP femeninas certificadas en 560 en todo el país.
Las mujeres ejecutivas y directoras ejecutivas de las corporaciones aeroespaciales y de defensa de los Estados Unidos se han incrementado hasta en un 19%. Pero a nivel mundial, las directoras ejecutivas de las aerolíneas siguen siendo apenas un 3%.
Necesidades futuras
A pesar de la pandemia, se proyecta que los viajes aéreos se expandirán en los próximos años, y con un gran porcentaje de la fuerza laboral de la industria llegando a la edad de jubilación, se prevé una escasez de profesionales de la aviación, dijo Rice. El sesgo podría privar a la industria de los mejores candidatos para el puesto.
“Uno de los principales objetivos de la contratación es reclutar e incorporar a los candidatos más calificados”, dice la publicación en Technology in Society. «Los empleados potenciales a menudo son subvalorados involuntariamente debido a prejuicios, y grupos específicos podrían quedar injustamente fuera de la cabina del piloto y excluir a mejores candidatos».
El hecho de que los propios pilotos demostraran prejuicios contra las mujeres y las minorías era motivo de especial preocupación, dijo Rice. «Esos pilotos pueden estar en posiciones de poder algún día para tomar decisiones de contratación», agregó.
Por eso, hizo un llamamiento a la industria de la aviación a “ser consciente de que existe este sesgo porque necesita asegurarse de que su proceso de contratación sea justo para las mujeres y las minorías”.
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