Por Cambio16 | Efe
26/09/2016
La organización de padres Ceapa ha emprendido una campaña contra los deberes, que incluye la negativa a que los hijos tengan que hacer tareas escolares en casa al menos durante los fines de semana de noviembre para comenzar a concienciar sobre lo que consideran un problema para alumnos y familias.
Y ello, entre otros motivos, porque el 48,5% de los padres consideran que los deberes de los hijos afectan de forma negativa a su vida familiar, según un estudio sobre los derechos de la infancia realizado por Ceapa, mayoritaria en la escuela pública.
Vídeo | Hasta Ikea reclama menos deberes:
El objetivo es que los deberes desaparezcan en su «totalidad», ha enfatizado en rueda de prensa el presidente de esta organización, José Luis Pazos.
Como señal de ir avanzando por este camino, estos padres se han propuesto que los profesores no encarguen tareas para los fines de semana del mes citado.
Si no fuera así, las familias se negarían, ha planteado Pazos, y entregarían los lunes en el centro escolar un documento explicando los motivos por los que los hijos no han realizado las tareas.
Ceapa ha presentado el «resumen ejecutivo» del estudio citado, elaborado con las respuestas de 1.748 padres y 472 menores durante el primer semestre del año, más del 90 % de ellos pertenecientes a las escuela pública.
El 20,24% de los padres indican que los alumnos dedican más de dos horas diarias a los deberes (superior a 10 horas semanales). El 39,44% denuncian que los deberes entran en conflicto a menudo con las necesidades de los niños. El 29,41 % de los menores sitúan el tiempo de los deberes por encima de las dos horas.
Cuatro de cada diez niños piensan que no respetan siempre su tiempo de jugar y descansar, y el 65,67 % aseguran que no hacer los deberes les perjudica.
La campaña se llama En la escuela falta una asignatura: mi tiempo libre.
En la rueda de prensa del comienzo del curso escolar, Pazos ha denunciado también una tendencia «al alza» en varias comunidades de «copagos» de las familias a los centros públicos (incluso se han «disparado») en dinero o en especie, lo que ha considerado «ilegal» e «irregular» si no se extiende un recibo.
Pazos, que no ha ofrecido datos concretos de comunidades, centros o alumnado afectado, lo ha relacionado con la caída del gasto educativo público de los últimos años.
En cuanto a los libros de texto, el mismo estudio indica que una de cada cinco familias pasa apuros económicos por la compra. Tan solo el 21% tiene asegurada la gratuidad total, mientras que el resto tiene que efectuar algún desembolso.
Pazos ha reprochado que haya habido que «tirar a la basura» libros anteriores a la Lomce cuando Ceapa considera que eran perfectamente aprovechables.
Según Ceapa, existe la gratuidad para todo el alumnado de la enseñanza obligatoria por el sistema de préstamo y reutilización en Andalucía, Extremadura, Navarra y Comunidad Valenciana.
Por el contrario, Madrid y Cataluña son las únicas comunidades sin ayudas directas de libros, tan solo becas para los casos de extrema necesidad.Hay ayudas para las familias, pero «insuficientes», en Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja.
En el resto, el modelo es de préstamo y reutilización por los centros, aunque no de todos los libros ni para todo el alumnado.
Si se trata del comedor escolar, el 84,19% de las familias aseguran que no tiene ninguna ayuda para pagarlo. De éstas, una de cada cuatro reconoce que tiene dificultades para abonarlo. El 82% de las familias usuarias contestan han visto reducidas o suprimidas las ayudas públicas durante la crisis, aunque un 12 % admiten que ahora se han recuperado.
Un tercio dicen que el menú escolar no tiene la calidad deseable y el 29% no están satisfechos con el servicio.
En todas las comunidades se mantienen los precios del comedor prácticamente este curso, pero con un coste para las familias que se puede duplicar según donde residan: tres euros en Asturias y entre 5,5 y 6,8 euros en Navarra.
Según Pazos, las administraciones no están haciendo un esfuerzo suficiente en los comedores escolares, que son la única alternativa de una alimentación adecuada para los alumnos de las familias menos favorecidos.