Por Manuel Pérez Barriopedro, fotógrafo español, ganador del premio World Press Photo de 1981
La mezcla de júbilo y expectación que se tenía en España con la llegada de la soñada democracia hizo que la mayoría de aquella generación de jóvenes fotoperiodistas compartiéramos ‘mesa y mantel’ con los políticos que componían la Legislatura Constituyente en octubre de 1977, que dio como resultado uno de los grandes éxitos de la joven transición española: Los Pactos de la Moncloa. La Transición fue un periodo de tonalidades grises e incluso algunas en negro con acontecimientos luctuosos de asesinatos y secuestros. Era un tiempo de ilusiones y proyectos movidos por construir un nuevo país en el cual tuvieran cabida ‘las dos Españas’.
Los fotógrafos de prensa de antes y después siempre seremos testigos directos y notarios de acontecimientos vividos que ilustren parte de la historia. Aquellas interminables, maratonianas e incluso clandestinas sesiones (en el Parador de Gredos) de los ponentes que redactaban la Carta Magna nos llevaban a permanecer en el Congreso horas y horas para poder captar alguna imagen, que casi siempre se producía al finalizar las reuniones en horas posteriores al cierre de los periódicos diarios. Esta situación hizo que políticos y periodistas compartiéramos los mismos espacios en las Cortes Españolas, el actual Congreso de los Diputados, en aquel edificio conocido por el de ‘los leones’. No había ningún discreto rincón donde los diferentes líderes políticos no pudieran ser inmortalizados pactando acuerdos entre cafés y más cafés, y cigarrillo tras cigarrillo, para las leyes que posteriormente serían aprobadas en el pleno. Unas de las zonas habituales de encuentros era la M-30, nombre con el que todavía hoy se le conoce al pasillo que rodea el Hemiciclo, donde los diputados de los diferentes partidos políticos discutían y debatían cuestiones mientras realizaban interminables paseos que, medidos en su totalidad, sumarían varios cientos de metros en cada sesión parlamentaria. Para los fotógrafos acreditados resultaba fácil localizar al entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, conversando con el líder de la oposición, Felipe Gonzalez, en la cafetería, intercambiando cigarrillos.
Galería: Los Pactos de la Moncloa (pulsa sobre las imágenes para verlas en alta calidad y leer la información)