Por Cambio16
El caso de Michael Slager, el agente de policía de la ciudad estadounidense de North Charleston que disparó ocho veces por la espalda a un ciudadano negro, y el vídeo en el que se mostraban los hechos ha nvuelto a poner sobre la mesa la brutalidad policial y el sesgo racial existentes en muchos departamentos de policía estadounidenses.
Slager ha sido acusado formalmente de asesinato, por una actuación criticada por las autoridades tras la aparición de un vídeo del suceso.
El agente Michael Slager, de 33 años y raza blanca, compareció el miércoles ante el juez tras ser detenido un día antes por la muerte a tiros el pasado sábado de Walter Scott, al que había dado el alto por un foco roto en el vehículo que conducía.
Un vídeo divulgado por varios medios estadounidense ha sido vital para que las autoridades hayan actuado inmediatamente contra Slager, que está detenido sin posibilidad de fianza por asesinato, delito que puede acarrear la pena de muerte en el estado de Carolina del Sur, donde se encuentra North Charleston.
El vídeo
En el vídeo, grabado con un teléfono móvil por un transeúnte, se ve cómo el policía dispara en hasta ocho ocasiones contra Scott, que corre de espaldas al agente y que, finalmente, se desploma herido de muerte al suelo en un solar solitario.
Scott recibió cinco impactos de bala, lo que ocasionó la muerte casi inmediata del hombre, que fue esposado en el suelo mientras agoniza, según se aprecia en la grabación.
La investigación del suceso es llevada a cabo por la División Policial de Carolina del Sur (SLED).
Otros casos de brutalidad policial
El Buró Federal de Investigación (FBI) también ha abierto una investigación de derechos civiles por el tiroteo, que se conoce tras varios casos mediáticos de brutalidad policial contra personas de raza negra en las que los agentes han sido exonerados de toda pena criminal.
El caso más polémico fue cuando el pasado agosto un agente de policía blanco mató a tiros al joven negro Michael Brown, que estaba desarmado, pese a lo cual el autor de los disparos no fue procesado por ajustarse su actuación a las justificaciones de uso de la fuerza por parte de las fuerzas del orden.
Ese caso y otros posteriores generaron una oleada de protestas contra la brutalidad policial y el sesgo racial en muchos departamentos de policía bajo el eslogan de «Las vidas negras importan».
El único testigo, clave en el caso
«El vídeo es demostrativo de lo que ocurrió. Es el único testigo», explicó el alcalde de North Charleston, Keith Summey.
Summey dijo en rueda de prensa que Slager ha sido despedido y lamentó que tanto la familia del agente de policía como de la víctima hayan quedado rotas por este incidente.
El fiscal general de Carolina del Sur, Alan Wilson, confió en que las autoridades policiales del estado colaborarán y «llevarán a cabo una concienzuda y justa investigación».
El jefe de la Policía de North Charleston, Eddie Driggers, dijo que, hasta la aparición del vídeo, no había testigos del tiroteo y, tras ver las imágenes, «se me revolvió el estómago con lo que vi».
Indignación
Al contrario que ocurrió en casos como la muerte a tiros de Michael Brown, autoridades locales y políticos han respondido con dureza, aunque solo cuando ha salido a la luz el vídeo.
En las imágenes, se puede ver cómo Slager deposita lo que parece ser una pistola eléctrica al lado del cuerpo de Scott, aparentemente para respaldar su argumento de que la víctima se hizo con el arma y era una amenaza para el policía, que le intentó reducir previamente con ese aparato.
«Esto no hubiese nunca salido a la luz, se hubiese ocultado bajo la alfombra, como ha ocurrido en muchas ocasiones», opinó Walter Scott Sr., el padre de la víctima, en una entrevista en la cadena televisiva NBC.
Decenas de personas se concentraron el miércoles en el Ayuntamiento de North Charleston, ciudad con un 47% de habitantes de raza negra y un 37 % de blancos, para protestar por la muerte de Scott y pedir justicia y reforma policial.
El Departamento de Policía de North Charleston, la tercera ciudad del estado, ha sido criticado en ocasiones por la actuación de sus agentes que, en opinión de integrantes de esa comunidad, son especialmente duras con pobres y negros.
Asimismo, la gran mayoría de agentes de policía de ese departamento son de raza blanca, de forma muy distinta a la distribución demográfica de la ciudad.