Las olas de calor no solo sofocan a los seres vivos en tierra, también causan estragos en los océanos y cada vez son más frecuentes. Los científicos intentan determinar el impacto sobre sus ecosistemas y la biodiversidad de 15 meses consecutivos de calor oceánico récord.
El planeta tiene fiebre y los océanos sufren las consecuencias. En el último año, ha habido un preocupante aumento sin precedentes en la temperatura oceánica. Los registros de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) cubren los últimos 150 años, pero las observaciones indirectas evidencian que los océanos ahora están más calientes que en los últimos 100.000 años. El cambio climático generado por los combustibles fósiles que ha transformado el calor insoportable en la nueva normalidad.
No están bien
La temperatura oceánica presenta niveles récord y el calentamiento extremo no es un fenómeno aislado y tiene un impacto demoledor en los ecosistemas marinos y las comunidades costeras. Todos los océanos experimentan un «calor poco usual» que las olas de calor extremas que azotan el hemisferio norte. Las olas de calor marinas, períodos anómalamente cálidos y persistentes, son similares a las olas de calor que sentimos en la atmósfera.
Zack Labe, investigador del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la NOAA, apunta que hasta un pequeño aumento de la temperatura altera los ecosistemas marinos y provocar que algunas especies se reubiquen y aumentar los riesgos de enfermedades. Stuart Jones, de Stats NZ, agrega que también aumenta del nivel del mar a medida que se expande el agua más caliente.
Las temperaturas récord del océano Atlántico, lugar donde suelen formarse las tormentas más temibles, podrían favorecer una temporada hiperactiva. El huracán Beryl, que rompió todos los récords a principios de temporada, lo demostró. Las aguas oceánicas más cálidas alimentan tormentas más intensas y frecuentes.
Olas de calor marino
El número de días con olas de calor marino se duplicó entre 1982 y 2016, y seguirá aumentando. El aumento de la temperatura del agua ha blanqueado masivamente los corales y pone en peligro los bosques de algas marinas y las praderas marinas. Son fundamentales para la vida marina y están desapareciendo a un ritmo alarmante. Buscado condiciones más favorables, muchas especies migran hacia aguas más frías y alteran las redes tróficas y afectan a la pesca. La pérdida de arrecifes de coral, disminución de las poblaciones de peces y aumento del nivel del mar representan una amenaza para la seguridad alimentaria, el turismo y la economía de muchas regiones costeras.
El agua caliente se expande, amenaza las comunidades costeras y causó los tres días más calurosos de los últimos tiempos en la mitad norte de los océanos Atlántico y Pacífico. Un calor récord vinculado directamente con el cambio climático.
Daño de la biodiversidad
Curtis Deutsch, profesor de geociencias de la Universidad de Princeton, señala que los modelos y las observaciones directas indican que las ola de calor marinas también suelen ir asociadas a niveles extremos de oxígeno. Están provocando un descenso del pH del agua y la disminución de su oxígeno, o hipoxia. Además, como aumenta el metabolismo de los animales marinos necesitan más alimento que escasea por la falta de oxígeno.
Con el calor, las especies marinas se desplazan o se extinguen. Desde erizos de mar a los que les cuesta más darse la vuelta en aguas sin oxígeno, hasta peces que migran a aguas más frías. La mayoría de los 32 arrecifes de coral que se analizaron en un estudio reciente presenta condiciones de hipoxia débil que irán empeorando.
Casos globales
Desde los vibrantes arrecifes de coral de Florida hasta las aguas cristalinas del Adriático están sufriendo las consecuencias directas del aumento de la temperatura oceánica. En los Cayos de Florida, la ola de calor marina del verano pasado llevó a los arrecifes de coral al borde del abismo. Katey Lesneski, coordinadora de monitoreo del programa Misión: Arrecifes Icónicos de la NOAA, dijo que hay evidencia generalizada de que los corales están “palideciendo”, pero aún no hay blanqueamiento.
Los científicos tratan de introducir especies endurecidas por el calor en los arrecifes de coral de otros lugares. La parte sur del programa «Arrecifes Icónicos» está por encima de los umbrales de blanqueamiento y las áreas del norte se están acercando. Muchos sitios están por encima de ese umbral crítico en el que experimentan estrés térmico. Los científicos sostienen que el estrés por calor del 2024 generó un blanqueamiento generalizado de los corales en el planeta. Se observa en arrecifes del Caribe, Florida, Egipto y la Gran Barrera de Coral. En las aguas más frías de Tasmania, se realizan extraordinarios esfuerzos para tratar de proteger del calor a especies en peligro de extinción, como el pez mano rojo.
Lo datos publicados por Stats NZ indican que las temperaturas anuales del mar en Nueva Zelanda alcanzaron niveles récord: aumentan entre 0,16 °C y 0,26 °C por década desde 1982. Cada región oceánica y costera del país insular tuvo sus años más cálidos en 2022 y 2023. Christopher Cornwall, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Victoria de Wellington, señaló que las intensas olas de calor marinas han liquidado algas marinas a lo largo de la costa de la Isla Sur.
“Es muy probable que tanto el calentamiento de fondo como las olas de calor marinas más frecuentes, intensas y prolongadas estén alterando estos ecosistemas marinos”, dijo.
Cinco grados más caliente
En Croacia, la temperatura en el mar Adriático alcanzó los 29,2 °C, sería la más alta registrada. Ivica Vilibic, oceanógrafo del Instituto Rudjer Boskovic en Split, dijo que todo el Adriático está unos 5 °C más cálido que lo usual.
Las temperaturas más frías de la superficie del mar se pueden encontrar en todo el océano Pacífico central, un indicador del desarrollo del fenómeno La Niña. A pesar de la variación natural de las temperaturas oceánicas, los científicos observan un aumento a largo plazo en las temperaturas de la superficie del mar.
Los océanos cambian de color
Los océanos envían una señal de socorro mediante un sutil cambio en su color. Un 56% de los océanos han cambiado de color en las últimas dos décadas. Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts y el Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido determinó el cambio no puede explicarse únicamente por la variabilidad natural, que hay un vínculo con el cambio climático.
Las regiones oceánicas tropicales cercanas al ecuador se han visto particularmente afectadas por este cambio constante de azul a verde. Una evidencia de que los ecosistemas dentro del océano también están cambiando. El color del océano es un reflejo literal de los organismos y materiales presentes en sus aguas. Las comunidades del fitoplancton experimentan alteraciones significativas y los efectos ya se sienten en los ecosistemas microbianos marinos superficiales.
Gran parte del océano parece azul a nuestros ojos, mientras que el color verdadero puede contener una mezcla de longitudes de onda más sutiles, desde el azul al verde e incluso al rojo. En general, las aguas de un azul profundo reflejan muy poca vida, mientras que las aguas más verdes indican la presencia de ecosistemas, y principalmente microbios similares a plantas que abundan en la parte superior del océano y que contienen clorofila.
Impacto en el fitoplancton
El fitoplancton regula el clima al absorber dióxido de carbono y producir oxígeno. Los cambios en la composición y abundancia de comunidades afectan la capacidad de los océanos para absorber carbono. Además, el fitoplancton es la base de la cadena alimentaria marina.
Stephanie Dutkiewicz, investigadora principal del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias y del Centro para la Ciencia del Cambio Global del MIT, dijo que los cambios de color reflejan modificaciones en las comunidades de plancton y la cantidad de carbono que absorberá el océano.
Una investigación publicada en la revista Advances in Atmospheric Sciences indica que el calentamiento del océano está provocando cambios generalizados en el mar. Áreas saladas se vuelven más saladas y regiones dulces del océano más frescas y alteran las corriente oceánicas que distribuyen el calor alrededor del mundo.
Kevin Trenberth, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, dijo que las cálidas aguas del océano Índico ayudaron a provocar las inundaciones mortales que afectaron a gran parte de Pakistán. De manera similar, los fenómenos fluviales atmosféricos en California empeoran por las cálidas temperaturas oceánicas en algunas partes del Pacífico.
Calentamiento acelerado
Más del 90% del calor asociado con el calentamiento global causado por el hombre ha ido a parar a los océanos. Ese calor extra provoca un aumento gradual de la temperatura. Luego están los impulsores naturales como los fenómenos de El Niño y La Niña. Sin embargo, ni el cambio climático y El Niño combinados son suficientes para explicar las olas de calor marinas.
Para los humanos, un océano más cálido podría resultar agradable, pero para las especies que viven en el mar. Aguas adentro el calor adicional se manifiesta como una seriede grandes olas de calor que pueden causar muertes o migraciones masivas de animales y de bosques de algas y praderas marinas vitales. Al quedar sin refugio ni alimento especies importantes para la pesca y el turismo se extinguen. En el 2023, la pesquería de anchoveta de Perú, estuvo cerrada largos períodos. Sus pérdidas de exportación se calculan en 1.449 millones de dólares.
Mientras luchamos por controlar las emisiones de gases de efecto invernadero, el avance constante del calentamiento global seguirá añadiendo más leña al fuego a los océanos y registraremos más olas de calor marinas.