Lluvias torrenciales en paralelo a incendios forestales devastadores. El 2024 ha comenzado con indicadores climáticos igual de preocupantes que los registrados del 2023. Para los científicos los océanos hierven y el mundo no está preparado para enfrentar los desastres que se desencadenarán en consecuencia.
De acuerdo con expertos en cambio climático, la humanidad enfrenta un reto mayúsculo para adaptarse al aumento de fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y huracanes, exacerbados por el calentamiento global. Si bien las naciones han reaccionado ante desastres previos, carecen de planes integrales de prevención para eventos cada vez más frecuentes e intensos.
Según datos de la ONU, desde 1990 más de 10.700 desastres naturales han afectado a 6.000 millones de personas en el mundo. El 42% corresponde a inundaciones y huracanes, cuya incidencia se ve incrementado por el cambio climático. El informe advierte que el impacto de sequías, incendios, sismos y otros fenómenos en vidas y medios de vida aumenta, revertiendo años de progreso. Cada año más personas resultan damnificadas y los daños ascienden a 330.000 millones de dólares promedio entre 2015-2021.
2.300 millones de piscinas olímpicas
Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de destacados científicos revela que los océanos alcanzaron nuevos máximos de calentamiento en 2023. Según científicos de institutos en China, EE UU, Nueva Zelanda, Italia y Francia marca el quinto año consecutivo en el que los océanos alcanzan nuevas récords de temperatura.
Los 2.000 metros superiores de los océanos absorbieron más calor en 2023 que el récord anterior en 2022. La temperatura promedio global de la superficie marina aumentó 0,23 °C con respecto a 2022. El Dr. Cheng Lijing, director del estudio e investigador del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias, señala que «los océanos absorbieron entre 9 y 15 zettajulios más de calor que el año anterior, rompiendo marcas. Un zettajulio equivale a 10 veces la energía mundial anual».
Los resultados del estudio, publicados en la revista Advances in Atmospheric Sciences, muestran que la cantidad récord de calor absorbida por los océanos en 2023 fue suficiente para «hervir 2.300 millones de piscinas olímpicas», en palabras del Dr. Lijing. Los científicos también descubrieron cambios en la salinidad, con zonas volviéndose aún más saladas y en las menos salobres volviéndose más dulces
Otros científicos como el Dr. Kevin Trenberth de la NOAA y el Dr. Jiang Zhuode del IAP advirtieron que «cuanto más se calientan los océanos, mayores riesgos para el clima mundial se generan». Explicaron que generan «climas más extremos debido al ingreso de mayor calor y humedad a la atmósfera».
El director del estudio advierte que el calentamiento oceánico es un indicador clave, considerando que más del 90% del calor global termina en los océanos. Además, los océanos controlan la velocidad del cambio climático. Las altas temperaturas oceánicas reducirán los niveles de oxígeno en el agua y su capacidad para absorber dióxido de carbono, con graves consecuencias para la vida marina, vegetal y animal. A menos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, la tendencia alcista continuará durante todo el siglo.
Enero más caliente
El 2024 viene registrando temperaturas máximas sin precedentes, destaca el mes de enero como el más cálido jamás contabilizado. Varios países enfrentan olas de calor anormales para esta época del año, con severas consecuencias. Los océanos también alcanzaron valores históricamente altos, impactando a la vida marina. Esto se debe principalmente a las emisiones de gases de efecto invernadero por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles.
El fenómeno de El Niño, asociado al calentamiento del Pacífico, agravó la situación al menos hasta primavera. Según autoridades meteorológicas estadounidenses, 2024 podría superar el récord térmico mundial alcanzado en 2023. El aumento acelerado de temperaturas trae graves consecuencias como incendios e inundaciones. Sólo en enero se reportaron dos catastróficos eventos climáticos en USA, incluyendo lluvias torrenciales que cobraron vidas en California.
Aunque se requieren mayores estudios, parece clara la relación entre las emergencias climáticas y el impacto humano sobre el planeta a través del calentamiento global. La tendencia apunta a consecuencias cada vez más severas. «La frecuencia de desastres climáticos se ha incrementado drásticamente», señala el Dr. Raúl Cordero de universidades en Holanda y Chile. Considera que algunas regiones no cuentan con la adaptación necesaria.
Científicos alarmados
Los registros térmicos sin precedentes han disparado las advertencias entre expertos. En una carta publicada el mes pasado en la revista Advances in Atmospheric Science, un grupo de científicos advertía que las temperaturas de la superficie del mar el año pasado «se salieron de lo normal», con consecuencias nefastas para la circulación atmosférica y la intensidad ciclónica. Explican que en consecuencia se intensificaron fenómenos meteorológicos como ciclones tropicales, sequías e incendios forestales. «Los océanos cálidos alteran patrones climáticos globales mediante el recalentamiento y mayor humedad de la atmósfera», señala la carta.
Sus conclusiones respaldan los pronósticos de expertos como Francisco Aquino, del Centro Polar brasileño, respecto al rol de estos «reservorios de calor» en agravar eventos extremos. «Los océanos cálidos intensifican las condiciones climáticas extremas», al absorber gran parte del exceso de calor planetario.
Coinciden con esta evaluación, el Dr. Richard Betts del Hadley Centre del Reino Unido. Explica que olas de calor, lluvias torrenciales, sequías e incendios empeoran empujados por el calentamiento humano. “Aún podemos mitigarlos reduciendo emisiones, pero éstas siguen elevándose y la adaptación será más difícil”.
Peor que 2023
Según observaciones satelitales de la UE, 2023 y 2024 comenzaron con registros térmicos y climáticos excepcionales. Las temperaturas oceánicas en 2022 presentaron anomalías térmicas de hasta 5 °C en algunas zonas. Lo que «intensificó fenómenos como ciclones tropicales», apunta Francisco Aquino. «La temperatura récord y los fenómenos extremos observados en el planeta en 2023 no han pasado. El planeta no se ha enfriado», apunta.
La Dra. Francesca Guglielmo de Copernicus coincide en que 2023 presentó registros excepcionales. Señala que el comienzo del año 2024 también ha mostrado temperaturas y fenómenos climáticos fuera de lo normal. Ante ello, advierte que las hipótesis sobre posibles escalonamientos en el calentamiento hoy son más frecuentes, lo que resulta alarmanre.
Proyecciones como las del Barcelona Supercomputing Centre estiman que 2024 marcará récord térmico global (desde 1880), sobre 1,5 °C. Los especialistas coinciden en que se requieren acciones contundentes para mitigar las emisiones. De lo contrario la adaptación a eventos crecientemente extremos se volverá más difícil.
Crecientes eventos extremos
El estudio, elaborado por 17 prestigiosas instituciones como la NOAA, IAP, además de centros de investigación de EE UU, Nueva Zelanda, Italia y Francia, y la carta de los científicos muestran la preocupación generalizada entre la comunidad científica internacional ante la gravedad del calentamiento global.
Los científicos plantean ahora riesgos impensables, lanzando hipótesis como el inicio de una nueva fase de calentamiento acelerado. Lo que resulta alarmante, pues tales visiones no eran frecuentes hasta hace poco. Coinciden en que se requieren acciones contundentes para reducir emisiones de CO2, de lo contrario, la adaptación a crecientes eventos extremos se volverá más difícil y compleja.
Mientras los océanos continúan hirviendo y desatando su furia destructiva resulta urgente fortalecer la planificación anticipada y la cooperación internacional. Los expertos recomiendan enfoques integrados de mitigación y adaptación para construir mayor resiliencia en las comunidades ante desastres cuya frecuencia e intensidad seguirán en alza debido al calentamiento global.