Por Ores Lario
19/03/2017
Según el último estudio realizado por Philips sobre hábitos de cuidado personal masculino, el 78% de los hombres jóvenes luce habitualmente algún estilo de vello facial, siendo la barba de tres días el look preferido por el 43% de los consultados, seguida de la barba más poblada (25,6%). En el olvido quedan los tiempos en los que el cuidado masculino era un tema tabú. Hoy los hombres no se avergüenzan al decir que se cuidan y que tienen sus propios cosméticos o al confesar que más de una vez le han robado la crema de noche a su chica.
Tras años de decadencia, las barberías han vuelto con fuerza para quedarse, ofreciendo tanto un espacio, como servicios y productos exclusivos para el hombre actual. Llega la fiebre del grooming, una terminología anglosajona utilizada en el mundo de la moda y la belleza y que hace referencia al cuidado de la piel del hombre y a la relación del look capilar con el facial. Las barbas se han convertido en una alegoría de distinción, gusto y elegancia y por eso los establecimientos tradicionales dedicados al cuidado personal masculino triunfan y han encontrado su sitio en España. Estos templos del arte del cuidado del pelo facial con estilo, en los que también se aplica algún bálsamo reparador y se cuida la piel, están a medio camino entre el centro de belleza y la peluquería de caballeros. Lo vintage se alía con lo moderno en las nuevas barberías modernas que recuperan el buen afeitado.
La apertura de locales empezó tímidamente con centros como Blackstone, que se instaló en 2010 en pleno corazón del barrio de Salamanca de Madrid. Este club wellness para hombres se inspira en las barberías tradicionales victorianas, donde el corte de pelo, al afeitado a navaja o el servicio de limpia-botas recuerdan a los clubes masculinos, propios de décadas pasadas. Estética exprés, masajes, depilación, pedicura y una amplia carta de tratamientos son algunas de las propuestas que ofrecen para disfrutar en un exclusivo entorno de madera de roble y acero.
También en la capital, Aveda abrió el año pasado su nueva barbería. Maderas oscuras, muebles ecológicos, suelos hidráulicos y un look definitivamente masculino definen el lugar. Cortes de pelo, afeitados, tratamientos de spa, manicuras, pedicuras y baños de brillo figuran entre sus servicios, “aunque el más solicitado es el arreglo de la barba, que consiste en diseñar contornos. Aveda Men Barbershop ofrece un servicio personalizado, con productos específicos para ellos, elaborados a base de flores y plantas”, explica Sergio Ruiz, barbero de la firma de origen americano que crea productos sostenibles. “Hemos notado un incremento muy significativo de hombres que se preocupan más por su imagen”, corrobora este especialista de la belleza.
La capital aglutina establecimientos para todos los gustos y estilos, como Bearbero, centro de peregrinaje de los más hipsters, donde utilizan técnicas clásicas de afeitado. El nombre viene del apodo de su propietario, Mario El Bearbero, que se inició en el oficio instruido por su padre. “En nuestra barbería ofrecemos distintos tipos de servicios. Aunque eliminar canas incipientes en las barbas es algo que cada vez nos solicitan más. El corte de pelo y, sobre todo, el arreglo de la barba son las grandes estrellas de nuestros servicios”, asegura.
En Barcelona, un referente es Iranzo Peluqueros. Por las manos de su fundador, Pascual Iranzo, han pasado las cabezas más privilegiadas del país y del extranjero. García Márquez, Emilio Botín, Joan Manuel Serrat, Pasqual Maragall, Antoni Tàpies, Alfredo Krauss y el Rey son algunos de ellas. Comenzó en los años 40 y este maestro de las tijeras ha convertido el oficio de barbero en una profesión de futuro. “A cualquier hombre, un cambio en su fisonomía por un nuevo peinado, una singular barba o bigote, siempre le infunde optimismo y representa un nuevo estímulo para su carácter”, asegura este peluquero que se manifiesta orgulloso de haber dignificado la profesión. El precio de un corte de pelo en su establecimiento cuesta 24,50 euros. Respecto al cuidado de la barba, por afeitarla se abonan 14,50 euros y por arreglarla, 10.
También heredero de una tradición familiar, en Barcelona está Jordi Pérez al frente de la Barbería de Gràcia. Heredó el oficio de su padre, quien puso en marcha el negocio en 1964 y vive en una constante búsqueda de la fusión de las técnicas tradicionales y las vanguardistas
Los templos al esmerado cuidado del pelo facial masculino han proliferado por toda la península. Destacan La Barbería del Norte, en Bilbao; Basilio’s Barber Shop, en Mérida; La Barbería en Valencia; Álvaro The Barber en Logroño o Malayerba, en el madrileño barrio de Malasaña, donde incluso se ha recuperado el ritual del afeitado con toallas calientes. Aquí la música y los uniformes trasladan a sus clientes a otro tiempo.
Además de una cita mensual en un establecimiento, para mantener una barba impecable en casa hay que seguir una rutina de cuidados. “Hay que utilizar jabones específicos a diario para la barba, que aportan nutrición y brillo. También hay que hidratarla todos los días con aceites que tratan el vello facial, así como la piel, que es una gran olvidada. Después se debe cepillar la barba, a ser posible, varias veces al día, para ayudar a que tenga un crecimiento sano”, recomienda Mario.
“El cuidado de la barba en un hombre se nota muchísimo. Puede dar un aspecto elegante, moderno y vanguardista, o todo lo contrario: un aspecto sucio y descuidado. Por lo tanto, siempre existirá la tendencia de la barba muy corta o afeitada por completo. Este último look es menos arriesgado”, sentencia el barbero de Aveda Sergio Ruiz.