Por Benito Guerrero
29/5/2017
Las vacaciones son tiempo de descanso, de centrarse de nuevo, de disfrutar y de renovarse. Y para ello el hotel Angsana Laguna Phuket, ubicado en el entorno mágico de la isla de Phuket, una de las perlas de Andamán, ha incorporado entre sus actividades las clases de “Yin Yoga” con el profesor Daniel García.
Practicar yoga en el Angsana Laguna Phuket es ir mucho más allá de un viaje fuera de casa, es un viaje para revitalizar la mente, el cuerpo y el alma. Las sesiones de yoga del hotel se practican por la mañana, en la tranquilidad de la laguna, aunque se ofrecen clases privadas. Además, se acaba de incorporar un nuevo profesor, Daniel García, para dar clases de «Yin Yoga», una modalidad con un enfoque más meditativo que físico aunque igualmente buscando las posturas correctas para “descongestionar” el cuerpo y la mente. Daniel García se formó en Way, academia europea de yoga afiliada a la Alianza Internacional de Yoga de Estados Unidos.
Además, si se practica yoga en familia, el hotel es perfecto pues ofrece clases para los más pequeños. Asimismo, están disponibles clases de yoga prenatal para las mamás embarazadas.
Para completar la estancia Zen, en al Angsana Laguna Phuket se puede disfrutar de su spa y los numerosos tratamientos que ofrece. Entrar al Spa Laguna Phuket es entrar en el reino de la serenidad. Todos los masajes son rejuvenecedores y perfectos para cuerpos cansados y desgastados, y algo fundamental, utilizan ingredientes naturales.
El tratamiento Angsana busca trabajar los puntos clave de presión del cuerpo para fortalecer el inner qi o energía interior. Se usa un aceite llamado Euphoria que revitaliza cuerpo, mente y alma. Uno de los tratamientos estrella es el Rainmist Indulgence, se trata de un masaje bajo una lluvia revitalizante combinada con tratamientos hidratantes para el cuerpo con el objetivo de “despertar” los sentidos y la piel. Las fases del tratamiento: 10 minutos de lluvia; polvo de jengibre para el cuerpo (20 minutos); 5 minutos de lluvia; acondicionador de jengibre para el cuerpo y vapor (15 minutos); 10 minutos de lluvia para terminar con 60 minutos de masajes corporales con aceites a base de plantas y frutas locales.
Si además de yoga, meditación y bienestar se busca sosiego, lo mejor es alojarse en una de las villas que ofrece el hotel: mini-residencias exclusivas de 300 m2 con terraza y piscina.