Los neumáticos, excepto los de bici, a partir del 8 de agosto deberán ser reutilizados o reciclados y no se podrán ser desechados en vertederos. Un real decreto amplía la responsabilidad del productor y del usuario.
La nueva normativa, discutida y ampliada en el Consejo de Ministro, fue publicada el viernes en el Boletín Oficial del Estado. Tiene como finalidad incorporar los neumáticos en un modelo de economía circular. Solo los neumáticos de bicicletas podrán ir a los vertederos, los demás deben ser reutilizados o reciclados.
También establece las condiciones de los neumáticos de segundo uso y los recauchutados para su comercialización. El texto indica que la modificación tiene como objetivo lograr “una gestión más eficaz del residuo y consolidar los progresos implementados» en el Real Decreto 1619/2005 a lo largo de los quince años. En paralelo el Gobierno tramita el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
El Ministerio para la Transición Ecológica fue habilitado para definir los criterios que permitan asignar la responsabilidad que corresponde a cada sistema colectivo y a que sean publicados en la web antes del 15 de marzo de cada año.
Más tiempo de rodamiento, pero…
Con las dificultades que agrega la modificación del decreto a la responsabilidad de deshacerse de los neumáticos inservibles, sin afectar el medio ambiente, muchos se verán tentados a alargar el tiempo de rodaje. Y en lugar de cambiarlos a los 40.000 o 50.000 kilómetros esperen más allá de los 60.000. Si además han estado sometidos a situaciones climáticas extremas, vías en mal estado y el descuido del conductor, el riesgo de accidentes se multiplica.
Por supuesto, los neumáticos usados son mucho más baratos, pero cuidado. Es posible encontrarlos en aparentes buenas condiciones, pero la buena presentación no garantiza que estén en una situación óptima. Muchas veces ni en las mínimas y puede resultar peligrosos.
Los usados, según el estado que presenten, pueden encontrarse hasta el 60% menos que los nuevos. Pero nunca es buena idea arriesgar la seguridad por ahorrarse uno euros.
El exceso de calor y el asfalto muy caliente causan un desgaste prematuro. Deben ser revisados antes de un desplazamiento largo, sobre todo si el coche ha estado estacionado durante un tiempo y con baja presión de aire.
Reto al peligro por unos euros no escoja las ruedas inservibles
Unas ruedas en mal estado pueden resultar mortales. Es un desafío al peligro adquirir neumáticos usados. Se desconoce el uso que se les ha dado y pueden estar deformados, aunque cumplan la normativa legal que impone un dibujo de 1,6 mm. En neumáticos nuevos son 8 mm y los fabricantes recomiendan que se desechen si tienen menos de 6,4 mm. En todo caso, debe revisarse la profundidad de los surcos y si el desgaste es irregular, una indicación de que están deformados.
Además, si la fecha de fabricación impresa en la rueda muestra que tienen demasiados años, por muy nuevos que parezcan, el riesgo de que se cuarteen o deformen es grande. Ocurre igual al comprar neumáticos nuevos, que si llevan varios años en un almacén pueden estar «sulfatados» y funcionar como «una piedra», algo totalmente desaconsejado.
Neumáticos desechados no irán a los vertederos
Lo ideal para evitar accidentes es cambiar los neumáticos mucho antes de que finalice su ciclo de vida. Sin embargo, con la nueva normativa hay que alargarle el uso para contribuir con la salud de naturaleza. La directriz gubernamental choca con la opinión que sobre los neumáticos usados mantienen las asociaciones de consumidores y la Comisión de Fabricantes de Neumáticos.
Unos y otros que defienden la importancia de comprar neumáticos nuevos y no de segunda mano. Son más seguros y cuentan con una garantía real. Los rodados no la tienen. Insisten en que el ahorro en el precio de los usados no es tal y siempre los nuevos durarán más.
Servirán para hacer paredes y el techo de la casa
Los avances de tecnológicos y los nuevos procesos industriales han aportado ingeniosas y eficientes formas de aprovechar los materiales de desecho. En efecto, los neumáticos inservibles en lugar de ser desechados en los vertederos pueden aportar materiales de construcción. Ya el reciclaje puede aprovecha al 100% los materiales de los neumáticos. Se pueden separar los componentes y procesarlos para que adquieran una consistencia pétrea, de fácil manejo, ligero, impermeables y ecológico que pueden sustituir con ventaja el hormigón, la madera, el hierro y el cemento. Con colores, además, adaptables al gusto: negro, marrón y terracota en una variedad de tonalidades. Del mismo modo se le puede aplicar pintura.
Al ser impermeable impide la acumulación de moho, hongos y termitas, que casi siempre son un serio problema en casas construidas con madera o bloques de hormigón o cemento. El material, como otro elemento favorable a la naturaleza, no requiere de la explotación de canteras: cada muro de 183×180 cm recicla 36 neumáticos contaminantes y afeadores del paisaje.
Neumáticos para asfaltar, menos ruidos y menos grietas
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena en colaboración con el Centro Tecnológico del Calzado y del Plástico de la Región de Murcia han trabajado en un proyecto para reciclar el caucho vulcanizado de neumáticos en desuso. Combinan tecnologías de mecánica y de microondas, que podría minimizar la disposición de neumáticos inservibles, que es un verdadero problema para el continente y el resto del mundo.
En Europa se desechan más de 3 millones de toneladas de neumáticos anuales. Menos de la mitad es reutilizado como gránulos de caucho vulcanizado que se emplean en nuevos asfaltos, césped sintético, superficies deportivas y parques infantiles, pero el resto acaba en vertederos. Sin ningún tipo de tratamiento y con el riesgo de combustión y la emisión de gases contaminantes.
El gran paso en la economía circular sería un reciclaje de alta calidad y eficiente que permita fabricar neumáticos nuevos a partir de los desechados por inservibles. También pueden aprovecharse para el asfaltado de calles y carreteras, losetas de seguridad y pavimentos, guardarraíles más seguros, césped artificial, techos para viviendas, aislante acústico, metal regenerado, suelas para zapatos, y mil cosas más.
Cada año se reciclan en España cerca de 300.000 toneladas de neumáticos fuera de uso. Una vez recogidos, se clasifican entre los que se pueden renovar (proceso de recauchutado) y los que no. En el caso de no poder renovarse, van a plantas de reciclado. Ahí se extraen y separan sus componentes (caucho, fibra textil y acero).
Diez formas de reciclar los neumáticos inservibles
Asfaltado de calles y carreteras. Con el polvo del caucho del neumático se realizan mezclas bituminosas que se emplean para asfaltar carreteras. El caucho recuperado tiene propiedades de resistencia, elásticas y de insonorización que lo convierten en un excelente sustituto de los áridos vírgenes. Las “carreteras recicladas” se agrietan menos y contribuyen a la reducción de la contaminación acústica.
Losetas de seguridad y pavimentos para parques infantiles, canchas deportivas, etc. Absorben los impactos, son elásticos, secan con rapidez y amortiguan los ruidos.
Guardarraíles más seguros. Se pueden construir sistemas de doble y simple bionda que se acoplan a los quitamiedos convencionales para reducir los riesgos de lesiones ante los impactos en accidentes. Estos guardarraíles no solo protegen la integridad de los conductores y los pasajeros de los coches, sino también de los motoristas y los ciclistas.
Césped artificial. A partir de los neumáticos fuera de uso es posible fabricar césped artificial para pavimentar campos deportivos. Con un neumático usado se puede hacer un metro cuadrado de césped artificial para un campo de fútbol. Por tanto, para cubrir un estadio como el Santiago Bernabeu de Madrid o el Camp Nou de Barcelona se necesitarían 7.140 neumáticos. Una alternativa ecológica, confortable, higiénica y segura.
Otros usos de los neumáticos inservibles
Techos para viviendas. Se pueden emplear entre 600 y 1.000 neumáticos fuera de uso, convertidos en paneles de caucho. Posteriormente se recubren con polvo de pizarra para darles un aspecto más real, en forma de tejas. La durabilidad está garantizada para más de 50 años.
Aislante acústico. La fibra textil del neumático la valora mucho la industria de la construcción como aislante acústico dada su gran capacidad de absorción de vibraciones, así como su alta estabilidad ante agentes atmosféricos.
Suelas de zapatos. A partir de neumáticos usados se pueden fabricar suelas de caucho para todo tipo de calzado con una extraordinaria resistencia al desgaste y gran agarre a cualquier tipo de superficie. A partir del caucho de un neumático fuera de uso se pueden producir aproximadamente unos 30 pares de suelas.
Proyectos de obra civil. Las carcasas del neumático trituradas o enteras se destinan a aplicaciones como fortificación de taludes, terraplenes, arrecifes artificiales, rompeolas, rellenos de estribos para la construcción de puentes, raíles para los tranvías urbanos, etc.
Metal regenerado. Los neumáticos integran en su composición cables de acero para ofrecer mayor resistencia y versatilidad. En las plantas de procesamiento estos alambres de acero se retiran, reciclan y envían a los laminadores de acero para la fabricación de acero nuevo de gran calidad para la industria siderúrgica.
Tierra de ruedas desechadas
El vertido sin control de neumáticos fuera de uso es un grave problema en Lanzarote. Las autoridades han contabilizado más de 9.500 unidades, la mayoría en vertederos o en sitios que afean las linduras de la isla y son fuente de daños ambientales irreversibles.
El Cabildo de Lanzarote se propone la recogida y transporte de los neumáticos a un centro de clasificación para su posterior reciclaje. Reconoce que ese aprovechamiento no solo ahorra materias primas y energía, sino que también permite fabricar productos como rellenos de césped artificial, suelos de seguridad, parques infantiles, mezclas bituminosas, aplicación ornamental, suelas de calzado, fabricación de piezas de caucho, etc. Todavía son meros anuncios y estudios preliminares.
Lea también: