En los últimos años ha habido avances tecnológicos cuyo uso trasciende a las nuevas generaciones que acceden a su uso a edades cada vez más tempranas. La televisión, los videojuegos, el Internet y los aparatos tecnológicos se han vuelto parte de la vida cotidiana de niños pequeños y jóvenes. Los investigadores alertan que estas actividades no son apropiadas para los llamados nativos digitales y afecta de forma negativa su desarrollo neuronal.
El concepto de nativo digital implica que estas personas han llegado al mundo en los años 90, cuando las nuevas tecnologías ya tenían una fuerte presencia en la sociedad. Lo que provoca que tengan unas habilidades y una intuición mayores para el uso de dispositivos y herramientas digitales. Los nativos digitales tienen una fuerte relación de dependencia con las nuevas tecnologías. Las utilizan para informarse, estudiar, relacionarse, comprar y entretenerse, lo que puede mejorar el rendimiento y el desarrollo de facultades cognitivas.
Sin embargo, neurocientífico Michel Desmurget expone en su último libro La fábrica de cretinos digitales cómo los dispositivos electrónicos digitales pueden afectar de forma negativa el desarrollo neuronal de niños y jóvenes. El director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia explica que al exponer a los hijos al constante uso de los aparatos y la tecnología, los padres ponen en peligro su futuro y desarrollo.
Un estudio pone a prueba lo digital
Los expertos han investigado cómo ha variado el coeficiente intelectual, el cual iba aumentando de generación en generación. Pero en los últimos años esa tendencia empezó a invertirse en países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos o Francia.
Todavía no es posible determinar qué papel específico tiene cada factor, como por ejemplo el sistema de salud, escolar, la nutrición o la exposición a las pantallas. Sin embargo, se sabe con certeza que la exposición a las pantallas infiere en el coeficiente intelectual, aunque hay otros factores.
El aumento en el uso de la televisión, los videojuegos u otras herramientas digitales disminuye el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo. Especialmente en áreas como el lenguaje, la concentración, la memoria, la cultura. En última instancia, son impactos que conducen a una caída significativa en el rendimiento académico.
Las causas están claramente identificadas
Los niños y jóvenes expuestos a la tecnología presentan disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional. Además de la disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras como las tareas escolares, disfrutar la música o dedicarse al arte y a la lectura.
También tienen constantes interrupciones del sueño o sobreestimulación de la atención. Lo que provoca trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad. Otros presentan subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial o tienen un estilo de vida sedentario excesivo que, además del desarrollo corporal, influye en la maduración cerebral.
Los daños que provocan en el sistema neurológico
El mundo en el que vivimos y los desafíos a los que nos enfrentamos modifican tanto la estructura como el funcionamiento del sistema neurológico. Algunas regiones del cerebro se especializan, algunas redes se crean y se fortalecen, otras se pierden, unas se vuelven más gruesas y otras más delgadas.
El tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro dentro de diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención. Las actividades relacionadas con el colegio como el trabajo intelectual, la lectura, la música, el arte y los deportes son parte de un poder estructurador y nutritivo del cerebro, mucho mayor que las pantallas recreativas.
Desmurget critica duramente los estudios que defienden los videojuegos y menciona ciertos países (principalmente de Asia) que están legislando como abuso infantil el uso excesivo de pantallas.
¿La tecnología es una herramienta relevante para la educación?
Para los maestros, afrontar la formación de los nativos digitales es todo un reto. La situación de algunos es realmente preocupante. Muchos tienen competencias digitales muy bajas. Saben usar redes sociales y comprar online, pero no saben usar las herramientas de Office o no manejan las normas básicas de presentación de trabajos. Tienen mucha dificultad con las tecnologías educativas, falta de planificación, limitación del lenguaje, incapacidad para entender tareas medianamente “complejas” y su capacidad de reflexión es muy limitada.
Sin embargo, no todo es blanco o negro. El cuerpo de maestros y profesores también debe adaptarse a las nuevas tecnologías y las transformaciones sociales que conllevan. Así como a las necesidades de un alumnado cada vez más diverso.
La revolución digital no es mala ni debe ser detenida. La tecnología es una herramienta relevante en el arsenal pedagógico de los docentes, solo si es parte de un proyecto educativo estructurado. Y si el uso de un software determinado promueve eficazmente la transmisión.
Lea también: