Desde que Occidente aplica sanciones a los oligarcas rusos, las miradas se han dirigido al Reino Unido, donde aliados de Vladimir Putin operan, amasan y disfrutan sus inmensas fortunas. Muchos de los bienes de esos multimillonarios han sido congelados o bloqueados, como yates y villas. La cultura londinense también ha marcado distancia y los museos Tate cortaron lazos con dos oligarcas rusos sancionados.
Estados Unidos, UE y el Reino Unido han aplicado restricciones económicas y financieras coercitivas al régimen de Putin por la invasión a Ucrania. Además de los retiros totales o parciales de transnacionales energéticas y de alimentos.
Viktor Vekselberg, el fundador de un conglomerado energético ruso y socio de Vladimir Putin, fue miembro honorario de la prestigiosa Fundación Tate. Una organización benéfica de recaudación de fondos para adquisiciones, exposiciones, educación y proyectos de capital.
“El señor Vekselberg hizo una donación a la Tate hace siete años y ya no tiene su título de miembro honorario”, dijo el grupo de galerías de Londres.
Asimismo, Petr Aven, uno de los principales accionistas del mayor banco del sector privado de Rusia, ya no formará parte del Consejo Internacional de la Tate ni del Círculo Europeo de Recaudación. Ambos hombres están en las listas de sancionados por sus cercanos vínculos con Vladimir Putin.
Un portavoz de la Tate dijo que el Reino Unido no ha impuesto sanciones a ninguno de los partidarios individuales o corporativos actuales del museo. Y agregó que «cualquier relación histórica con antiguos donantes asociados con el gobierno ruso ahora ha terminado».
“Nos mantenemos en estrecho contacto con el DCMS (Departamento de Digital, Cultura, Medios y Deportes). Y revisamos activamente todas nuestras relaciones para garantizar que haya una alineación completa con la posición del Gobierno”, señaló el vocero. “Nuestros fideicomisarios y directores están comprometidos a hacer todo lo posible para apoyar al pueblo de Ucrania”.
Separan a oligarcas rusos de los museos Tate
La noticia de exclusión de esos oligarcas rusos de los museos Tate, llega cuando las instituciones del mundo se están deshaciendo de personas con conexiones con el Kremlin. En el contexto de una guerra que se vuelve más sangrienta y cruel cada día.
La Tate es el nombre con el que se conoce a la Galería Nacional de arte británico y arte moderno en Inglaterra. Esos museos enfrentaron presiones para romper los lazos con Vekselberg. Después de que el miembro del parlamento del Partido Laborista, Chris Bryant, dijera que “los museos deberían correr una milla del dinero ruso empapado de sangre”.
En una carta enviada por Vekselberg a Tate, vista por el Financial Times, dijo que estaba listo para renunciar «si la fundación cree que este acto es necesario». Y agregó que había estado «genuinamente feliz de que (sus) donaciones hayan contribuido al desarrollo de los lazos culturales. Seguiré haciendo todo lo posible para acelerar el advenimiento de la paz”.
Hace dos semanas, Aven renunció como síndico de la Royal Academy de Londres. La institución también devolvió una donación que hizo a su exposición en curso Francis Bacon. Tanto Aven como su socio comercial Mikhail Fridman refutaron las afirmaciones hechas en las sanciones de la UE, describiéndolas como “falsas e infundadas”.
La represión de los aliados de Putin tras la invasión de Ucrania está dejando al descubierto el alcance de su participación en el sector cultural. En EE UU, el oligarca ruso Vladimir Potanin, renunció a su cargo como administrador del Museo Guggenheim en Nueva York. Y la Ópera Metropolitana anunció que ya no participaría con artistas pro-Putin.
Multimillonarios con propiedades en el Reino Unido
El gobierno de Boris Johnson es altamente criticado porque impone sanciones, que no cobijan a todos los cercanos a Putin. Y porque se ha permitido por años el funcionamiento de un tipo de sistema que los recibió en Londres sin mayores investigaciones.
Transparencia Internacional en Reino Unido reveló que ciudadanos rusos acusados de delitos financieros o cercanos al Kremlin tienen propiedades en el país por al menos 1.500 millones de libras esterlinas. Aunque cifra podría ser mayor, dado que no existe en la actualidad un mecanismo que permita conocer quiénes son los verdaderos dueños de las propiedades. Muchas adquiridas desde el exterior.
Según un informe de octubre de 2020 del Colectivo de Datos Anticorrupción, siete oligarcas postsoviéticos estuvieron conectados con la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de EE UU. Algunas de las donaciones, agrega el documento, probablemente se hicieron “para suavizar y blanquear” las imágenes personales de los oligarcas. O “en la búsqueda de suavizar la imagen de Rusia en el extranjero”.