Se creía que los murciélagos eran el principal vector en China de transmisión del coronavirus, pero ahora pueden ayudar a combatirlo. Ahora las investigaciones van en otra dirección. Podría resultar un avance hacia la búsqueda de una vacuna que cure a la gran cantidad de contagiados.
En 2010 fue la fuente originaria de otra enfermedad respiratoria: el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés). Resultó ser tan letal que mató a 850 personas e implicó más de 2.500 contagiados.
Desde la declaración de la pandemia del coronavirus, las pruebas de secuencia en el genoma se han centrado en, al menos, seis especies de murciélagos. Ellos son el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), el murciélago egipcio de la fruta (Rousettus aegyptiacus), el murciélago de nariz de lanza (Phyllostomus discolor). También el murciélago ratonero grande (Myotis myotis), el murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii) y el murciélago de cola libre aterciopelado (Molossus molossus).
Ahora los científicos han podido desmentir esa creencia. En las investigaciones que han hecho en el sistema de este mamífero volador han encontrado otra dirección: su inmunidad les permite convivir con el coronavirus sin enfermarse. Aseguran que el secreto de “este milagro” podría estar en su código genético.
Los científicos están seguros de que es en esa cadena donde estaría el tratamiento del coronavirus y, por supuesto, de otras próximas pandemias. Al menos así lo contaron en el trabajo publicado por la revista Nature.
Por qué los murciélagos contagian virus
La profesora de la University College, de Dublín, Emma Teeling, es la cofundadora del proyecto Bat1K, en el que pretenden decodificar los genomas de las 1.421 especies de murciélagos conocidos. Afirmó que, con las pruebas realizadas a estos mamíferos voladores, han descifrado que tienen «sistemas inmunes únicos». «Contamos con las herramientas para entender las medidas que se deben tomar. Ahora necesitamos elaborar los medicamentos para hacerlo», dijo.
Señaló que la selección de estos voladores se debe a su estrecha relación con animales carnívoros (perros, gatos y focas), pangolines, ballenas y ungulados (mamíferos con pezuñas). Además, poseen genes que contribuyen al cálculo de distancias a través del sonido, que usan para cazar y navegar en la oscuridad.
El profesor Aris Katzourakis, miembro del Departamento de Zoología de Oxford y coautor del estudio, explicó que la investigación confirma relaciones antiguas entre murciélagos y un tipo de virus responsable de inmunodeficiencia y leucemia. “Estos virus rara vez se endogenizan, pero este trabajo demuestra que han sido transportados por murciélagos a lo largo de la historia evolutiva», indicó.
Katzourakis afirmó que la investigación de los genomas de los murciélagos seleccionados contiene una mayor diversidad que otras especies y “proporciona un registro genómico de tolerancia histórica a la infección viral”.
Murciélagos versus coronavirus
Una publicación de BBC Mundo señaló que los murciélagos son un reservorio natural de otros virus. Son muy conocidos por transmitir la rabia, así como también los virus de Marburgo, Nipah y Hendra en África, Malasia, Bangladesh y Australia.
Pero no son los únicos mamíferos que transmiten enfermedades a los humanos. El grupo también lo integran los roedores, los primates y los pájaros. Los naturalistas aseguran que estos animales atacan y transmiten enfermedades por la invasión de espacios por parte de los humanos. O cuando son cazados para el consumo alimenticio o comercialización, como en Wuhan, China, donde el pangolín y el murciélago forman parte de la oferta callejera.
Lo importante es que estos mamíferos voladores no sean considerados como una amenaza, porque tienen un papel importante dentro del ciclo de la naturaleza. Son indispensables para la polinización de frutas como los plátanos, los aguacates y los mangos. A su vez, son excelentes exterminadores de insectos que transmiten enfermedades.
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