Por Cambio16
1/1/2017
La economía española se enfrentará en 2017 a una situación de desaceleración global que lastrará su crecimiento por debajo del 2% del PIB. Este empeoramiento se producirá por el aumento de la aversión al riesgo en los mercados financieros derivado de la debilidad de las economías occidentales excesivamente endeudadas, además de por una productividad en descenso y una falta notable de inversiones productivas.
Éstas son algunas de las claves del Informe de Perspectivas Económicas 2017, elaborado por el Departamento de Investigación de IMF Business School. El estudio señala que el sobreendeudamiento de la economía nacional (4,1 billones de euros), tanto público como privado, nos hace vulnerables a un aumento de la aversión al riesgo una vez que los últimos datos del Banco de España constatan que el desapalancamiento iniciado en 2013 se está revirtiendo.
Según explica Lorenzo Dávila, director del departamento de Investigación de IMF: “La victoria del Brexit en Reino Unido y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos abren un nuevo escenario geopolítico que puede suponer el desencadenante de la aversión al riesgo en los mercados financieros. Y España, siendo uno de los países más endeudados del mundo, se sitúa en un escenario de mucha fragilidad”.
Otro de los aspectos clave para explicar la debilidad de la economía global es su ‘financiarización’. Un proceso por el que el sector financiero cada vez ocupa un peso mayor en los beneficios empresariales, orientando a las compañías hacia la maximización del valor de la acción y que en el terreno de las empresas no financieras y familias implica un incremento de las deudas y de las rentas derivadas de actividades financieras.
Corrección bursátil
En lo que se refiere a los mercados bursátiles, el informe prevé una corrección de entre un 10 y un 20% para el periodo 2017-2018 como consecuencia del exceso en la sobrevaloración de activos y de un sentimiento alcista para la actual situación del ciclo económico. Con respecto a la bolsa española Dávila señala: “Nuestro país tiene una exposición en inversión directa en el Reino Unido y en Brasil de más del 70%, países que en 2017 se enfrentan a un futuro político de extrema incertidumbre”.
No obstante, desde IMF Business School se apunta a las energías renovables, servicios sociales, biomedicina, bioagricultura e industrias aeronáuticas como las áreas de mayor potencial.
El petróleo se mantendrá en el intervalo de precio de 40-60 dólares por barril, por la demanda de áreas emergentes, y el comportamiento de cierta oferta. Sin embargo, si se produce una fuerte aversión al riesgo en los mercados podría descender por debajo de los 50 dólares.
China, al 7%
Frente a esta dinámica de Occidente, las áreas emergentes presentan para 2017-2018 unas mejores perspectivas apoyadas en unas cuentas públicas más saneadas, mejora de las reservas y una mejora en los niveles de formación. Si bien las economías más vinculadas o dependientes de Estados Unidos se verán afectadas por dicha desaceleración, China mantendrá un crecimiento del 7% pese a que no ha logrado virar de manera decisiva su modelo de crecimiento hacia una economía basada en el consumo privado, por lo que continúa basando su fortaleza en la inversión y el sector exterior, muy ayudado por dos herramientas: el control de capitales y el tipo de cambio.
El mayor riesgo para Asia y Latinoamérica procede de un parón no esperado en Estados Unidos y otros países occidentales endeudados. Otro de los peligros latentes para China puede venir de la política comercial de la nueva administración Trump.