La búsqueda de experiencias personalizadas es la consigna de los millenials. Esos inquietos exploradores digitales, han dejado claro que los cruceros tradicionales no les resultan particularmente atractivos. Las multitudes, los espacios reducidos y la falta de exclusividad, no encajan con su estilo de vida. Pero ¿qué pasa si se les ofrece algo diferente? Algo que suene más a “yates” que a “cruceros”. Ahí es donde las cadenas hoteleras de élite están apuntando para cambiar el juego.
Navegar por el mundo, disfrutando de destinos únicos, con un servicio impecable y en un ambiente íntimo y relajado. ¿Le suena bien? Eso es precisamente lo que buscan los Millenials. No quieren cruceros, quieren disfrutar del placer que solo se encuentra en un yate de lujo. Una tendencia en auge que redefine la experiencia de viajar por mar.
Los tiempos cambian, y con ellos, nuestra forma de viajar. Hace cinco años, éramos diferentes. Hoy, nuestras travesías también han evolucionado. Un ejemplo claro: el creciente número de cruceristas españoles. En 2019 alcanzó un récord de 10,6 millones de pasajeros. Los viajes en cruceros se han vuelto cada vez más populares. En el horizonte actual, resaltan las propuestas de navegaciones en embarcaciones íntimas y privadas, tipo yate. La clave: la exclusividad de la experiencia.
Pero ¿qué define exactamente navegar en un crucero tipo “yate” de lujo? Para entenderlo, debemos despojarnos de las viejas imágenes y prejuicios. En sus inicios, allá por los años 50, navegar era un medio elitista de transporte al que accedían las clases altas. Con el paso del tiempo han mutado, se popularizaron hasta convertirse en un destino en sí mismo. Ahora el viaje importa tanto como el lugar al que llegamos. Olvídese de las cabinas estrechas y claustrofóbicas. En los viajes en “yates” de lujo, su alojamiento no es solo un lugar para dormir, es un oasis de confort que le acompañará durante todo el viaje.
Del crucero al yate de lujo
Imagine deshacer su maleta una vez y moverse con un hotel cinco estrellas por todo el mundo. El barco le lleva de ciudad en ciudad. Usted solo tienes una misión: descansar. Si busca escapadas románticas o lunas de miel, los barcos boutique son ideales. Si viaja con niños, los hay más grande con entretenimiento a bordo. La joya de la corona: la sensación de que el personal le conoce. El lujo se amplifica con la personalización. ¿Quieres explorar la fauna marina? Hay cruceros que recorren el Ártico con científicos de National Geographic. ¿Es un sibarita? Algunos barcos tienen chefs con estrellas Michelin a bordo.
Se diferencian de los convencionales en varios aspectos clave. En primer lugar, suelen tener una capacidad mucho menor, con un máximo de 500 pasajeros, lo que crea un ambiente más íntimo y relajado. Además, el servicio es totalmente personalizado, con tripulantes que conocen y anticipan las necesidades de cada pasajero. En algunos casos incluso cuentan con un asistente o mayordomo para atender sus requerimientos.
Otra diferencia importante es que suelen llegar a destinos inaccesibles para los grandes cruceros, ofreciendo experiencias más auténticas. Por lo general, incluyen todos los extras y excursiones. Significa que los pasajeros no tienen que preocuparse por gastos adicionales. Como la exclusividad es el factor clave, hay opciones para todos los gustos y preferencias. Desde barcos muy pequeños que llevan a menos de 100 pasajeros, hasta otros más grandes que transportan a 500.
Millenials en la mira
Los millennials adinerados no quieren viajar en barcos enormes atestados de gente. Las compañías de lujo están buscando nuevas formas de atraer a viajeros más jóvenes y sofisticados. Los «yates» de lujo ofrecen una experiencia más íntima y personalizada. Navegan por los mares del mundo con estilo. Su diseño elegante y sofisticado, unido a la calidad de sus materiales y la atención al detalle, los convierten en auténticos palacios flotantes.
El marketing es clave para atraer a viajeros más jóvenes al mundo de los cruceros. Utilizar términos como «yate» o «boutique” contribuye a crear una imagen más sofisticada y exclusiva. “El crucero típico no resuena con el público joven y moderno, pero el nuevo ‘yate’ o ‘micro’ crucero ha despertado una obsesión”, explica Jack Ezon, director ejecutivo de Embark Beyond, una agencia de viajes especializada en lujo. Y no exagera: la demanda nunca había sido tan alta en sus 25 años de experiencia.
El Four Seasons Yachts es un claro ejemplo de la nueva tendencia. Su primer yate, que debuta en 2026, ha cautivado a los millennials más exigentes con su propuesta de lujo personalizado y experiencias únicas en las Islas Menores del Caribe. Una cabina doble en el primer viaje del barco, (un paseo de siete noches por las idílicas islas de las Antillas Menores del Caribe), está en el orden de los 19.000 dólares. La expectativa de los pasajeros es alta: esperan que el nivel de atención al detalle y servicio esté a la altura de los legendarios hoteles de la marca.
Para elegir
La Ritz-Carlton Yacht Collection, propiedad de Marriott, ha sido un imán para los escépticos millenials convertidos. Su primer yate, inaugurado en 2022, atrae a pasajeros con una edad promedio de 54 años, unos 10 a 15 años más jóvenes que los viajeros de líneas como Silversea o Regent Seven Seas Cruises. Alrededor del 50% de sus pasajeros son nuevos en el mundo de los cruceros. La promesa de camarotes exclusivos y un servicio personalizado ha conquistado a muchos.
Pero no se detiene ahí. Los yates de Four Seasons, Aman y Orient Express también están en el horizonte, debutando con un número reducido de camarotes y una atención que solo se encuentra en los grandes barcos de lujo. La clave del éxito de la Ritz-Carlton Yacht Collection es su enfoque en la experiencia. La directora de marketing de la marca, Gaby Aiguesvives, una millennial, dice que la verdadera diferencia está en el ambiente a bordo, que ofrece una sensación más relajada, íntima y personalizada.
Otras compañías de lujo también están siguiendo este enfoque. Aman y Orient Express están preparando el debut de sus propios yates en los próximos años, con una pequeña cantidad de camarotes. El operador Aqua Expeditions también está teniendo éxito al atraer a viajeros más jóvenes al mundo de los cruceros. La compañía se enfoca en destinos no convencionales y enfatiza los términos «boutique» y «lujo» en su material de marketing. La edad media de su clientela en cruceros oceánicos ha bajado de 55 a 40 años desde 2020.
Lo que ofrecen
Se orientan a un público exigente. Cada marca ha desarrollado una identidad que ahora llevan al mar. Su objetivo no es el crucerista tradicional. Es el viajero que quiere pasear a bordo de un hotel cinco estrellas.
- Ritz-Carlton Yacht Collection: Lujo con el sello de calidad de Ritz-Carlton. Libertad y flexibilidad a bordo. Ambiente íntimo y refinado. Todas suites con terraza privada. Cada suite cuenta con un asistente personal. Experiencias culinarias únicas. Viajes a medida en tres yates personalizados. Destinos únicos y distinguidos. Capacidad para hasta 298 huéspedes. Servicio personalizado, excelencia gastronómica y comodidades de lujo.
- Four Seasons Yachts: Posiblemente el crucero más costoso del planeta a partir de 2026. 95 suites con precios en línea con los de las mejores suites de hoteles de lujo. Espacio y lujo a bordo. No se dirige a los amantes de los cruceros sino a los clientes de Four Seasons Hotels Ltd. y a los incondicionales de su marca. Sólo el desayuno está incluido en el precio de la habitación. Todas las demás comidas y el alcohol serán a la carta.
- Yate Satori: Sobria elegancia de los veleros de los años 20 y 30. Muestra una era pasada de elegancia de teca y caoba. Atención absoluta a los detalles. Capacidad para alojar hasta diez pasajeros. Experiencia gastronómica inmersiva. Juguetes acuáticos y deportes a bordo. Hospitalidad a bordo integral con área de tripulación cuidadosamente diseñada.
Sofisticación al alcance
Los cruceros tradicionales ya no son lo que eran. Al menos, no para los millennials adinerados. Quienes rechazan el estereotipo de los viajes abarrotados y camarotes estrechos. Los nuevos yates de lujo están diseñados para desafiar esta percepción. El yate Ilma del Ritz-Carlton presume de tener «la mayor proporción de espacio por huésped en alta mar». Todas las habitaciones están equipadas con balcones y muchas suites son lo suficientemente grandes como para incluir bañeras. Del mismo modo, el Four Seasons afirma que su nuevo yate ofrecerá «un 50% más de espacio habitable por huésped» que los barcos actuales.
Además de ofrecer más espacio, los nuevos yates de lujo también están adoptando un enfoque diferente del entretenimiento a bordo. El yate Four Seasons, por ejemplo, elimina el modelo todo incluido y ofrece un puerto deportivo transversal para permitir a los huéspedes disfrutar de deportes acuáticos y relajarse junto al mar. El objetivo es ofrecer una experiencia más auténtica, que permita a los huéspedes disfrutar realmente del destino en lugar de simplemente verlo desde la distancia.
Algunos de los nuevos barcos incluso están abandonando por completo los itinerarios fijos. La goleta de madera Satori, una extensión del hotel boutique Borgo Santo Pietro en la Toscana, ofrece itinerarios personalizables que pueden incluir destinos como Córcega, Malta o la costa croata. Con capacidad para solo 10 pasajeros, el yate está disponible solo para aquellos dispuestos a alquilarlo por completo, a partir de unos 118.000 dólares por semana. Para los millennials que buscan darse un capricho, la navegación en los «yates de lujo» ofrece una opción más sofisticada. Aunque los precios pueden parecer prohibitivos para muchos, siguen siendo más asequibles que alquilar un yate privado, que puede costar 200.000 dólares, o más, por semana.