Los niños y adolescentes menores de 16 años de edad fueron uno de los grupos en condiciones más difíciles en España en 2019. La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social Arope aumentó 1,3% en este grupo, a diferencia de otros. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) señala que el 25,3% de la población en general está en riesgo de pobreza o exclusión social.
Aunque el año pasado el ingreso anual medio por persona aumentó 2,3% y ascendió a los 11.680 euros (en 2018 fue de 11.412 euros), al 7,4% de los hogares españoles se les hizo difícil llegar a final de mes.
Hay comunidades autónomas, como las del sur y Canarias, donde el monto del ingreso anual es inferior y son las más desfavorecidas. Sin embargo, Ceuta y Melilla tienen un mayor riesgo de pobreza o exclusión social con un 45,9% y 38,5%, respectivamente.
La información se da a conocer en un momento de desconfinamiento por la COVID-19 y su repercusión tanto en el empleo como en el nivel de ingresos.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar la ECV de 2019. El instrumento se basa en datos de 2018 y mide la pobreza y la exclusión social en el país. Asimismo, ayuda a hacer comparaciones con otros países de la Unión Europea (UE).
La encuesta se está llevando a cabo desde 2004. En esta oportunidad comprendió una muestra efectiva de aproximadamente 40.000 personas. También contiene los datos de los estudios desde 2010 hasta 2019.
La ECV mide aspectos como el riesgo de pobreza y la desigualdad en los ingresos. La posibilidad de los hogares de que puedan cubrir los gastos. También, el nivel de ingresos de las provincias y, por supuesto, su incidencia en el nivel de vida de la población.
Se determinó, pues, que la población en riesgo de pobreza o exclusión social (lo que se conoce como tasa Arope) es de 25,3% en comparación con el 26,1% del año anterior. Esto significa que hubo una mejora, lo que también sucede con otros indicadores.
La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social Arope (At Risk of Poverty or Social Exclusion, por sus siglas en inglés) toma en cuenta tres aspectos: 1. La población que está en riesgo de pobreza. 2. La población que tiene carencias materiales. 3. La población que presenta baja intensidad en el empleo.
Así, dicha tasa tuvo dos mejoras en 2019. La carencia material pasó de 5,4% a 4,7%. Y el riesgo de pobreza bajó de 21,5% a 20,7%.
Por el contrario, la baja intensidad en el empleo aumentó una décima: pasó de 10,7% a 10,8%.
Con relación a los grupos de edad, la tasa Arope bajó un punto en las personas de entre 16 y 64 años, que comprende el 26,9% de la población incluida en este indicador. También, 1,9 puntos en los mayores de 65 años con el 15,7% de población. No obstante, se incrementó 1,3 puntos en los menores de 16 años que tiene la mayor parte de la población con el 30,1%.
Por otro lado, el umbral de riesgo de pobreza, que es otro indicador importante, señaló que hubo un aumento en los ingresos de los hogares de una sola persona.
“En 2019 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2018) se situó en 9.009 euros, un 1,6% más que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 18.919 euros”, señaló una nota de prensa del INE.
Los menores de 16 años, con el mayor riesgo de pobreza
La población en riesgo de pobreza, otro indicador, sirve para medir la desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas perciben ingresos bajos con relación al resto de la población.
Así pues, el 20,7% de la población residente en España está por debajo del umbral del riesgo de pobreza (se tomaron en cuenta los ingresos de 2018). Hubo una disminución con relación al 21,5% del año anterior.
Los menores de 16 años vuelven a llevar la peor parte en este sentido con un aumento de 0,9 puntos. Mientras tanto, se redujo 1,2 puntos para los que tienen entre 16 y 64 años, y 1,1 puntos para los mayores de 65 años.
Por otro lado, cabe acotar que la tasa Arope se puede desagregar sobre la base de características como el nivel de estudios y el tipo de hogar.
Por tanto, el nivel educativo cobra importancia. El 31,7% de la población, que tiene un nivel educativo equivalente a la formación secundaria de primera etapa, estaba en riesgo de pobreza o exclusión social.
Este porcentaje es mucho mayor que el de la población que tiene estudios superiores. En este grupo el 13,7% corría el mismo riesgo.
El problema también se presenta en el 46,8% de los hogares con un adulto y niños dependientes a cargo.
La actividad, a su vez, es otro factor que repercute. El 56,9% de los parados estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. El porcentaje supera con creces al 15,3% de los ocupados y al 14,0% de los jubilados.
Igualmente, la nacionalidad influye en la situación. Los españoles tienen más posibilidades de vivir mejor que los extranjeros que son miembros de la UE y que los extranjeros de otros países.
“De acuerdo con la nacionalidad, el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza o exclusión social era del 21,7% para los españoles, del 46,2% para los extranjeros de la UE y del 54,2% para las personas cuya nacionalidad no era de un país de la UE”, agregó.
La situación de los hogares y las regiones de España
Algunos hogares presentan dificultades. Para el 7,4% de los hogares españoles fue muy difícil llegar a fin de mes en 2019. El 33,9% no pudo costear los gastos imprevistos. El 33,4% no se pudo ir de vacaciones ni siquiera una semana al año.
Otro aspecto de interés fue que el 6,9% de los hogares se retrasó en los pagos de gastos relacionados con la vivienda principal. Es decir: hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad, etc.
En cuanto a las comunidades autónomas, las del sur tienden a verse más afectadas. Los ingresos medios anuales más bajos fueron los de Extremadura (8.796 euros por persona), Región de Murcia (8.956) y Andalucía (9.160).
Sin embargo, los ingresos medios anuales más altos se vieron en el País Vasco (15.300 euros por persona), Comunidad de Madrid (14.199) y la Comunidad Foral de Navarra (13.937).
A su vez, las tasas Arope se presentaron con más incidencia en Extremadura (37,7%), Andalucía (37,7%) y Canarias (35,0%). También en Ceuta y Melilla con 45,9% y 38,5%, respectivamente. Otra comunidad de España que también corre mayor riesgo de pobreza o exclusión social es Castilla-La Mancha con el 30,7%.
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