Las dificultades para domar el fuego y la emergencia ambiental alimentan las teorías negacionistas de los usuarios digitales
Federica Carlino / ZETA LUISS
Los Ángeles arden desde el 7 de enero. Nubes de humo cubren la ciudad que ahora se tiñe de dos colores: el naranja de las llamas y el negro de todo lo que se ha convertido en cenizas.
Hay cinco incendios principales en la región. El más grande, el incendio Palisades, abarca la región costera de Pacific Palisades, entre Malibú y Santa Mónica. Otro foco es el de Eaton. En el Valle de San Fernando hay dos incendios más pequeños, el Hurst Fire y el Lidia Fire. El último es el incendio Sunset, que carbonizó el barrio residencial de Hollywood Hills.
Los bomberos continúan combatiendo las llamas, pero las condiciones climáticas y los fuertes vientos dificultan las operaciones de contención. Hasta el momento han muerto diez personas, pero el número de víctimas aumentará. Más de 180.000 personas han sido desplazadas.
Miles de publicaciones en redes sociales transmiten palabras de condolencia a quienes están sufriendo la catástrofe medioambiental, pero también tonos de polémica para encontrar un culpable o una causa que denunciar.
La temporada de incendios suele coincidir con la temporada de verano y se prolonga como muy tarde hasta octubre. La continua sequía y seis meses de precipitaciones casi nulas, con ráfagas de viento intenso, han alimentado los incendios actuales.
«Los vientos y la baja humedad relativa seguirán creando condiciones peligrosas», se lee en las últimas previsiones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ( NOAA ). La intensidad de los vientos de Santa Ana, que alcanzó los 160 km/h, no es en realidad una anomalía, sino más bien típica de esta zona.
«Es un viento local – explica Serena Giacomin, meteoróloga y presidenta de la Red Italiana del Clima – proviene del interior de California y Nevada, en una zona muy seca y montañosa».
Cuando baja de las montañas «se comprime, se seca y puede alcanzar una fuerza importante». Por lo tanto, la combinación de aridez territorial y ráfagas de viento provocó condiciones climáticas de emergencia. “El fuego se vuelve indomable”, añade.
Desde un punto de vista meteorológico, California ha sufrido un impacto muy fuerte del calentamiento global. Según las últimas cifras de la NOAA, no llovió de junio a octubre. Mientras que mayo, noviembre y diciembre de 2024 hubo una disminución en las precipitaciones.
En mayo cayeron 6 milímetros, frente a una media de 13; en noviembre, 3,5, lejos de los 19 esperados. La situación más grave se produjo en diciembre, con apenas 0,5 milímetros de precipitación frente a la media histórica de 71,6.
La poca agua tiene efectos que se evidencian en la vulnerabilidad de la vegetación.
«El cambio climático no es el culpable directo del inicio de los incendios – añade el experto – pero ha aumentado el impacto y ha hecho a la sociedad muy vulnerable al problema».
Sin embargo, la crisis no está sólo relacionada con el clima. En las redes sociales, los ataques e insultos afectaron primero a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, que se encontraba en Ghana en los primeros días del incendio, tras la toma de posesión del presidente John Dramani Mahama.
El presidente electo, Donald Trump, calificó de incompetentes tanto a Bass como al gobernador de California, Gavin Newsom. En La Verdad escribió:
«El fuego se propaga rápidamente desde hace tres días – CONTENCIÓN CERO. ¡Y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias no tiene dinero, todo lo desperdició en la Nueva Estafa Verde!”
No contento, cambió el nombre del gobernador a «Newscum» ( «scum» es escoria en inglés) y pidió su dimisión.
Los usuarios de X comentan lo sucedido utilizando los hashtags #LosAngelesFire #CaliforniaWildfires #LosAngelesWildfires #California y #LosAngeles
Prevalecen dos narrativas. El primero sobre la incompetencia de la clase política demócrata para saber gestionar y prevenir una emergencia de esta magnitud. Por el otro, conectado con el anterior, los votantes de Trump que, además de subrayar que algo cambiará con la nueva presidencia, niegan las causas del cambio climático.
Mientras los socorristas trabajan incansablemente para contener las llamas, el presidente Biden ha decidido cancelar su viaje a Italia, durante el cual estaba previsto reunirse con la primera ministra Giorgia Meloni y el papa Francisco, para seguir de cerca la evolución de la situación. Si la emergencia ha puesto de relieve la necesidad de una gestión más eficaz y de medidas a largo plazo para prevenir crisis similares, «el esfuerzo que debemos hacer es superar la dicotomía de «es culpa del pirómano o del cambio climático», pero tratar el tema como si algo que aumenta los riesgos ya existentes».