Los hongos y las setas integran el reino fungi. Son organismos fascinantes que han sobrevivido evolucionando y adaptándose. Se estima que en el mundo hay 1,5 millones de especies de hongos. Solo se han descrito 100.000 y apenas conocemos en profundidad unas 100. Se les considera recicladores naturales eficientes que cumplen su función biológica conservando sus rasgos bioquímicos esenciales.
Fundada en 1998 por Catalina Fernández de Ana Portela, Hifas da Terra es un proyecto biotecnológico pionero nacido en Galicia que se ha convertido en la biotech internacional líder en el desarrollo de productos naturales destinados a la salud humana basados en hongos medicinales. El Grupo Hifas da Terra, compuesto por Hifas da Terra (Hdt), Hifas Foresta, Hifas Vet, Hifas Foundation y Fundación Hifas, destina el 62% de sus beneficios a I+D, principalmente en las áreas terapéuticas de gastroenterología, inmunología, oncología, sistema músculo esquelético y salud mental-emocional. Es la única empresa europea con ensayos clínicos doble ciego randomizados que evalúa sus nutracéuticos fúngicos a este nivel, incluidos dos ensayos en curso en oncología.
Bióloga, micóloga, y en un programa de doctorado en investigación clínica en oncología en la Universidad de Santiago de Compostela, Catalina Fernández de Ana Portela afirma que del mundo de los hongos van a salir las grandes moléculas de la medicina del próximo siglo:
“Pensemos en los grandes fármacos que salvan vidas. El más importante de todos, la penicilina, que ha cambiado la historia de la humanidad, es un hongo. Es un mundo inmenso por descubrir. Los hongos llevan ahí desde la época de los dinosaurios y han sido capaces de adaptarse. Eso justo es lo que nos ofrecen, la capacidad de adaptación”.
La biotech más grande de Europa en investigación y desarrollo surgió de un proyecto universitario. ¿Qué buscaba y cómo se ha producido tan espectacular desarrollo?
Quería que fuese una empresa innovadora con una clara base biotecnológica. Y, sobre todo, que aportase beneficios a la sociedad. Su desarrollo ha ido ligado siempre al respeto por los organismos, por los hongos que estamos tratando, la ciencia, el paciente, la persona que va a recibir ese producto. Que se note que aporta valor y que marcamos la diferencia. Siempre hemos tenido un objetivo muy importante: cambiar la vida de las personas.
Hasta que Fleming descubrió la penicilina, los hongos tenían muy mala fama. Sin embargo, en Oriente, sus propiedades curativas son milenarias. China es la cuna de la micoterapia. ¿Se ha propuesto acabar con tópicos y leyendas negras?
Efectivamente, cuando empezamos con Hifas, lo primero que nos decía todo el mundo es que los hongos no eran más que fibra y agua, o bien nos preguntaban que si eran hongos alucinógenos (en Galicia lo llamaban pan de meigas o pan de cobra). Durante todo este tiempo hemos impartido formación sobre la materia hasta el punto de que hemos cambiado la forma en que la gente la percibe.
Gracias a esa formación, han surgido otras empresas que también buscan cambiar el panorama y encontrar en los hongos un gran aliado de la naturaleza. Un aliado que ha estado desarrollándose a nuestro lado mucho antes que nosotros y, después, adaptándose a nosotros, haciendo que nos adaptásemos nosotros también. El camino se hace andando. Y lo que está haciendo la micoterapia es mostrar cómo puede cambiar nuestras vidas.
¿En qué consiste la misión Improving health worldwide?
Exactamente en cumplir nuestra promesa. Cuando yo empecé, me hicieron una entrevista y me preguntaron: “¿Cuál es tu sueño?”. Yo respondí: “Las setas de Hifas”. Hemo cumplido este sueño y mucho más. Y una misión es una promesa. Desde Galicia vamos a mejorar la salud de la gente en el mundo. Para mí, es un motivo de orgullo. Demuestra que, en Galicia, en Pontevedra y en España somos gente con muchas capacidades, que tenemos un país maravilloso y que podemos ofrecer mucho. Somos líderes en muchos aspectos y se nos aprecia en el resto del mundo.
Deberíamos creérnoslo un poco más y querernos un poquito más nosotros mismos. Es la fuerza que impulsó nuestro crecimiento. Da igual el país del que vengas o el idioma que hables, lo que todos dicen cuando prueban los productos de Hifas da Terra es “que su vida ha cambiado”. Esa frase nos define y, por lo tanto, es una promesa que cumplimos orgullosamente.
Comenzaron produciendo setas de forma ecológica para la dieta. Luego dieron el salto para desarrollar productos naturales con hongos medicinales. Afirma que su función es construir un puente entre el conocimiento de las bibliotecas y los centros de investigación. ¿De qué forma?
El jefe de investigación, el director del departamento I+D y yo nos encontramos en Belgrado (Serbia) en el Congreso Internacional de Micoterapia, adonde fuimos para compartir ideas y adquirir formación. Buscamos siempre este tipo de intercambios. Hablamos con gente de Estados Unidos, Serbia, China, Japón, Alemania, Nigeria, etc.
A este tipo de eventos asisten investigadores de todo el mundo y siempre se dice lo mismo: se investiga para que se quede en las bibliotecas. Son muy pocas las empresas que verdaderamente se toman el trabajo de analizar qué es lo que se está haciendo en la investigación puntera y llevarlo a la práctica, a la sociedad. Es una reflexión que me hago muchas veces.
Al final, en España y en otros muchos países, la investigación la impulsan las empresas privadas, como Hifas da Terra, que reinvierte todo en investigación. Por norma general, se investiga muchísimo en los centros de investigación, en los hospitales, en las universidades, y eso lleva a publicaciones. Estas publicaciones tienen que ser de las universidades, de las bibliotecas y tienen que convertirse en productos que mejoren la vida de la sociedad. Si no cerramos el círculo, no tiene sentido, y eso es lo que pretende Hifas da Terra, tender un puente, asumir la tarea de investigación.
Además, aprovechamos la investigación de muchísimos centros y publicaciones de todo el mundo para que no queden enterradas en las bibliotecas y salgan a la luz. Es nuestra aportación también a la sociedad. Recoger toda esa investigación, saber interpretarla, evaluarla y llevarla a la práctica como un producto que cambie la vida de las personas. Es la forma como establecemos este puente.
El reino fungi es una mezcla entre el reino animal y vegetal. ¿Cuáles son sus características y qué beneficios aporta?
Efectivamente, es un reino que se encuentra entre ambos. Un ser que no es autótrofo, que no puede sintetizar su propia comida. Tiene que alimentarse de otros organismos y, en eso, presenta unas características de animal, que tiene que moverse de alguna manera para conseguir comida fuera de su cuerpo. Del vegetal también tiene características. Por ejemplo, las mismas moléculas que pueda tener en el exoesqueleto un artrópodo. Contar con características mixtas lo que hace muy resistentes a muchísimas adaptaciones. Tienen que sufrir para sobrevivir.
Sostiene que el gran secreto de los hongos es que son adaptógenos, sobreviven a los cambios y son los grandes limpiadores del mundo. ¿A qué se refiere?
Los hongos se adaptan porque tienen unas moléculas –enzimas– muy poderosas que los ayudan a desarrollar muchísimas propiedades y esa es la base de la farmacopea, de la farmacia antigua y del conocimiento. Realmente, lo que conocemos es su capacidad de adaptación y, cuando nosotros los tomamos, hacen que nos adaptemos nosotros. Por eso son adaptógenos.
En cuanto a que son grandes limpiadores del mundo, me refiero a que son como grandes esponjas. El micelio de los hongos –una estructura de apariencia similar a una raíz, consistente en una masa de hifas ramificadas y de textura como de hilo, que forman la parte vegetativa de un hongo– atrae los metales pesados y las radiaciones. En Serbia, por ejemplo, no se recomienda aún la recolección de hongos afectados por radiaciones de la guerra.
Hay muchos hongos, sobre todo los boletus, que se están comercializando y proceden de esta zona. Están recogiéndolos y vendiendo y no hacen analítica. En Hifas da Terra somos obsesivos con las analíticas para hacer la trazabilidad del producto.
¿Cómo limpian los hongos un suelo contaminado?
El hongo es capaz de convertir el hidrocarburo en azúcares básicos con los que se alimenta. De esta manera, descontamina el suelo. Por ejemplo, en un sitio donde había una refinería y ahora hay una gasolinera, los suelos están llenos de hidrocarburos. Si en esa zona se cultivan hongos, transformarán los hidrocarburos en azúcares básicos para alimentarse. Obviamente, esas setas no se van a comer. Por eso, siempre decimos que los hongos son los grandes limpiadores del mundo.
Pensemos en un bosque en otoño. Si no estuviesen los hongos, además de otros organismos, descomponiendo las maderas, las hojas, todo lo que cae, no podríamos dar siquiera un paseo. Son los grandes descompositores de la naturaleza. Los grandes aliados que cierran el ciclo biológico de algo que se muere. Descomponen en nutrientes básicos para que la vida pueda volver a empezar. Convierten la basura o la materia orgánica muerta en alimento para que la vida comience otra vez.
CUIDADO DE LA SALUD. “En Hifas da Terra nos valemos de la biotecnología, la innovación y la ecología para desarrollar fórmulas que ayudan al cuidado de la salud a partir de las sustancias bioactivas de hongos medicinales que investigamos, producimos, extractamos y purificamos. Apostamos por el conocimiento científico en Micología al servicio del bienestar de las personas desarrollando estudios de investigación y ensayos clínicos que nos permiten validar resultados de seguridad y eficacia basados en la evidencia; todo ello sin olvidar nuestro compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible”
¿Cómo podrían ayudar a la humanidad ante pandemias?
Es importante que la humanidad esté fuerte. Los humanos tenemos un sistema inmunológico que es un arma cuasi perfecta y producto de la evolución durante miles de años. Somos los grandes supervivientes, que todos los demás se han ido quedando, entonces los que estamos ahora en el mundo somos los seleccionados. ¿Y eso gracias a qué? A un sistema inmunológico valiente que se adapta y nos protege.
Entonces, ¿qué hacen los hongos para ayudar a la humanidad ante una pandemia? Ayudan a tener el sistema inmunológico perfectamente afinado y orquestado para que cuando tenga que dar una respuesta sea rápido y efectivo. Es la diferencia entre la salud y la enfermedad. Todos los días nos entran virus y bacterias por la boca, por la respiración, heridas, etc. Si cuando entran nuestro sistema de reconocimiento las identifica y desarrolla un sistema orquestado y bien adaptado de defensa, en ese pequeño lapso podemos tener pequeños síntomas, pero nuestro sistema actúa como un sistema de homeostasis. Eso significa que está bien, que nos protege.
¿Qué ocurre cuando nuestro sistema está ralentizado, preocupado porque tiene un estrés tremendo y no está enfocado en lo que tiene que hacer? Sucede que viene una pandemia, como puede ser el covid o cualquier otro virus, y el cuerpo empieza a fallar. No es capaz de elaborar una respuesta del sistema inmunológico. Una respuesta calculada, orquestada y ordenada. Hay muchos mediadores que deben activarse en cascada, de forma muy ordenada y en su justa medida.
En una inflamación, en el caso del covid, tiene que acudir ese ejército inmunitario y salvarnos. Cuando el sistema inmunitario es deficitario porque estamos haciendo una vida que no de prevención, ejercicio, buena alimentación, buen estado emocional, se desarrollan patologías autoinmunes. Entonces, nuestro sistema inmunológico empieza a atacar a células propias. No las reconoce. Y cuando nos entra un virus o una bacteria no somos capaces de neutralizar ese ataque y reponernos.
Los hongos pueden ayudarnos reduciendo ese tiempo ante una respuesta inmunitaria. En el covid lo estábamos observando de forma constante. Hicimos ensayos y realmente vimos que la respuesta cambia mucho de una persona que tiene reforzado el sistema inmunológico a una persona que simplemente se abandona.
Colabora con la sanidad pública en ensayos clínicos. ¿Qué proyectos de investigación llevan a cabo?
Intentamos llevar proyectos de investigación en los que el personal sanitario necesita ayuda, precisan respuestas y buscan en estos productos, sobre todo en patología, lo que se llama enfermedad crónico-degenerativa. Esas enfermedades son muy largas y muchas veces no hay grandes soluciones. Ahí estos productos naturales, sin efectos secundarios, nos ofrecen una ayuda muy buena.
Como mucha gente utiliza estos productos, es el propio sistema sanitario el que se pone en contacto con Hifas da Terra para participar en una colaboración y llevar a cabo un ensayo. Hacemos dos ensayos contra el cáncer, uno en cáncer de mama y el otro en cáncer colorrectal. Y hacemos muchas recogidas de casos en otro tipo de patologías, como digestiva, neuronal, artrosis, entre otras.
Frente a las terapias hospitalarias clásicas, existen otras que permiten mayor tolerancia a la quimioterapia o la inmunoterapia. ¿Qué aporta la medicina integrativa y por qué es tan complejo integrarla en el circuito sanitario?
No es frente a las terapias hospitalarias clásicas, nosotros ayudamos a las terapias hospitalarias clásicas. Es medicina integrativa. Quiere integrarse, nunca ser una alternativa. Integrarse de manera que la terapia hospitalaria clásica sea la primera, la importante, la que verdaderamente va a reducir el tumor y ayudar al paciente a vivir más. Nosotros lo que venimos a aportar una mejor calidad de vida mientras que se aplican esos tratamientos. Una mejor adherencia al tratamiento porque no se siente tan mal, tiene mejores resultados y es capaz de llegar hasta el final.
Es complejo integrarla. Hay que cumplir con las “normas de juego”. Tener evidencia con ensayos clínicos a doble ciego randomizados, que lo estamos haciendo, para demostrar que lo que la bibliografía refiere es cierto y que, por tanto, si la salud publica invierte dinero para el paciente tendrá efectividad. Es muy complejo. El circuito sanitario es muy grande, hay mucha gente y hay que hacer las cosas muy bien. Para una empresa de nutraceúticos es muy complicado, por eso no lo hace nadie más.
CORDYCEPS.The last of us se ha convertido en un fenómeno mundial, una de las ficciones más esperadas y que ya se ha posicionado como una de las más vistas. La premisa que le ha hecho triunfar es sencilla: un hongo tóxico envenena a la población y ocasiona una masacre zombi. Pero nada más lejos de la realidad. El hongo en cuestión es Cordyceps, un hongo medicinal, tradicionalmente utilizado en la cultura asiática, con potentes beneficios para la salud, pues aporta energía y vitalidad. Hifas da Terra conoce los beneficios que el Cordyceps tiene para la salud, y lo incluye en multitud de sus suplementos alimenticios.
Hay quien sitúa estos tratamientos como una forma de empoderar al paciente informado. ¿Acabará imponiéndose?
Por supuesto, no hay lugar a dudas. El paciente cada vez está más informado, cada vez se empodera más y cada vez más el sistema sanitario hace un acompañamiento muy bueno. Informan al paciente, toman las decisiones de una forma consensuada, informada. El paciente también quiere poder tomar decisiones, una tendencia que no tiene vuelta atrás.
¿Qué beneficios aportan los productos nutracéuticos?
Cuando hablamos de los hongos como nutracéuticos, es que aportan equilibrio en el cuerpo para que funcione mejor y con innumerables beneficios. Van a ser inmunomoduladores, antiinflamatorios, con capacidades prebióticas. Los hongos tienen tal cantidad de moléculas que son el origen de la rebotica. Tienen incluso capacidad antibiótica, y esto es algo que es muy complejo, verdaderamente impresionante y, por eso son tan especiales como nutraceúticos. Poseen moléculas muy fuertes y pueden provocar cambios, pero siguen siendo alimentos y en eso nos ayudan a que prácticamente no haya efectos secundarios a no ser que alguien sea alérgico o intolerante como con cualquier otro alimento (huevo, marisco etc.).
¿Cómo conseguir que las personas con algún problema de salud o con la intención de prevenir patologías incorporen los nutracéuticos en su suplementación dietética diaria?
Lo mejor que pueden hacer es ir a la consulta de un médico integrativo, que son los que, además de la farmacología convencional, siguen estudiando y encuentran en la naturaleza estos componentes que han salvado tantísimas vidas. Son los que pueden encontrar un camino con los alimentos, después con los suplementos y, cuando hacen falta, con los fármacos, los grandes fármacos que salvan vidas y que son tan importantes como pueden ser, por ejemplo, los antibióticos.
Pensemos que los antibióticos, el penicillium, que fue descubierto en 1928 y que ha salvado millones de vidas, es un hongo. También el taxol, la molécula dorada de los oncólogos que se pensaba que venía de un árbol y viene de un hongo que vive en la corteza del taxus, del tejo. Podríamos enumerar muchos más. Aproximadamente el 40% de los fármacos que salvan vidas tienen su origen en los hongos, en el reino fungi. Si alguien tiene un problema de salud y quiere mejorarla lo mejor es acudir a un médico integrativo o terapeuta que le guiará y ayudará a integrar estos productos dentro de su suplementación.
¿De qué forma se concreta el compromiso con el medioambiente y la apuesta por la sostenibilidad de la compañía?
Hifas está comprometida con el medioambiente desde el día en el que nació. Tenemos 100 placas fotovoltaicas que nos proveen de la electricidad que consumimos. Por otra parte, tenemos el agua de los pozos –Hifas tiene ocho pozos en sus instalaciones– y, por lo tanto, el agua también es propia. Para la calefacción, lo que hacemos es astillar los restos de poda de la finca o astillas de madera de limpieza de los bosques y eso es lo que quemamos para producir energía para la calefacción de todas las instalaciones con suelos radiantes.
Además, en el día a día, intentamos imprimir lo menos posible, tirar lo menos posible porque al final el que menos consume, es el que mejor aprovecha. No es más ecológico el que más recicla, sino el que menos consume. Valoramos mucho las acciones que hacemos en el día a día a nivel de aprovechamiento de recursos.
Por otra parte, Hifas Foresta es una empresa del grupo Hifas que todos los años planta unos 120.000 castaños, que se venden para repoblar tanto Galicia como España. Ahora también estamos exportando a otros países de Europa.
Nuestro sueño es cambiar los paisajes de Galicia. Para que Galicia deje de arder, hay que ordenar y eso es un reto muy grande que tenemos los gallegos por delante. Necesitamos sacar el eucalipto de alrededor de las casas, hacer áreas de protección de las casas. Pero tenemos que concienciarnos todos de cómo se tiene que ordenar el territorio.
Y que los terrenos de alrededor de las casas tienen que ser prados. Tenemos que volver a tener ganado y tiene que ser ganado que esté libre, que sea ecológico. Habrá que adaptar, poner cierres. Habrá que hacer muchas cosas. El castaño es nuestra propuesta, el castaño micorrizado con boletus edulis. Es nuestra propuesta para hacer este cambio en el paisaje en Galicia.
CEPARIO MICOLÓGICO. Hifas da Terra centra su trabajo en el cultivo ecológico de hongos con propiedades medicinales, que utilizan para la elaboración de nutracéuticos (también denominados complementos alimenticios o, coloquialmente, como suplementos) y cosméticos naturales. Una prueba más del compromiso de la compañía con el medioambiente y el entorno gallego en el que se ubica: en su apuesta por la sostenibilidad y para poder crear estos productos siguiendo sus valores éticos, dispone del mayor cepario micológico de Europa localizado en Pontevedra.
El Grupo Hifas ha puesto el foco en investigar las propiedades de los hongos en salud animal y biorremediación. ¿De qué forma contribuyen estas áreas de conocimiento en la regeneración del medioambiente?
Muchísimo. Desarrollamos programas de investigación en los que podemos biorremediar con hongos el suelo de una cantera, por ejemplo, hacer que un espacio que parece un hueco lunar completamente estéril se convierta en un bosque precioso y que vuelva a producir setas incluso donde no crecía nada. Eso es gracias a la planta micorrizada y a la remediación de los suelos que lleva a cabo Hifas da Terra.
Ahora estamos investigando el mundo de las abejas. Alimentándose con hongos se refuerzan y pueden vencer el virus que les está destrozando las alas y diezmando su población. Con la aplicación de los hongos con esta patente de Hifas da Terra lo que hemos conseguido es que tengan tres veces las crías, que se multiplique por tres la reproducción y que, además, se encuentren mucho más fuertes y estén activas también en invierno (que normalmente están inactivas). Y que, por lo tanto, se mucho mayor su producción de miel.
En piscicultura, en crías de alevines de trucha, somos capaces de aumentar un 40% su crecimiento. Por tanto, están más fuertes y hay menos mortalidad. Intentamos evitar el uso de antibióticos en el crecimiento de las truchas. También hemos hecho un proyecto a nivel de porcino y se hará también en ganadería bovina.
La teoría del tercer paraíso es la unión de la salud del medioambiente y la salud animal para que los humanos tengamos salud. La humanidad no podrá estar saludable si vive en un mundo contaminado y los animales y vegetales que comemos están contaminados. Por eso, es tan importante esta biorremediación natural y es en lo que trabaja Hifas da Terra: con los animales, la salud de las plantas y la salud de las personas para lograr un mejor equilibrio.
Las propiedades curativas de los hongos son milenarias. Estuvimos en China, la cuna de la micoterapia y conocimos la medicina tradicional china, cómo se cultivan los hongos y cómo los utilizan. Las farmacias chinas tienen dos plantas. En la de abajo, el 80% de lo que utilizan en su farmacopea es el reishi, el hongo cordyceps y el ginseng. Con esos tres elementos llevan 4.000 años porque esto ya estaba escrito en la farmacopea china 2.000 años a.C. Los emperadores chinos que se dedicaban a la medicina y a la agricultura conocían todos los remedios. Y hoy, 4.000 años después, siguen confiando en todos estos principios. A mí, esto me llevó a una reflexión muy profunda de que los hongos no vienen ahora a Europa por una moda, sino para quedarse y ayudarnos.
10.000 EXPERTOS. Hifas da Terra exporta y comercializa sus productos en España, Francia, Portugal, Italia, Reino Unido, Alemania, China y Estados Unidos. Profesionales de la salud de diferentes países confían en las fórmulas de Hifas da Terra, conformando una red de prescripción multidisciplinar de más de 10.000 expertos con los que colabora a través de sus filiales y distribuidores en Europa, Estados Unidos, Oriente Medio y nuevos países emergentes.
Un país que controle la investigación, liderará el futuro. Sin embargo, el apoyo a la ciencia sigue brillando por su ausencia. ¿Cómo involucrar a las administraciones?
El covid nos ha hecho reflexionar. Puedes tener el mejor coche, la mejor casa, la mejor cuenta en el banco, pero si no estás preparado para hacer frente al virus, no sirve de nada. Nos damos cuenta en ese momento de la fragilidad del ser humano, lo dependientes que somos de la ciencia.
Gracias a la capacidad científica del mundo y a esfuerzos comunes, se pudo desarrollar la vacuna rápidamente y activar protocolos de prevención. Pero eso fue porque existía una ciencia detrás y, sobre todo, en el caso de este virus, fomentada muchas veces por la investigación privada. Creo que esto nos tiene que hacer reflexionar.
Está muy bien que todos tengamos una calidad de vida impresionante, pero si nos falta lo básico, que es la salud, lo perdemos todo, y es lo que nos puede dar la ciencia. Poder ir avanzando cada vez más para darnos la seguridad, para obtener respuestas.
Creemos que lo sabemos todo y, cuanto más estudiamos, más comprendemos que casi no sabemos nada, que tenemos verdaderamente mucho que aprender. Debemos ser muy humildes de cara a lo que es el cuerpo humano, el mundo y la naturaleza, y seguir estudiando mucho y seguir aprendiendo mucho.
Hace falta hacer mucho esfuerzo para fomentar la investigación. Por lo tanto, los gobiernos tienen que implicarse, tienen que destinar dinero a investigar, a educar, a formar. Ese es el futuro.