De los holandeses se han escrito hasta libros sobre su peculiar manera de ser y de comportarse. Y no se podía esperar menos de ellos al momento de decidir cómo enfrentar la COVID-19. A diferencia de otros países, la clave de su éxito no estuvo en la imposición de medidas como el uso de mascarillas o el confinamiento.
Por su peculiar manera de abordar la vida, las autoridades holandesas dejaron a sus ciudadanos en libertad de decidir si optaban por trabajar desde casa, algo que igual ya venían haciendo antes de la pandemia. Y aunque recomendaron el uso de las mascarillas, solo es obligatorio dentro del transporte público.
Un estudio publicado en la plataforma JAMA Network Open explicó cómo se evaluó el proceso para medir si funcionaban las recomendaciones, que también incluyen la distancia social y las normas de higiene. Ya los investigadores habían determinado que estos dos factores habían sido fundamentales para atajar los contagios en el epicentro de la pandemia en Wuhan, China.
El segundo paso fue determinar, mediante una encuesta, hasta qué punto los holandeses estaban cumpliendo las recomendaciones. La encuesta fue difundida a través del periódico De Telegraaf, de circulación nacional; y de un popular influencer y youtuber holandés, Govert Sweep.
Los resultados del sondeo permitieron a los investigadores determinar que el hábito de toser y estornudar tapándose la boca con el antebrazo se estaba cumpliendo. No así las recomendaciones relativas al lavado de manos, distanciamiento social y el evitar tocarse la cara.
Información antes que imposición
Por ello, diseñaron vídeos e infografías que divulgaron a través del mimo medios y de las redes sociales con ejemplos prácticos para mejorar las medidas de prevención. La pieza en De Telegraaf tuvo más de dos millones de visitas online, mientras que el vídeo del youtuber se reprodujo más de 80.000 veces.
“Los contenidos se produjeron con el asesoramiento de virólogos, uno de los cuáles fue entrevistado en el canal de Youtube, para hacer frente a la infodemia de bulos e informaciones inexactas que se ha propagado en todo el mundo en las redes”, destacó el documento.
Una nueva encuesta a finales de marzo mostró que los contenidos habían logrado incentivar los hábitos de prevención en los que los holandeses iban más a la zaga. Notablemente, se duplicaron las probabilidades de que una persona se lavase correctamente las manos, «en la duración correcta y por todas las partes necesarias».
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