Por Cambio16
6/6/2017
¿Qué ha pasado en España para que funcione tan mal un mercado vital como es el de la energía eléctrica para los consumidores? Una serie de “errores” que los diferentes gobiernos -de diverso signo político- han cometido a lo largo de los últimos años han permitido que los usuarios acaben pagando una de las energías más caras de Europa. La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) denuncia esta situación y exige soluciones para las principales demandas de los usuarios.
- Déficit tarifario. Después de que en el año 2000 el gobierno de turno decidiera congelar el recibo de la luz para que no subiera el IPC, arrastramos una deuda con las eléctricas que llegó a situarse por encima de 30.000 millones de euros y que vamos pagando en nuestra factura.
- Incremento del IVA. La subida del impuesto al 21% es un importante gravamen a un servicio básico y necesario en cualquier hogar.
- Supresión de la tarifa nocturna. La creación de la tarifa nocturna suponía una reducción en el precio de la energía consumida en el periodo nocturno del 55% y una penalización sobre el consumo en el periodo diurno del 5%. Además, la potencia en el periodo nocturno no estaba limitada. Pymes y consumidores, aprovechándose de esta ventaja, instalaron calefacción de acumuladores eléctricos con la consiguiente inversión en las instalaciones. Sin embargo, en 2008 esta tarifa se sustituyó por la de discriminación horaria, que supuso una subida de los precios de la energía (sobre todo en el horario diurno, donde la penalización fue del 35%) y la limitación de potencia empezó a aplicarse las 24 horas (con la obligatoria instalación del ICP), lo que incrementó más aún el coste de la factura, ya que los acumuladores exigían mucha potencia.
- Aumento constante del precio del término de potencia.
- Problemas con la fijación del precio de la energía. La supresión del sistema de subastas por su opacidad acabó desembocando en la facturación por horas y en un nuevo sistema de fijación del precio que sigue generando más que dudas.
- Las reclamaciones de las renovables. Las acciones de reclamación de empresas que invirtieron en renovables en España por los recortes realizados a estas energías han desembocado en unos pagos que se acabarán cargando sobre los consumidores.
- Malas decisiones de los gobiernos sobre el sector que acaban en sentencias del Tribunal Supremo e implican refacturaciones a los consumidores.
- Imposible comparación de tarifas. El hecho de que convivan el mercado regulado en el PVPC con el mercado liberalizado ha generado una multiplicación de las comercializadoras y de los planes de tarifas que ofrecen cada uno, con lo que resulta muy complejo poder comparar entre ellas. Si a ello le sumamos que los precios de cada hora para la PVPC se fijan el día anterior, las dificultades para encontrar la tarifa más conveniente a medio plazo se multiplican.