Los superpoderes asociados a los fármacos GLP-1 parecen salidos de una película de Hollywood, no por nada su fama empezó a correr como pólvora en una alfombra roja y de la mano de artistas e influencers. En sus versiones comerciales Ozempic, Rybelsus y Wegoby, su principio activo es la semaglutida y son principalmente recetados para tratar problemas de obesidad. Una afección que aqueja a 40% de los estadounidenses y aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, artritis, hígado graso y ciertos tipos de cáncer.
Hay muchos que lo consideran como moda. Sin embargo, parte de sus propiedades milagrosas, que al parecer van más allá del control del peso, se han demostrado en recientes estudios médicos. Science lo nombró como el avance científico del año pasado. La revista hace la salvedad de que los tratamientos farmacológicos para la obesidad tienen un pasado lamentable, siempre relacionado con la estigmatización de las personas y la presión social para perder peso. También indica que existe la creencia generalizada de que el exceso de grasa refleja poca fuerza de voluntad.
La historia en la búsqueda de medicamentos seguros y exitosos para perder peso no ha sido positiva. Desde píldoras de dieta Rainbow, que contenían anfetaminas y diuréticos y que se comercializaron a partir de la década de los años cuarenta del siglo pasado, hasta la Fen-phen de los años noventa, que desencadenó afecciones cardíacas y pulmonares catastróficas. Pero la publicación asegura que esta nueva clase de terapias está rompiendo el molde. Que hay una oleada de esperanza de que puedan reducir las tasas de obesidad, así como las enfermedades crónicas interrelacionadas. Los medicamentos imitan una hormona intestinal llamada péptido-1 similar al glucagón (GLP-1).
Efectos secundarios manejables
Entre sus razones para nombrarlo como avance del año explica que, originalmente desarrollados para la diabetes, estos agonistas del receptor GLP-1 inducen una pérdida de peso significativa, con efectos secundarios en su mayoría manejables. Los ensayos clínicos encontraron que también reducen problemas del corazón. Esta sería la evidencia más convincente de que los medicamentos tienen importantes beneficios más allá de la pérdida de peso en sí.
Puntos a favor
Se ha demostrado que los GLP-1 reducen el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muerte por enfermedad coronaria en 20% entre pacientes con sobrepeso y obesidad. Presumen que a través del efecto saludable de la pérdida de peso, aunque los investigadores no tienen la certeza. También se ha comprobado que la semaglutida elimina o reduce la necesidad de insulina entre las personas con diabetes tipo 1 de aparición reciente.
En un ensayo clínico de personas con diabetes tipo 2 y enfermedad renal de moderada a grave, el medicamento redujo el riesgo de progresión de la enfermedad renal y la tasa de mortalidad por causas cardiovasculares o relacionadas con los riñones en 24%. El fármaco ha reducido los depósitos de hígado graso en pacientes con VIH y enfermedad hepática esteatótica no alcohólica. Ha normalizado los ciclos menstruales de personas con síndrome de ovario poliquístico.
Los estudios se han mostrado prometedores en el tratamiento del Alzheimer y el Parkinson. Lo que se logra tal vez al regular los niveles de insulina y reducir la inflamación. Y las bondades no paran ahí, pues pueden resultar útiles en el tratamiento de muchas otras afecciones que empeoran con la inflamación crónica.
Algunas investigaciones han encontrado grandes reducciones en el riesgo de depresión y ansiedad. Existen aplicaciones potenciales para la esquizofrenia y la disfunción neurológica. Esto gracias al papel que desempeñan las hormonas similares a la insulina como el GLP-1 en el desarrollo del sistema nervioso central. Así como la forma en que la semaglutida remodela el sistema de recompensa química del cerebro. También parece doblar la curva del alcoholismo y la adicción a las drogas y frenar otras conductas adictivas. Entre las que se encuentran compras compulsivas y adicción al sexo, juegos de azar y morderse las uñas, fumar y rascarse la piel.
No es un inocuo
Es importante advertir de que la semaglutida no es la panacea contra la obesidad, y su administración no resulta inocua. Al igual que cualquier medicamento, puede producir efectos secundarios como náuseas, vómitos y diarrea. También se han notificado casos pancreatitis aguda y cáncer de páncreas, aunque los datos disponibles no avalan que aumente el riesgo de sufrir esas enfermedades. Sin embargo, desde julio de 2023 la Agencia Europea del Medicamento está revisando la seguridad del Ozempic por su relación con pensamientos suicidas.
También hay que tener en cuenta sus posibles efectos estéticos. Después de perder peso rápidamente con la semaglutida, hay quien experimenta notables cambios en el rostro. Como pérdida del volumen facial, aumento de la flacidez y un aspecto demacrado. Es la llamada “cara de Ozempic”. Algunos pacientes incluso valoran someterse a tratamientos de medicina estética para corregirlo.
Al margen de las reacciones adversas graves, estos medicamentos parecen ser hasta ahora lo más cercano a la panacea. Incluso en una época de acelerado progreso biomédico, es lo más próximo a esa vieja propuesta de una pastilla para casi todo y para casi todos para siempre.
Caro y escaso
La popularidad alcanzada por estos medicamentos ha hecho que el fabricante tenga problemas para abastecer la demanda. La Agencia Española del Medicamento, por ejemplo, ha admitido que el uso de Ozempic en clínicas de adelgazamiento privadas ha agravado la falta de suministro.
Hacer llegar esos medicamentos a las personas con sobrepeso es notablemente caro. Un solo mes de Ozempic o Wegovy tiene hoy un precio de alrededor de 1.000 dólares o más, que es más de lo que las empresas privadas en Estados Unidos pagan actualmente al seguro por empleado. Además, pocas aseguradoras privadas cubren estos medicamentos para bajar de peso. Un grupo de investigadores calculó recientemente que, a los precios actuales, el costo de proporcionar medicamentos GLP-1 a todos los estadounidenses que podrían beneficiarse de ellos podría superar el billón de dólares al año: más que el costo anual total de Medicare o incluso que el del ejército estadounidense.
Los elevados precios contrastan con los de otras partes del mundo, donde Ozempic cuesta una quinta parte de estos o incluso menos. Se puede fabricar un mes de dosis por menos de 5 dólares, lo que significa que los clientes estadounidenses están pagando un margen de beneficio de 200 veces o más, y muchos de ellos lo pagan de su bolsillo.
Obesidad en números
La Organización Mundial de la Salud asegura que al menos una de cada ocho personas en el planeta vive con obesidad. Eso supone que más de mil millones de personas vivían con esta afección en 2022. La cifra se ha duplicado entre los adultos y cuadruplicado entre los jóvenes de 5 a 19 años desde 1990. Los datos del estudio de la OMS fueron publicado en la revista médica del Reino Unido The Lancet.
La obesidad se define en adultos como un índice de masa corporal igual o superior a 30 kg/m2. Los datos del estudio arrojaron que 43% de los adultos tenían sobrepeso en 2022. En general, el análisis de las medidas de peso y estatura de más de 220 millones de personas de más de 190 países muestra cómo ha cambiado el índice en todo el mundo entre 1990 y 2022.
La prevalencia combinada de peso por debajo de lo normal y obesidad en adultos disminuyó en 11 países (6%) en el caso de las mujeres y en 17 (9%) en el de los hombres. Esa misma prevalencia combinada aumentó en 162 países (81%) en el caso de las mujeres y en 140 países (70%) en el caso de los hombres, con una probabilidad posterior de al menos 0-80, según una nota de prensa de las Naciones Unidas.
En 2022, la prevalencia combinada de delgadez y obesidad en adultos fue mayor en las naciones insulares del Caribe y Polinesia y Micronesia, y en los países de Oriente Medio y el norte de África. Mientras, para niños y adolescentes en edad escolar se encontraban en Polinesia y Micronesia y el Caribe para ambos sexos, y Chile y Qatar para los chicos.