Los modelos Royal Oak Mini, elaborados en oro amarillo, oro rosa u oro blanco de 18 quilates combinan los códigos estéticos inconfundibles del reloj Royal Oak original, que diseñó Gérald Genta en 1972, con la delicadeza y la sofisticación del acabado Frosted Gold para crear una deslumbrante estética monocromática única.
Inspirado en una antigua técnica de joyería florentina, el acabado Frosted Gold fue revisado por la diseñadora de joyas Carolina Bucci y adaptada por los artesanos de Audemars Piguet en 2016 para adornar los relojes. Su ejecución requiere realizar diminutas hendiduras en la superficie de oro con una herramienta con punta de diamante para crear un efecto brillante similar al de las piedras preciosas.
El impacto visual de esta decoración pone de relieve la afinidad del Royal Oak con el mundo de la joyería. En 1972, Gérald Genta, de formación joyera, creó el Royal Oak con una caja y un brazalete que jugaban con la luz como las facetas de un diamante. A su vez, el elaborado brazalete integrado recordaba los sofisticados brazaletes de metal que adornaban los relojes femeninos desde siglo XIX.
Ilaria Resta, CEO de Audemars Piguet, señala que “estas creaciones Mini no solo rinden tributo a la larga tradición de miniaturización y de relojes joya de Audemas Piguet, sino también a las mujeres que han dejado huella en la historia de la Maison, como Jacqueline Dimier, a quien debemos el primer Royal Oak para mujer, y Carolina Bucci, diseñadora del acabado Frosted Gold”.
GLAMUROSOS JUEGOS DE LUZ
Jugando con la sensibilidad joyera del Royal Oak, los nuevos modelos Oak Mini ofrecen un juego de luces incesante gracias al contraste entre el efecto de polvo de diamante del acabado Frosted Gold y el achaflanado del bisel octogonal característico y los eslabones individuales del brazalete decreciente.
El satinado de los flancos del brazalete y la caja aporta profundidad, textura y luz al conjunto. Por su parte, el fondo macizo combina los acabados arenado, satinado y pulido reproduciendo el diseño de la caja. Esta meticulosa yuxtaposición de técnicas decorativas exige una alineación perfecta durante todo el proceso.
La estética joyera de estas magníficas creaciones continúa en la esfera. El motivo Petite Tapisserie tono sobre tono realza el efecto deslumbrante de la caja y el brazalete Frosted Gold. La luminosa esfera se complementa con índices facetados de oro en la misma tonalidad de la caja y revestidos con un material luminiscente para obtener una visibilidad óptima en la oscuridad.
La firma “Audemars Piguet” a las 12 horas se ha estampado en negro en un cartouche para mejorar la legibilidad, mientras que la omisión de la indicación de fecha y la escala de segundero potencian la legibilidad y el refinamiento de la esfera guilloché. Como auténticas joyas, estos relojes adornarán la muñeca con la elegancia de un brazalete.
El trío de relojes Royal Oak Mini está dotado del movimiento de cuarzo Calibre 2730, uno de los mejores en su categoría para relojes de este tamaño. Con más de 7 años de duración de la pila, este movimiento es ideal para un estilo de vida contemporáneo. Además, el Calibre 2730 incorpora un tirador a modo de ‘interruptor’ en la corona que permite al usuario desactivar la pila durante un periodo de tiempo indefinido. En consonancia con la tradición de Alta Relojería, este mecanismo de cuarzo presenta refinadas decoraciones.
UN GRAN LEGADO
Desde el siglo XIX, Audemars Piguet ha creado múltiples relojes pequeños para mujer que han proporcionado a la Maison una plataforma para expandir los límites de la miniaturización, el engaste y el refinamiento estético. Desde piezas clásicas y de joyería atemporales hasta creaciones artísticas de vanguardia, estos relojes reflejan los retos técnicos y estéticos de sus respectivas épocas, anticipando frecuentemente la evolución de los gustos y expectativas de su clientela femenina.
Las primeras creaciones femeninas de Audemars Piguet estaban provistas de mecanismos complicados sumamente pequeños, encajados en elegantes pero discretos relojes a modo de colgante, broche o anillo, con frecuencia decorados con cajas esmaltadas y engastadas con piedras preciosas. Los modelos de menores dimensiones sirvieron de plataforma de innovación para impulsar a los artesanos de Audemars Piguet a explorar nuevos horizontes de miniaturización y creatividad.
La Maison desarrolló una serie de movimientos en miniatura en las primeras décadas del siglo XX, como el movimiento de repetición de 5 minutos más pequeño del mundo, el Calibre 7MV5 (15,8 mm/7 líneas) en 1921 y el Calibre 5/6SB, el movimiento tipo baguette más pequeño de la Manufactura (15,9 x 5,8 x 3,3 mm) presentado en 1927. Los logros en términos de miniaturización generaron nuevos estilos de relojes de pulsera, brazalete y colgante para hombres y mujeres.
La miniaturización marcó otro punto de inflexión con la introducción en 1972 del revolucionario Royal Oak, diseñado por Gérald Genta. Jacqueline Dimier, directora del estudio de diseño de 1975 a 1999, recibió el encargo de diseñar una versión para mujer, bautizada como Royal Oak II (1976).
Con el pequeño calibre automático 2062, este reloj reunía todos los códigos del modelo original (5402) al tiempo que reducía en gran medida sus proporciones para adaptarse a las muñecas más finas. En un diámetro de 29 mm, el Modelo 8638 (y su derivado 8756 con engaste) sigue siendo el Royal Oak automático más pequeño de la historia.
Con la introducción y la miniaturización de los movimientos de cuarzo en la década de 1980, se abrían nuevos horizontes para los relojes en miniatura de alto rendimiento, mientras que la eficacia de los mecanismos automáticos disminuía de forma significativa en diámetros inferiores a los 29 mm.
En 1980, la Manufactura lanzó un Royal Oak de cuarzo de 26 mm, seguido en 1986 de una versión de 24,5 mm provista del Calibre 2508. Más delgado que su predecesor (1,6 mm frente a 1,98 mm), este mecanismo de cuarzo permitió reducir en 1,5 mm el diámetro del Royal Oak femenino. La miniaturización del Royal Oak culminó en 1997, con motivo del 25 aniversario de la colección.
Para conmemorar la fecha, la Manufactura presentó el Royal Oak Mini (Modelo 67075), de solamente 20 mm de diámetro, junto con el primer Royal Oak Gran Complicación (Modelo 25865) en una inmensa caja de 44 mm. Ambos relojes, presentados conjuntamente, encarnaban a la perfección tanto los contrastes extremos de la década de los noventa como la enorme creatividad de la marca.
El Oak Mini albergaba el Calibre 2601 de cuarzo creado por Jaeger-LeCoultre en 1982, que no solo era el movimiento de cuarzo más delgado de su época, sino también uno de los más pequeños del mundo. En 1997 se comercializaron 1.254 ejemplares de este reloj en miniatura, de los cuales 465 eran de acero, 328 de oro amarillo, 272 de una combinación bicolor, 101 de oro blanco y 88 de oro rosa.
Ese mismo año se propusieron 2 versiones engastadas (Modelos 67076 y 67202), con una producción de 549 y 13 ejemplares, respectivamente. En apenas 3 años vieron la luz 26 modelos, con 1.965 ejemplares documentados: todos ellos presentaban una extensa gama de diseños creativos, desde versiones de Alta Joyería hasta reinterpretaciones en forma de anillos, colgantes y gemelos.
Inspirados en los modelos Oak Mini sumamente creativos producidos a principios del nuevo milenio, los nuevos relojes Royal Oak Mini Frosted Gold Cuarzo fusionan a la perfección historia y modernidad en un diseño poderoso, cuyo glamur y juego de luces están destinados a atraer todas las miradas.