Por Cambio16
18/1/2017
Muchos de los clientes de la cadena de cafeterías Nebraska que, después de más de 60 años de actividad, cerró el pasado martes sus cinco establecimientos de la capital, han lamentado que con ella se perdiera el gran sabor de su famosa mostaza. La clausura de los locales ha afectado a 92 trabajadores a quienes se les informó del cese de la actividad el mismo día en que cerraron las puertas. Éstos han sido los que han revelado su secreto mejor guardado: la receta de su salsa más especial.
Los locales, situados en las calles Alcalá, Goya, Gran Vía y Bravo Murillo, fueron adquiridos por la gestora de inversión y gestión inmobiliaria el pasado 21 de diciembre. Desde Corpfin explican que aún no saben a qué se van a destinar los locales adquiridos. El grupo inmobiliario se dedica a la compra y remodelación de locales en zonas céntricas para alquilarlos posteriormente.