En las especies que copulan durante los períodos no reproductivos, como los humanos y los bonobos, se sabe que las relaciones sexuales son placenteras para la pareja. En un estudio por descubrir la anatomía sexual de los delfines nariz de botella, se encontró que tienen sexo con frecuencia. Muy probablemente varias veces al día.
La cópula dura solo unos segundos, pero el sexo social, que se utiliza para mantener los lazos sociales, puede durar mucho más. Incluso, ocurrir con mayor frecuencia e involucrar a una miríada de parejas heterosexuales y homosexuales de delfines y sus partes del cuerpo. Todo es posible y, como sugiere una nueva investigación, probablemente placentero para los cetáceos de ambos sexos.
Un artículo publicado en la revista Current Biology, advierte que es muy probable que las hembras delfín nariz de botella experimenten placer a través del clítoris. Los hallazgos sorprenden poco a los investigadores.
“Lo único que me sorprende es cuánto tiempo nos ha llevado a los científicos observar la anatomía reproductiva básica de estos mamíferos”, señaló Sarah Mesnick a The New York Times. “Se necesitó un equipo de mujeres brillantes”, dijo refiriéndose a dos de los autores, la ecologista de NOAA Fisheries que no participó en el estudio, hablando del clítoris
“Mucha gente asume que los humanos son únicos en tener relaciones sexuales por placer”, escribió en un correo electrónico Justa Heinen-Kay, investigadora de la Universidad de Minnesota que tampoco participó en el artículo. “Esta investigación desafía esa noción”.
Y aprender más sobre la anatomía de los genitales de los mamíferos marinos tiene implicaciones claras para su supervivencia, añadió Mesnick. «Cuanto más sepamos sobre el comportamiento social de estos animales, mejor podremos comprender su evolución y conservarlos”.
Los delfines tienen sexo con alta frecuencia
Históricamente, los investigadores se han centrado en los genitales masculinos, el prejuicio contra la elección femenina en la selección sexual y el hecho de que puede ser más fácil estudiar algo que sobresale. “Se suponía que los genitales femeninos eran simples y poco interesantes”, indicó Heinen-Kay. “Pero cuanto más se estudian los genitales femeninos, más aprendemos que este no es el caso en absoluto”. Agregó que este cambio por averiguar las intimidades del sexo de las hembras delfines puede ser impulsado por el creciente número de mujeres investigadoras.
Patricia Brennan, bióloga evolutiva del Mount Holyoke College y autora del artículo, terminó estudiando el clítoris de las hembras delfín a través de la vagina. Ella y Dara Orbach, bióloga de la Universidad de Texas A&M y otra autora del artículo, revelaron previamente cómo las delfines hembra tienen vaginas intrincadamente plisadas que pueden tapar fácilmente un pene. La anatomía interna le otorga a la hembra la posibilidad de elegir qué esperma del macho puede fertilizar su óvulo.
Cuando Brennan y Orbach comenzaron a investigar juntas las vaginas de los delfines en 2016, se encontraron diseccionando tantas de estas bolsas plisadas como pudieron. Enviaron una solicitud a las redes locales de varamiento. Y recibieron trozos de tejido congelado a lo largo de los años de cetáceos varados en diferentes estados de descomposición.
Mientras los investigadores descongelaban las muestras en un fregadero, la carne caliente a menudo empezaba a apestar. “Estoy muy contenta de ser vegetariana porque creo que nunca podría volver a comer carne”, comentó Brennan.
Como ostras cultivadas, cada vagina de delfín diseccionada se desplegaba para revelar una especie de tesoro: un clítoris inconfundible, del tamaño de una pila AA y del color del spam. “Lo abres y ahí está este clítoris gigante”, manifestó la investigadora.
Encuentran que el clítoris de las hembras es funcional
Los investigadores diseccionaron los clítoris de 11 delfines nariz de botella comunes y analizaron muestras de tejido a través de un escáner micro CT. Su examen reveló una serie de signos de un clítoris funcional, incluido el tejido eréctil que podría volverse turgente con sangre.
También encontraron una banda de tejido conectivo que rodea el tejido eréctil, lo que asegura que el clítoris pueda hincharse y mantener su forma. Y el clítoris cambió de forma cuando los delfines alcanzaron la edad adulta, lo que sugiere que tiene una función relacionada con la madurez sexual, refiere la investigación.
El escáner CT mostró que el tejido del clítoris contenía nervios inusualmente grandes, de hasta medio milímetro de diámetro. Y abundantes terminaciones nerviosas libres justo debajo de la piel, lo que aumentaba la sensibilidad. La piel del clítoris en sí era un tercio del grosor de la piel genital vecina, lo que la hacía mucho más fácil de estimular.
Estas observaciones proporcionan «alguna buena evidencia sugestiva» de que el sexo las delfines hembras siente respuestas de placer a la estimulación táctil, dijo Brian Langerhans. Biólogo evolutivo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, que no participó en el estudio. Agregó que se necesitaba más investigación para probar la hipótesis.
Pero no es tarea fácil estudiar el sexo de los delfines de forma experimental en un laboratorio o en la naturaleza. Los signos fisiológicos de placer asociados con los humanos y otros primates (vocalizar, hacer muecas, poner los ojos en blanco y jadear) pueden verse totalmente diferentes en un delfín. “Sus cuerpos son muy diferentes a los nuestros y sus rostros son muy diferentes a los nuestros”, dijo Brennan. «¿Cómo lo sabríamos?»
Exploraciones en otros animales
Langerhans y Mesnick sugirieron la necesidad de una investigación comparativa entre otras especies de cetáceos, no solo el sexo de los delfines. «¿Van a encontrar el mismo tipo de anatomía en especies que son más solitarias o de mar abierto o de buceo profundo?» se preguntó Mesnick. Por ejemplo, un clítoris placentero podría ser mucho menos útil en una especie donde los machos y las hembras interactúan con menos frecuencia.
Brennan espera estudiar los clítoris de todo el reino animal; ya tiene un clítoris de orca en un frasco en su laboratorio. La ballena blanca de los clítoris marinos puede ser la de la ballena azul. “Tienen lo más grande de todo”, agregó. “Te apostaría un millón de dólares a que tienen un clítoris, y probablemente sea enorme”.