Observadores de aves no encuentran palabras para describir el vistoso plumaje de los colibríes. A decir de National Geographic, estas aves parecen un “híbrido entre plumas y fuegos artificiales”. Tal vez haciendo honor a su colorido aspecto, estos pajaritos diminutos y vivaces, ven colores que los humanos no pueden distinguir.
Un nuevo estudio sobre los colibríes desata la curiosidad sobre estas simpáticas aves que habitan en América. Desde el sur de Alaska hasta Tierra del Fuego existen unas 340 especies.
Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, entrenó a los colibríes salvajes para realizar una serie de experimentos. Estos revelaron que las pequeñas aves también ven colores combinados como ultravioleta + verde y ultravioleta + rojo, según el estudio publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences».
“En comparación con los pájaros y otros animales, los humanos somos daltónicos”, comentó la profesora adjunta del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, Mary Caswell Stoddard.
Los colibríes ven muchos colores
La experta explicó que en las retinas de los ojos hay un tipo de células fotosensibles llamados conos, que son las responsables de la agudeza visual y de la diferenciación de colores.
Los seres humanos tienen tres tipos de conos, sensibles al color rojo, verde y azul. Lo que permite ver los colores visibles del espectro electromagnético y uno que está fuera del espectro, el púrpura, que está entre el rojo y el azul.
Sin embargo, dijo, las aves tienen cuatro conos en la retina. Los tres que tenemos los humanos y un cuarto sensible a la luz ultravioleta que les permite todo un rango de colores fuera del espectro
“Los colibríes son perfectos para estudiar la visión en color en la naturaleza. Han evolucionado para responder a los colores de las flores que anuncian una recompensa de néctar. Así que pueden aprender las asociaciones de colores rápidamente y con poco entrenamiento”, detalló la bióloga.
Para los humanos, el púrpura es el ejemplo más claro de color no espectral, agregó. Técnicamente no está en el arcoiris, sino que surge cuando se estimulan nuestros conos azules (onda corta) y rojos (onda larga), pero no los verdes (onda media).
Colores y el néctar de las flores
Desde el Laboratorio Biológico de las Montañas Rocosas (RMBL) en Gothic, Colorado, los investigadores entrenaron a zumbadores de cola ancha silvestres (Selasphorus platycercus) para participar en experimentos. Y determinar cuántos colores no espectrales pueden ver estos pájaros.
Para poder comprobar la teoría construyeron tubos LED de “visión de pájaro” programados para mostrar una amplia gama de colores. Incluidos los no espectrales como el ultravioleta+verde. También hicieron experimentos en una pradera alpina que en verano está ocupada por zumbadores de cola ancha, un tipo de colibrí adaptado a las alturas y al frío.
Cada mañana, los investigadores colocaban dos comederos. Uno con agua azucarada y el otro con agua normal y, junto a cada comedero, un tubo LED que emitía colores diferentes. Los investigadores cambiaban periódicamente la posición de los tubos, así que las aves no podían servirse de la ubicación para conseguir agua con azúcar.
En pocas horas, los zumbadores salvajes habían aprendido cuál era el color que debían visitar si querían la dulce recompensa. Usando esta configuración, los investigadores registraron más de 6.000 visitas de alimentación en una serie de 19 experimentos.
Los experimentos demostraron que los colibríes ven una variedad de colores no espectrales, como el púrpura, el ultravioleta+verde, el ultravioleta+rojo y el ultravioleta+amarillo.
“La luz ultravioleta+verde y la luz verde nos parecieron idénticas. Pero los colibríes siguieron eligiendo correctamente la luz ultravioleta+verde asociada con el agua azucarada”, dijo la bióloga.
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