Por Cambio16
16/08/2017
.
Luego de que por años fuera una pandemia mundial, la polio ha sido casi erradicada en todo el mundo. Pero en zonas de conflictos bélicos muchos niños no tienen acceso a las vacunas y las nuevas cepas de polio resistentes a las vacunas tradicionales han hecho que la eliminación del virus sea difícil.
Ante esto, investigadores del Centro John Innes esperan contribuir al esfuerzo de eliminación de la poliomielitis con un avance basado en plantas genéticamente modificadas.
El equipo manipuló el código genético de un pariente de la planta del tabaco para producir una nueva forma de la vacuna contra la polio.
BREAKTHROUGH – Plant-produced polio vaccines could help eradicate age old disease https://t.co/BUSerBOQ8r pic.twitter.com/RWWSeHBmos
— John Innes Centre (@JohnInnesCentre) August 15, 2017
El experimento
Los investigadores del John Innes Centre utilizaron para este tratamiento innovador un método que se sirve de unas partículas semejantes a los virus (llamadas VLP) -imitadores no patógenos del poliovirus- que crecen en las plantas. Según este estudio, los genes que transportan la información necesaria para producir esas VLP se infiltran en los tejidos de las plantas, que entonces reproducen grandes cantidades.
Antes de esto, primero se crearon “instrucciones” para que las plantas fabricaran la superficie exterior del virus, combinándola con el material de los virus que infectan naturalmente a dichas plantas.
Una vez implantado el material genético, se sometió a las plantas de tabaco a ser infectadas por una bacteria común. Tras detectar la infección, las plantas generaron las partículas semejantes a los virus. Finalmente, las hojas fueron diluidas y mezcladas en agua para crear la vacuna.
El profesor George Lomonossoff, uno de los participantes en la investigación, indicó que para llegar a esos hallazgos se empleó una combinación de «ciencias de las plantas, virología animal y biología estructural».
«La pregunta que nos hacemos ahora es cómo podemos avanzar, no queremos pararnos en una técnica de laboratorio», comentó.
Las VLP se parecen a los virus pero no son infecciosas y han sido diseñadas biológicamente para que no contengan el ácido nucleico que permite que se repliquen los virus. Esto implica que imitan el comportamiento de los virus, estimulando el sistema inmunológico para responder sin ocasionar una infección de poliomielitis.
Los test de laboratorio demostraron que los imitadores de los poliovirus proporcionaron a los animales inmunidad frente a esa enfermedad, lo que allana el camino para poder crear vacunas humanas a partir de las plantas a mayor escala.
«La belleza de este sistema de hacer crecer imitadores no patológicos de los virus en las plantas es que impulsa nuestra capacidad de producir candidatos de vacunas para combatir amenazas emergentes a la salud humana», apuntó Lomonossoff.
Otra razón para cuidar las plantas
En los últimos 20 años, las plantas han pasado a hacer la competencia a las bacterias y a los cultivos de células de insecto, por ejemplo, como sistema de producción de material farmacéutico.
Las nuevas «plantas para vacuna» no requiere el virus vivo y es más barata de fabricar que las vacunas tradicionales contra la poliomielitis.
Desde 1988, el número de nuevos casos de poliomielitis ha bajado de más de 350.000 a sólo 37, según la OMS , que financió el proyecto de «plantas para vacuna». Pero dejar a un solo niño sin vacunar, advierte la OMS, podría iniciar otra epidemia que conduzca a 200.000 nuevos casos cada año.
La erradicación total de la poliomielitis es esencial para alcanzar los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible.