Por Javier Molins
17/06/2018
La presencia internacional de un artista es algo que se puede constatar tanto con la instalación de obra pública en ciudades de todo el mundo como con las exposiciones en museos e instituciones internacionales. En el primer grupo, destacan sin duda alguna tres nombres: Jaume Plensa, Manolo Valdés y Cristina Iglesias. Y en el segundo, brillan con luz propia Miquel Barceló y Secundino Hernández.
Por aquello de empezar por la mujeres, Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) vive un momento muy dulce tras la reciente inauguración de su obra denominada Arroyos olvidados en la sede principal de Bloomberg, diseñada por el arquitecto Norman Foster en pleno distrito financiero de Londres. Esta obra realizada en bronce recuerda al antiguo río Walbrok, que en la época de los romanos pasaba cerca del edificio que el magnate de las finanzas y antiguo alcalde de Nueva York Michael Bloomberg acaba de inaugurar en Londres. Estos característicos ríos de Cristina también han podido verse en Nueva York en la galería de Marian Goodman en una exposición realizada este mismo año en la que, además de las esculturas con agua, también se podían contemplar diversos motivos vegetales que se adueñaban de las paredes de la instalación. Y es que la obra de Cristina nos recuerda que la naturaleza siempre está presente en nuestras vidas por mucho que en ocasiones nos empeñemos en enterrarla bajo capas de cemento.
Precisamente Nueva York es la ciudad de acogida de otro de los artistas españoles que goza de una mayor proyección internacional, Manolo Valdés (Valencia, 1942). Este artista lleva más de 25 años afincado en Nueva York, una ciudad que ha acogido sus grandes esculturas en lugares tan diversos como la avenida Broadway, el Jardín Botánico de la ciudad, Park Avenue o Bryant Park. Obras que también han podido verse en muy diversas ciudades europeas como Dusseldorf, La Haya o en lugares tan emblemáticos de Francia como son el Palais Royal y la Place Vendôme de París o los castillos del Loira de Chennonceau y Chambord. Sin embargo, la actividad expositiva de Valdés ha dado un salto muy lejano al poderse contemplar a lo largo del último año en lugares tan exóticos como son Singapur o Dubái. En lo que queda de año, sus Meninas y grandes cabezas con muy diversos tocados volverán a Europa para poder verse en ciudades como Ginebra y Zurich, y cruzarán de nuevo el Atlántico a finales de año para recalar en Miami, la capital americana del arte durante la semana de la feria de Miami Art Basel.
En esta ciudad de Florida, las cabezas de Valdés estarán acompañadas de otra gran cabeza de color blanco y de nombre Awilda, cuyo creador es Jaume Plensa (Barcelona, 1955), a quien el New York Times calificó como uno de los artistas de arte público más importantes del mundo. El bautizo internacional de Plensa se produjo hace 14 años cuando inauguró en Chicago su conocida Crown Fountain. Esta escultura interactiva esta compuesta por dos torres de leds de 15 metros de altura en las que se proyecta la imagen de ciudadanos anónimos de Chicago de cuya boca brota agua como si fueran gárgolas de una catedral gótica. A este exitoso montaje siguieorn muchos otros en ciudades como Londres, Liverpool, Nueva York, Dubái, Shanghái, Dallas, Singapur, Montreal, Tokio o Seúl, convirtiéndose en uno de los artistas con mayor número de esculturas públicas repartidas por el mundo. Su agenda para lo que queda de año incluye una exposición en el Museo Reina Sofía, otra en el MACBA y la instalación de una gran escultura en Nueva York.
Miquel Barceló (Felanitx, Islas Baleares, 1957) es otro de los grandes nombres del arte español contemporáneo. Su fama y prestigio internacional comenzó muy pronto cuando fue lanzado al estrellato en la Documenta de Kassel de 1982 cuando contaba tan solo con 25 años de edad. Desde entonces, inició una carrera meteórica que le llevó a exponer en instituciones como la Whitechapel de Londres, el Louvre, el Pompidou de París, la Fundación Maeght o la Pinacoteca de Sao Paolo y a vivir entre sus estudios de Felanitx, París y Mali. La cúpula de la Sala XX de la ONU en Ginebra quizás sea su obra pública más conocida. Pero si hay una ciudad con la que mantiene un idilio especial esa es París, donde hace dos años realizó una doble exposición en el Museo Picasso y en la Biblioteca Nacional de Francia. Barceló tiene este año una exposición en Salzburgo en la prestigiosa galería Thaddeus Ropac (con sedes también en París y Londres) donde mostrará su obra reciente centrada en el mundo marino que contempla cada día en su Felanitx natal.
Pero si hablamos de éxito temprano, tenemos que mencionar también a Secundino Hernández (Madrid, 1975), el más joven de los artistas españoles internacionales. Galerías tan importantes como Victoria Miró de Londres, Krizinger en Viena o Forsblom en Helsinki y Estocolmo hacen cola a la puerta de su estudio para hacerse con obras para poder ofrecer a sus coleccionistas. De hecho, en la última edición de Art Basel, la feria más prestigiosa del mundo, Secundino ocupaba el lugar principal en la entrada de la parte llamada Unlimited dedicada a las obras de gran formato con cuatro grandes lienzos de más de cuatro metros de altura cada uno. Esa carrera internacional se ha trasladado también al mundo museístico pues ha expuesto en la prestigiosa Summer exhibition de la Royal Academy of Arts de Londres y actualmente tiene exposiciones individuales en el museo Taidehalli de Helsinki, el Grässlin de Frankfrurt y el CAC de Málaga. Por tanto, la presencia española en el mundo del arte contemporáneo internacional está más que asegurada.