Por Cambio16
11/07/2018
El recién elegido presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador planea crear una patrulla fronteriza para vigilar las fronteras del sur y el norte de México. El objetivo es evitar que los migrantes de América Central ingresen a México. Y, si logran cruzar el país, ingresar a los Estados Unidos.
México supervisa la migración legal e ilegal a través de su Instituto Nacional de Migración. Aunque en los últimos años ha fortalecido la vigilancia de su frontera sur, utilizando fuerzas policiales y militares, el país no cuenta con una unidad específica como la Patrulla Fronteriza de EEUU.
El nuevo plan se sumaría a los esfuerzos actuales de México para combatir la inmigración desde Centroamérica. Alfonso Durazo, futuro secretario de seguridad pública, dijo en una entrevista con Bloomberg que la administración de López Obrador también planea alentar el desarrollo en Centroamérica. Principalmente para resolver los problemas estructurales como la pobreza y la violencia. Dos factores que obligan a las personas a huir de la región.
Una patrulla fronteriza para la América Central
El número estimado de mexicanos que ingresan a EEUU través de su frontera sur ha disminuido considerablemente desde su pico en la década de 2000. Dado que la situación económica ha mejorado en el país, el número de migrantes mexicanos ha disminuido un 26 por ciento. Ésto, según de la Patrulla Fronteriza.
Los inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador encabezan ahora la lista de personas detenidas en la frontera. Éstos abandonan sus países de origen en un intento por huir de la violencia. Principalmente ligada principalmente a pandillas y grupos criminales. De manera similar, el número de centroamericanos que viven en los EEUU aumentó un 25% entre 2007 y 2015. Mientras que el número de mexicanos en el país se redujo en un 6%, según el Pew Research Center, con datos oficiales estadounidenses.
Igualmente, el número de detenidos en la frontera ha disminuido. No obstante, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas ha registrado un aumento de inmigrantes muertos en la frontera entre EEUU y México durante los últimos cuatro años. Un total de 415 en el 2017. Entre ellos un gran número de niños, que llegan a la frontera desnutridos.