El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la compra de 13 plantas de generación eléctrica a Iberdrola, la multinacional española que ha criticado en varias ocasiones. Indicó que la operación por casi 6.000 millones de dólares supone una «nueva nacionalización» para el sector energético de ese país.
«El gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público. Y serán operadas por la CFE (Comisión Federal de Electricidad). Es una nueva nacionalización», señaló López Obrador.
La transacción, que se formalizó este martes mediante un memorándum de entendimiento, alcanza a 5.943 millones de dólares, indicó el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez. Durante el encuentro de López Obrador y el presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
De esta manera, la CFE aumentará de 39% a 55% su capacidad sobre el total de electricidad generada en el país, destacó el secretario en un video de la reunión. Es un «día histórico», adicionó, a su lado, el mandatario izquierdista, quien ha impulsado varias reformas para limitar la participación extranjera en el sector eléctrico.
López Obrador considera a las empresas del sector energético como estratégicas para la seguridad de México. Logró que la Suprema Corte de Justicia avalara leyes que dan prelación a la CFE en la generación eléctrica, tras fracasar en el Congreso una reforma más ambiciosa.
El presidente ha criticado varias veces a Iberdrola. En la más reciente, la acusó de haber subordinado a la CFE con la complicidad de anteriores gobiernos en ambos países, reseñó RFI. En mayo pasado, el regulador mexicano impuso a la firma una multa de $ 466 millones por supuestas irregularidades en los permisos de generación. Pero un juez frenó la medida.
México e Iberdrola cierran negociación
En la sede del Palacio Nacional, López Obrador comentó: «Agradecemos mucho a Iberdrola, a su director general (…) por su voluntad de llegar a un acuerdo. Hemos tenido algunas discrepancias, pero el diálogo y la buena voluntad lo pueden todo. De esas diferencias surge esto que es algo extraordinario, histórico y beneficioso para el pueblo de México», afirmó.
Iberdrola México y Mexico Infrastructure Partners (MIP) anunciaron que llegaron a un acuerdo de intenciones por el que el fideicomiso liderado y gestionado por MIP adquirirá 8.539 MW de capacidad instalada. Cuyo valor asciende a un aproximado de 6.000 millones de dólares.
De manera desagregada, la empresa española detalló que 8.436 MW corresponden a ciclos combinados de gas y 103 MW a eólicos.
Entretanto, Iberdrola precisó que las plantas incluidas en el acuerdo serán ciclos combinados de gas, que operan bajo régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la CFE.
Las centrales están ubicadas en Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California, Topolobampo II y Topolobampo III. Junto al activo eólico La Venta III, que suponen un 87% del total de la capacidad instalada a desinvertir. Además de los ciclos combinados de gas privados de Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek. Según El Financiero el valor de la venta podría modificarse en función de la fecha de cierre de la transacción y otros ajustes.
“La transacción está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes. Así como a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias. Y al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en este tipo de operaciones”, detalló Iberdrola.
Iberdrola y la política nacionalista de México
El gigante energético español destacó que la operación cuenta con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin). Y otras entidades públicas vinculadas al gobierno de México.
Iberdrola recordó que el acuerdo llegó dos años después de que López Obrador instara a esa compañía a ajustar su operación a la política nacionalista del gobierno que concluirá el año entrante.
«Hemos entendido la política energética de su gobierno y esa política nos ha llevado a buscar una situación que sea buena para el pueblo de México. Y que cumpla con los intereses de nuestros accionistas», sostuvo Ignacio Sánchez Galán.
Manifestó además su «deseo de seguir colaborando con México, de la forma en que el gobierno lo desee», al precisar que Iberdrola es la segunda empresa eléctrica del mundo por capitalización y la primera de Europa.
En ese sentido, López Obrador dijo que tomaba nota de ese ofrecimiento. Y estimó que al final de su gobierno el Estado concentrará 65% de la generación eléctrica para atender la creciente demanda derivada de un boom de la inversión extranjera. Que incluye el reciente anuncio de Tesla de construir una planta de autos eléctricos por 5.000 millones de dólares en la ciudad de Monterrey.
Con eso «garantizamos que no aumenten los precios a los consumidores, como ha venido sucediendo en los últimos cuatro años», señaló.
Iberdrola obtuvo un beneficio récord de 4.340 millones de euros en 2022 (4.625 millones de dólares). Consecuencia del aumento de su capacidad de producción de renovables y a la subida del precio de la energía.
La letra menuda de los acuerdos
Severo López Mestre, experto en política y regulación energética, señaló a El Financiero que la decisión de Iberdrola le ayudará a depurar su portafolio. En el largo plazo, a la empresa ya no le interesa el negocio del ciclo combinado basado en gas natural, pues su objetivo es ser la firma renovable número uno en el mundo.
“Respecto a que CFE podría llegar a abastecer el 65% de la energía de México para 2024, lo debemos ver solamente como un anuncio político. Pues el negocio eléctrico a nivel mundial no es ese. Lo importante se basa en saber cuánto almacenamiento tienes, cuánta energía solar o eólica generas. Entre otros temas, el anuncio es atractivo políticamente, pero no agrega muchos puntos respecto hacia dónde va la industria”, dijo.
Por otra parte, Oscar Ocampo, coordinador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), destacó que será muy importante analizar cuántos recursos públicos se van a destinar a esta operación.
“El secretario Ramírez de la O no dio mucha luz al respecto. Pero lo que sabemos es que nadie va a tener una participación. Por cuanto la gestión de estos activos será mediante un fideicomiso controlado por México Infraestructure Partners (MIP). Es decir, la CFE no está adquiriendo nada”, puntualizó.
Paolo Salerno, abogado especialista en energía eléctrica y socio de Salerno y Asociados opinó sobre el acuerdo. “Habrá que ver qué sucederá con los contratos que tiene firmados actualmente Iberdrola con usuarios y con la misma CFE. Y cómo se van a operar las plantas, ya que CFE no es el dueño”, agregó. Mientras, el economista Carlos López Jones, dijo que “Iberdrola quería deshacerse de las plantas de ciclo combinado. Básicamente, porque son plantas viejas y ya depreció todos sus equipos”.