Por Benito Guerrero
09/08/2017
La Fundación Loewe ha presentado la primera exposición individual en España dedicada a Minor White, uno de los fotógrafos americanos más importantes del siglo XX. La exposición, titulada Minor White: metáforas puede visitarse hasta el 25 de agosto de 2017 en la Galería de Loewe (Gran Vía 8, Madrid).
Con esta excepcional exposición, que marca la séptima participación de Loewe en PHotoEspaña, la casa trata de elevar el perfil internacional de una figura artística clave cuyo trabajo fue decisivo para dar forma estética a la fotografía de posguerra.
El director creativo de Loewe, Jonathan Anderson, explica: ‘la modernidad de Minor White se ajusta de forma natural a la filosofía de la casa porque sus fotografías funcionan en varios niveles. En Loewe creemos en lo polivalente’.
Nacido en Minneapolis en 1908, White no trabajó como fotógrafo profesional hasta finales de la década de 1930, cuando se mudó a Portland, Oregón, y fue contratado para fotografiar edificios históricos. Después de servir en el ejército durante la guerra, en 1945 White se trasladó a Nueva York, donde trabajó como fotógrafo en el Museo de Arte Moderno y se hizo amigo de eminentes fotógrafos como Alfred Stieglitz.
En esta muestra, comisariada por María Millán, Loewe presenta 40 copias originales de White que llegan a Madrid gracias al préstamo de la galería Howard Greenberg y otras colecciones privadas. Producidas durante cuatro décadas, las imágenes muestran desde paisajes urbanos hasta simbólicos y precisos estudios del cuerpo masculino y tomas abstractas de la naturaleza.
Sus fotografías revelan la visión y el experto tratamiento de Minor White a la hora de componer y utilizar la luz como medio para evocar un estado contemplativo. White reproducía su trabajo dentro de un rico espectro entre tonos negros y blancos, sirviéndose además de encuadres de primeros planos para expresar aquello que no se podía mostrar.
Enraizado en su afinidad por varios sistemas espirituales y la necesidad de proteger su privacidad, White estaba más interesado en el potencial simbólico de su arte que en representar la realidad. Hombre gay en un momento en que serlo abiertamente era demasiado arriesgado, White guardó para sí, a lo largo de su vida, aquellas imágenes que hubieran expuesto su sexualidad. Una sorprendente equivalencia con sus fotos de naturaleza y retratos.
Para White, la imagen iba más allá de lo que el objeto literal mostraba, representaba un estado emocional interno. Como profesor dedicado que era de MIT y otros departamentos de fotografía de otras escuelas respetadas, White animó siempre a los estudiantes a cultivar un sentido del infinito y a transmitirlo metafóricamente en su trabajo.
En 1952, White ayudó a co-fundar la icónica revista Aperture. Como su editor durante dos décadas, White fomentó la discusión crítica y reivindicó el valor de la fotografía creativa a la vez que utilizó la publicación como foro para difundir sus ideas sobre cómo hacer y leer fotografías.