Las playas de Namibia, al sur de África, son testigos de un hecho atroz y aparentemente inexplicable. A finales de cada año los lobos marinos de El Cabo dan la bienvenida a las nuevas crías para asegurar su relevo generacional. Sin embargo, este año las playas se llenaron de miles de crías muertas por aborto. Un hecho que alarma a los científicos.
La zona afectada es la Walvis Bay, en la colonia de 50.000 ejemplares que habita la península de Pelican Point. En ese sitio se han descubierto 7.000 individuos muertos que estaría relacionados con un «aborto masivo».
Únicamente en esa zona los miembros de las organizaciones conservacionistas Ocean Conservation Namibia (OCN) y Namibian Dolphin Project calcula que ha habido miles de abortos. Además de cientos de muertes de crías prematuras.
La muerte de miles de lobos marinos, un gran misterio
Los cadáveres de los lobos marinos descansan sobre la arena de la playa. Están por todas partes, a la espera de que marea se los lleve o que los chacales u otros carroñeros se coman sus restos. Es una situación que llena de temor a los especialistas no solo por ser un hecho atroz, sino porque temen que el fenómeno se extienda a otros lugares.
Los desplazamientos y las investigaciones científicas se han complicado debido a la pandemia de la COVID-19 y es difícil hacerle seguimiento al número de muertes.
El motivo de los abortos es una incógnita. Los expertos no señalan factores causales concretos. Son varias las razones por las que se puede dar un incidente de abortos. Una puede ser la presencia de alguna bacteria, contaminación, malnutrición o una combinación de elementos.
De la misma manera que ocurre con los humanos, si las madres sufren algún problema de salud pueden verse afectadas por la interrupción de sus embarazos. La mala alimentación también podría incidir, pues se reduce sus niveles de grasa corporal necesaria para sobrevivir.
Los lobos hembras adoptan lo que se conoce como una «estrategia de apareamiento estacional» con el nacimiento simultáneo de las crías a finales de año. Si todas las hembras de una colonia se ven afectadas por una misma condición o factor, es posible que se den abortos masivos.
Un fenómeno similar ocurrió en 1994. Entonces 10.000 ejemplares murieron y 15.000 fetos fueron abortados debido a problemas de inanición por falta de pescado y la infección directa de una bacteria.
Buscando razones
En este momento lo que quieren lograr los expertos es conseguir muestras de crías muertas. Particularmente de las recién muertas para tener un análisis detallado. Las muertas deben enviarse a los laboratorios de Pretoria, la capital de Sudráfrica. Un proceso que implica altos costes de difícil financiación.
También deben obtener muestras de ejemplares adultos para determinar qué problema afecta a las hembras. En las costas de Namibia también se han visto unos 350 ejemplares muertos sin razón alguna.
La mortandad se empezó a detectar en agosto pasado, cuando el biólogo marino y cofundador de OCN divisó un número inusual de abortos y crías prematuras muertas en las playas. Desde entonces, el fenómeno no ha dejado de crecer, justo con los meses finales de los embarazos de los lobos marinos.
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