Por Cambio16
Vete a tu armario. Ábrelo. Descuelga de su percha cualquier prenda. Ahora lee la etiqueta. ¿Qué pone? La mía pone 100% algodón, hecho en la India y no lavar a más de 30 grados. Pues bien, las etiquetas no cuentan toda la historia.
La etiqueta no cuenta toda la historia es el lema de la campaña que ha iniciado la ONG The Canadian Fair Trade Network, su objetivo: dar a conocer la situación de las personas que trabajan explotadas en fábricas y en talleres clandestinos confeccionando ropa. Descubrir al consumidor del primer mundo la realidad de alguna de las prendas que lleva puestas.
Así, en colaboración con la agencia de publicidad Rethink, esta ONG narra la historia de Joya, Behnly y Tejan, tres trabajadores de fábricas de Bangladesh, Camboya y Sierra Leona, dentro de tres etiquetas.
«100% algodón. Hecho en Bangladesh por Joya que dejó el colegio a los 12 años para ayudar a su madre recién enviudada a mantener a sus dos hermanos. Su padre murió cuando un incendio arrasó la fábrica de algodón en la que trabaja. Ahora trabaja en el edificio al otro lado de la calle de la fábrica incendiada. Un recordatorio constante del riesgo al que se enfrenta todos los días».
«100% algodón. Hecho en Camboya por Behnly. 9 años. Se levanta a las 5 de la mañana todos los días para ir a la fábrica textil donde trabaja. Cuando sale de casa es de noche, y cuando llegue también lo será. Lleva ropa ligera porque la temperatura en la sala donde trabaja alcanza los 30 grados. Su nariz y su boca se llenan del polvo de la habitación. Ganará menos de un dólar por pasar un día asfixiándose lentamente. Una máscara le costaría 10 céntimos a su empresa».
«100% algodón. Hecho en Sierra Leona por Tejan. Las primeras veces que tosió sangre se lo ocultó a su familia. No podían permitirse tratamiento médico y no podía arriesgarse a perder su trabajo en la plantación de algodón. Cuando un día tuvo convulsiones ya no podía ser ignorado. El diagnóstico fue intoxicación por pesticidas. La falta de ropa de protección adecuada le ha provocado leucemia a los 34 años. Tiene dos hijas. Una de ellas empieza a trabajar en la fábrica el próximo año».