En los últimos años, el cine chino ha experimentado una transformación notable, con un aumento significativo en la producción y popularidad de películas centradas en mujeres. Un fenómeno que no solo refleja un cambio en las preferencias del público, sino también una respuesta a las crecientes tensiones de género y el machismo que, aunque censurados, siguen siendo una realidad palpable en la sociedad china.
Las películas protagonizadas por mujeres ganan terreno en un mercado tradicionalmente dominado por narrativas masculinas y patriarcales. Este cambio es especialmente significativo en un país donde las normas sociales y oficiales han mantenido a las mujeres en roles secundarios durante mucho tiempo. Sin embargo, el cine se está convirtiendo en una plataforma para que las mujeres expresen su descontento y aspiraciones.
A pesar de este interés por tramas protagonizadas por mujeres, hay escenas sobre tensiones de género que en el cine chino son eliminadas en las versiones finales. Un ejemplo ocurrió con Cartas ocultas. Un documental sobre un antiguo sistema de escritura chino utilizado solo por mujeres que fue nominado a un Emmy. También lo preseleccionaron para un premio Oscar. El filme logró llegar a las pantallas grandes en China. Cuenta la historia de dos practicantes actuales de Nushu, un lenguaje secreto creado en la era imperial china, cuando a las mujeres no se les permitía asistir a las escuelas.
Pero la versión censurada eliminó escenas que hacían referencia a las luchas de las mujeres con las expectativas de género en un momento en que el Gobierno se esfuerza por reforzar los valores familiares tradicionales. Sin embargo, el estreno de la cinta también ilustra el creciente apetito en el país por contenido cultural sobre temas de mujeres. El rechazo es cada vez mayor hacia las costumbres oficiales y sociales.
Barbie arrasó
Un ejemplo destacado del tema femenino en el lenguaje cinematográfico en la China comunista es el éxito de la película Barbie de Greta Gerwig, que ha resonado profundamente entre las audiencias chinas. La película no solo fue un éxito de taquilla, sino que también de encendidos debates sobre el feminismo y los derechos de las mujeres en China. Las críticas y los comentarios en redes sociales reflejan una creciente identificación con los temas abordados en la película, como la masculinidad tóxica y la lucha por la igualdad de género.
En Douban, un sitio popular de reseñas de películas del cine chino, la película obtuvo una puntuación de 8,6 sobre 10. La sección de comentarios también incluye elogios por los temas de femineidad y feminismo de la película, y su hábil manejo por parte de la directora. Varios críticos la calificaron de bocanada de aire fresco, comparándola con algunas películas chinas que todavía están llenas de roles de género obsoletos y la mirada masculina sesgada.
Este auge del cine femenino no se limita a producciones extranjeras. Las cineastas chinas también están aprovechando esta tendencia para contar historias desde una perspectiva femenina, abordando temas que van desde la independencia y la carrera profesional hasta la lucha contra la violencia de género. Estas películas están encontrando un público receptivo y entusiasta, ansioso por ver representadas sus propias experiencias y desafíos en la pantalla grande.
A pesar de la censura y las restricciones, el cine se está convirtiendo en un espacio donde las mujeres pueden explorar y expresar sus frustraciones y aspiraciones. Las historias de mujeres fuertes y resilientes están inspirando a una nueva generación de espectadores. Desafiando las normas tradicionales y abriendo camino para un futuro más igualitario.
Mujeres taquilleras
Las películas y programas centrados en temas de mujeres han estado entre los de mejor desempeño en taquilla. Principalmente porque más mujeres que hombres van a ver películas. La proporción del público femenino chino creció del 54% al 61% entre las temporadas de verano de 2021 y 2023. Esto según datos del Lighthouse Research Institute, una rama de Alibaba Group Holding.
A principios de este año, una película sobre una mujer que atraviesa transformaciones físicas y mentales para convertirse en boxeadora recaudó casi 500 millones de dólares en el cine chino. Dirigida por Jia Ling, que también actúa, YOLO (abreviatura de You Only Live Once) se convirtió en un éxito de taquilla. Otra de las cintas de Jia, titulada Hi, Mom y estrenada en 2021, superó los 700 millones de dólares.
Se espera que un largometraje que se estrenará a mediados de septiembre, Like a Rolling Stone, atraiga también a muchos espectadores. Relata la historia de Su Min, una jubilada que publicó un videoblog sobre su viaje en carretera en solitario por China para escapar de un matrimonio tóxico. Su se ha convertido en un icono para muchas mujeres. Tiene cerca de 3 millones de seguidores en las redes sociales.
El impacto de estas películas va más allá del entretenimiento. Están fomentando un diálogo crucial sobre el papel de las mujeres en la sociedad china y la necesidad de un cambio. A medida que más mujeres se ven reflejadas en la pantalla, se sienten empoderadas. Cada vez más cuestionan y desafian las normas que las han mantenido en segundo plano.
Camino difícil
Cualquier película que se exhiba en el cine chino necesita un permiso de estreno conocido como el «logotipo del dragón». El nombre deriva de la imagen de un dragón dorado que aparece al principio de cada cinta. El proceso para obtenerlo es engorroso y puede llevar meses o años. Con todo y eso lograrlo no garantiza que el largometraje finalmente se exhiba.
Los realizadores que quieren estrenar en China deben estar presto a pasar por varias rondas de edición su película. Todas basadas en la retroalimentación de diferentes agencias gubernamentales. Por lo general el retraso de dos años o más, dijo Karen Ma, autora de China’s Millennial Digital Generation, que presenta el perfil de siete jóvenes directores chinos. Tienen suerte de poder hacerlo realidad», dijo Ma. «Conozco a muchos directores cuyo trabajo no funcionó».
En el ámbito cultural y del entretenimiento, los temas relacionados con la tensión de género han puesto en un aprieto a las autoridades chinas. El país vive un momento en que las mujeres se resisten a la presión oficial para tener más hijos después de que China pusiera fin a la política del hijo único. Los funcionarios, que temen alejarse de la línea del Partido Comunista, tratan estos temas con extrema cautela.
Pero su cautela se enfrenta a un aumento del «feminismo cotidiano». Ejemplificado por debates en redes sociales, podcasts, blogs y programas de comedia. En estos se examina el lugar de las mujeres en la sociedad sin desviarse hacia un activismo feminista abierto. Lo que hace más difícil para las autoridades reprimirlo.
Censura y restricciones culturales
China es un país con una rica historia y una sociedad en constante evolución. Desde finales de los años setenta, ha experimentado una transformación significativa, impulsada por reformas económicas y políticas que han cambiado profundamente su estructura social y cultural.
En términos políticos, es un Estado socialista con una economía de mercado, gobernado por el Partido Comunista Chino. Este sistema unipartidista ha permitido al PCC mantener un control estricto sobre el país. Con políticas que han llevado a un rápido crecimiento económico y modernización. Sin embargo, este control también ha resultado en restricciones a la libertad de expresión y censura, especialmente en temas sensibles como los derechos humanos y las tensiones de género.
Socialmente, China ha visto un aumento en la urbanización y el desarrollo de una clase media emergente. Este crecimiento económico ha mejorado el nivel de vida de muchos ciudadanos, pero también ha creado desigualdades y tensiones sociales. Las mujeres, en particular, han comenzado a desafiar las normas tradicionales que las han mantenido en roles secundarios. A pesar de los avances, las mujeres en China todavía enfrentan discriminación y barreras significativas en el ámbito laboral y social1.
El auge del cine chino femenino puede verse como una respuesta a estas tensiones. Las películas centradas en mujeres están proporcionando una plataforma para que las mujeres expresen sus frustraciones y aspiraciones, desafiando las normas tradicionales y promoviendo un diálogo sobre la igualdad de género. Este fenómeno refleja un cambio más amplio en la sociedad china, donde las mujeres están cada vez más dispuestas a cuestionar y desafiar las costumbres oficiales y sociales.