Las lluvias que acompañan los vientos monzónicos de verano en Asia son fundamentales para la economía de la región. Rellenan los acuíferos, generan energía hidroeléctrica y proporcionan agua para los cultivos. Pero la contundencia de las precipitaciones de este año, en Pakistán, han causado al menos 90 muertes e inundaciones.
A mediados de julio se iniciaron los chubascos, que se han intensificado y devenido en fuertes tormentas. La Organización Meteorológica Mundial informó que muchas zonas de la India y Pakistán han recibido entre 30 y 45 centímetros más de agua de lo habitual.
En los últimos tres días de intensas lluvias monzónicas se han registrado decenas de muertes, desolación y daños en más de mil hogares en Pakistán. Calles y casas se inundaron con aguas residuales en Karachi, donde los anticuados sistemas de drenaje y desechos de la ciudad colapsaron.
De la cifra total de víctimas relacionadas con los aguaceros, 31 muertes corresponden a la provincia de Sindh. Mientras que 23 personas murieron en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
El monzón es un evento climático de viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial. Se caracteriza por fluir de regiones frías a regiones cálidas. Se representa con nublados intensos, un importante aumento de la humedad atmosférica, precipitaciones y tormentas eléctricas.
Estos patrones climáticos son registrados en varios puntos de la Tierra, pero se asocian mayormente con Asia y el océano Índico. Cada año, muchas ciudades de Pakistán luchan por hacer frente al diluvio del monzón, lo que genera críticas por la mala planificación. La temporada de los monzones se extiende de julio a septiembre
El paso de las lluvias monzónicas por Pakistán
La agencia de desastres informó que soldados, rescatistas y voluntarios utilizaron botes para evacuar a 300 personas del distrito de Dadu en la provincia de Sindh, azotado por las lluvias.
Otras 1.245 personas fueron igualmente evacuadas de las áreas afectadas de Karachi, donde los residentes dijeron que todavía estaban esperando ayuda. Cientos de familias caminan por el agua hasta la cintura, pidiendo ayuda, tras perder sus viviendas. Asimismo se vieron decenas de vehículos sumergidos en agua en Karachi.
Se espera que las lluvias continúen esta semana en esa localidad, donde el primer ministro, Imran Khan, envió a principios de este mes tropas para ayudar a las autoridades locales a bombear el agua de lluvia de las zonas residenciales inundadas.
Las lluvias monzónicas azotan a Pakistán en un momento en que las autoridades intentan contener la propagación del coronovirus, que causó más de 6.200 muertes desde febrero, cuando el país informó su primer caso. Pakistán reportó 9 muertes más por COVID-19 el martes, una de las cifras más bajas de muertes diarias desde marzo reseñó The Guardian.
Muertes y destrozos en Afganistán
Regiones del norte y este de Afganistán también han sido azotadas por las fuertes lluvias monzónicas. Las autoridades cuantifican unos 70 fallecidos y docenas de heridos en las últimas horas.
La vocera de la región, Wahida Shahkar, indicó que el número de víctimas mortales en la provincia de Parwan podría aumentar. Los equipos de rescate tratan de localizar a personas atrapadas debajo de casas derrumbadas. Al menos 66 personas murieron allí y otras 90 sufrieron heridas, añadió.
Entre los fallecidos había varios niños y muchos de los heridos estaban en estado crítico, dijo el director del hospital provincial, Abdul Qasim Sangin.
El presidente del país, Ashraf Ghani, ordenó el envío de ayuda a Parwan y a otras provincias afectadas y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas. Entretanto, Shahkar comentó que las inundaciones en la parte central de la región comenzaron durante la noche luego de intensas precipitaciones, destruyendo varias viviendas. La portavoz pidió al gobierno que envíe ayuda y proporcione apoyo de inmediato a los trabajadores que excavan en el lodo para llegar a los atrapados.
Ahmad Tameem Azimi, el ministro de Gestión de Desastres, dijo que las crecidas bloquearon las carreteras hacia las regiones del este y norte. “Además de rescatar a la gente, se está trabajando para reabrir las vías al tránsito”, afirmó.
Al menos 300 viviendas quedaron destruidas en Parwan y más de mil personas tuvieron que abandonar sus casas. Azimi dijo que se envió ayuda por tierra y aire para los varados por las inundaciones.
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