Lluís Soldevila: «Quien no se adapte al futuro, no sobrevivirá»

Las nuevas tecnologías traen consigo cambios vertiginosos para la sociedad. El concepto de trabajo ha cambiado. Las máquinas han sustituido a los seres humanos en puestos de trabajo como consecuencia de la robotización y de la inteligencia artificial (IA), entre otros avances digitales. Quedarse atrás ya no vale. Para Lluís Soldevila «quien no se adapte al futuro no sobrevivirá».

Soldevila es ingeniero informático, director del Máster de Emprendimiento e Innovación de EAE Business School y CEO de Acktitude, consultora dedicada a la transformación digital basada en personas.

Entre sus obras más destacadas se encuentran Éxito se escribe con A, Morder el hielo y su obra más reciente, Digital Thinking. En ella, presenta las características que ha de tener un líder digital en un mundo complejo, incierto, ambiguo y volátil, ya que el trabajo del futuro priorizará las “transacciones que aporten valor” a aquellos contratos que, de alguna manera, “fijen relaciones a largo plazo”, explica Soldevila en esta entrevista.

Con las nuevas formas y puestos de trabajo existe el miedo a que la tecnología de última hora sustituya al ser humano, pero esto no ocurrirá, ya que las personas aportan valor “algo que jamás hará una máquina”.

Moltes ganes de tornar a estar amb vosaltres amics del @Revolucio4 @CatalunyaRadio parlant de #digitalThing #digitalLeadership @profiteditorial https://t.co/HH5QW2B8DD

— Lluís Soldevila (@lluissoldevila) February 22, 2020

Frente a un mundo VUCA –complejo, incierto, ambiguo y volátil– usted opone cualidades SAPO –sencillo, absoluto, preciso y ordenado–, ¿qué quiere decir con esto?

Vivimos en un mundo VUCA, pero nos gustaría que fuera SAPO. Entonces, hay que ser un líder digital para lidiar en este mundo de nuevas tecnologías. El mundo VUCA no lo cambiaremos porque el mundo es así y seguirá siendo VUCA, pero la V tendremos que intentar, con los 10 rasgos del líder digital, que se convierta en una V de visión; una U no de incertidumbre, sino de entendimiento; una C no de complejidad, sino de claridad y una A no de ambigüedad, sino de agilidad. Este es el juego de palabras entre el VUCA y el SAPO que definen el argumentario del libro (Digital Thinking).

¿Qué habilidades ha de tener el líder digital ante este contexto?

Para sobrevivir en un mundo VUCA, siendo SAPO lo que tenemos que hacer es tener 10 habilidades que son: la digibetización, es decir, dominar la tecnología; tener visión; hay que ser intraemprendedores, o sea, ser pequeños emprendedores, pero dentro de la organización; hay que tener un alto nivel de autoconocimiento; ser ágil para poder cambiar el rumbo; hay que tener presencia en los medios digitales porque quien no es visible, no existe; hay que ser muy hábil comunicando; aprender constantemente (long life learning) porque este mundo cambia tanto que lo que aprendiste el año pasado quizá ya no sea válido; hay que tirar mucho de la gente porque las organizaciones que valen son las que tienen a gente potente y hay que trabajar en red, no en organizaciones grandes y pesadas. Estos serían los diez rasgos del líder digital.

«Hay que ser adaptables, ágiles y digitales»

Estamos ante un cambio de paradigmas, ¿sobrevivirá quien no se adapte a esta transformación?

Quien no se adapte no sobrevivirá. Atención, adaptarse no quiere decir que nos volvamos todos cíborgs o máquinas. Esto significa que tienes que introducir en tus proyectos y objetivos estos rasgos.

De los diez solo uno tiene que ver con la tecnología, la digibetización. Los otros se refieren a dejar de ser analógicos en el concepto antiguo y ser digitales en el concepto de futuro. Quien no se adapte al futuro, está claro que no sobrevivirá. Hay que ser adaptables, ágiles y digitales.

¿Cómo será el trabajo del futuro?

Está muy relacionado sobre todo con el rasgo número tres la intraemprenduría. Trabajos como los que conocemos hoy estables, que duren años con una definición muy concreta, no van a existir, sino que van a existir aquellos trabajos basados en la aportación de valores más que en contratos que fijen relaciones a largo plazo. Es decir, en la medida en que tú aportes valor tendrás un trabajo seguro, en la medida que no aportes valor, la relación no será estable y habrá otros agentes que ocuparán tu posición.

¿Habría que hacer reformas en modelos educativos, formativos y empresariales para adaptarse a esta nueva realidad?

Ya se hacen en el mundo educativo. De una manera muy activa en el ámbito universitario, las dinámicas pedagógicas son cada vez más ágiles y están más centradas en el alumno, es decir, en la persona, en la investigación, en el uso de proyectos y no tanto en la distribución de contenidos. El profesor es un facilitador del aprendizaje, no un transmisor del conocimiento. Aunque el mundo laboral se flexibiliza, siempre iremos por detrás de la tecnología por un tema de velocidad, ya que cambia muy rápido.

¿Cómo contribuye la digitalización en la lucha contra el cambio climático?

Quizá no haya una relación directa, pero la digitalización al final nos aporta muchas posibilidades porque podemos medir las cosas, con lo cual identificamos antes los problemas y podemos luchar mucho mejor. La digitalización acelera la invención y la innovación es y será la fuente de soluciones al problema ecológico.

Los bots no reemplazarán al ser humano

Influencers hay uno entre un millón, ¿cómo podemos salir adelante el resto?

Haciendo uso del rasgo número cuatro, el autoconocimiento. Por eso, propongo la técnica que he desarrollado, el DAFO personal –debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades–, que permite averiguar los puntos fuertes y también los débiles. Entonces, hay que convertirse en la mejor versión y esto solo se hace cuando el foco está en los puntos de brillo, en los puntos fuertes.

¿Cómo reemplazarán los bots al ser humano? ¿Nos quitarán los puestos de trabajo?

La inteligencia artificial (IA) tiende a imitar comportamientos humanos en el ámbito de la decisión. Entonces, si hay tareas que una máquina hace mejor que el hombre, van a ser sustituidas, evidentemente. Esto lo que quiere decir es que nos van a desplazar y vamos a realizar tareas que hacemos mejor que las máquinas, por lo que habrá un desplazamiento, pero no nos van a quitar el trabajo, en absoluto. Porque hay cosas que no pueden hacer y nos permitirán hacer mejor las cosas donde más valor aportamos, algo que jamás hará una máquina. Los países más robotizados son los que tienen menos paro.

¿Es la IA el máximo exponente de la digitalización?

En absoluto. Es uno muy interesante, pero no el único. La digitalización es una conversión de diferentes vectores. Hace treinta años ya se hablaba de IA.

Ahora parece que hay un hype (exageración) que está de moda. ¿Por qué? Porque si pones los algoritmos con buenos datos, esto dispara el número de aplicaciones que tiene la IA. Por lo tanto, se trata de un cruce de muchas tecnologías, pero resulta apasionante y una auténtica maravilla la cantidad de tecnologías que pueden llegar a converger en un sector concreto y transformarlo de una manera irreconocible.

«Hay que cambiar la mentalidad de los trabajadores»

¿Qué medidas cree que deberían implementarse para facilitar la adaptación a la nueva realidad digital?

Hay que estimular los rasgos que yo te comentaba al principio de la entrevista, es decir, la capacidad de comunicarse utilizando la tecnología, de trabajar en grupo, por ejemplo. La revolución digital no es estrictamente tecnológica, es de cambio de paradigma, así que hay que renovar el paradigma, no la herramienta. Las herramientas van cambiando e irán pasando, los paradigmas van a quedar y van a ir utilizando diferentes herramientas.

¿Ofrecer nuevas herramientas sería una forma de adaptarse a esta realidad?

Es una forma, pero no es completo. Existe un camino. Con las herramientas, los software y los hardware mejoramos. Evidentemente, luego hay que formar a los empleados para que las sepan usar. Hay que cambiar la mentalidad de los trabajadores, si no tendremos la plataforma de herramientas y habilidades digitales, pero unos pensamientos analógicos: habremos perdido la ventaja competitiva. Por lo tanto, o dejas de ser SAPO y te adaptas o lo vas a tener muy complicado.

¿A quién va dirigido su trabajo Digital Thinking?

Va dirigido a todo el mundo y a todo aquel que quiera ser un líder digital. Yo pienso que todo el mundo tiene que querer ser un líder digital. Porque al final un líder digital es el que lidera un proyecto en este mundo tecnológico.

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